Dualidades ( Por Lizy)

 

A veces te das de narices con textos, que nada más leerlos, te hubiera gustado escribirlo a ti. Y este que firma Lizy es un ejemplo. Con el añadido de ser un texto corto, pero de los que retumba y dice mucho con poco, que por otra parte suelen ser los que más directos entran.

"Hay algo en el BDSM que no es fácil de explicar con palabras simples. No es solo placer. No es solo juego. Es una tensión constante entre cosas que se supone que no deberían ir juntas, pero que cuando se cruzan, explotan.

Es sentir vergüenza y al mismo tiempo morbo. Como si te atraparan haciendo algo que no deberías, pero no quisieras estar en ningún otro lugar. Es el miedo de soltar el control mezclado con el deseo profundo de hacerlo. Es adrenalina, pero también calma. Como si al rendirte, al dejarte llevar, se apagara por un momento el ruido del mundo.

El BDSM es un espejo incómodo. Te muestra cosas que no siempre quieres mirar: tus fantasías, tus límites, tus ganas de rendirte o de entregarte y aguantar. Pero ahí, en ese juego cargado de contrastes, hay verdad. Hay autenticidad. Es una forma intensa de habitar el cuerpo. De habitar el deseo.

Y qué adictiva es esa dualidad."

La frase: " es una tensión constante entre cosas que se supone no deberían ir juntas pero que cuando se cruzan, explotan" me parece una maravillosa definición de los juegos. 

Las dualidades encarnan una lucha constante (dolor/placer, vergüenza/excitación...) y lo más curioso es que muchas veces se retroalimentan. Y también hacen de reflejo incómodo, de dejar de lado nuestro yo social y dejar salir a pasear nuestro yo oscuro y oculto. Para por un rato estar al mismo tiempo escondido de la vida y robando a la muerte. 

La foto también de Lizy, creo que ilustra a la perfección esa realidad, en posición de rendición y a sus pies ese objeto, que puede ser a la vez martirio y éxtasis