jueves, 28 de marzo de 2024

Castigada sin salir

 




Llegué a casa cansado, Jueves de una semana muy agobiante. Al llegar, allí estaba, me extraño verla con ropa de calle aún, ya debía llevar rato en cada, le di un beso, le pregunté que tal el día, ella también y le dije.

-Nena me voy a dar una ducha, que la necesito.

Cuando iba camino de la habitación a por la ropa, me dijo del sofá.

-¿Vas a tardar mucho Santi? es que he quedado para ir a  cenar al tailandés con unas compañeras y en un rato voy a empezar arreglarme.

Me di, media vuelta de inmediato y me fui para el salón.

-¿Cómo que has quedado para ir al tailandés hoy?

- Ha sido un plan imprevisto a la hora del almuerzo, además tu querrás ver el baloncesto, no volveremos tarde y además tengo antojo de sopa Tom Kha....

-Ya y yo de jamón ibérico 5 jotas, pero es Jueves y te recuerdo que estás castigada, hasta mañana, así que ya se te puede quitar la idea de la cabeza, porque no vas a salir.

-¿ Que?!!!!!!! si ya he quedado Santi, además me parece muy infantil, un castigo sin salir, parece que tenga 15 años, joder!!!

-Vigila esa boca jovencita y no es que lo parezca, es que te comportas cómo una adolescente de 15 años y ya te dije que si esa era la actitud, te trataría según la actitud. No vas a salir hoy y no hay debate, asi que ponte el pijama y avisa a tus amigas, que no vas a poder ir.

- No pienso avisar a nadie y claro que voy a ir no soy una cria.

- Repite eso

- Que no soy una cria.

Me fui directo para ella, la levanté del sofá cogiéndola del brazo y le di un par de azotes bien fuertes, sorbre  los vaqueros.

- Vete a poner el pijama ahora mismo

Se cruzó de brazos poniendo morritos y repitiendo que no era una niña y demás, y se me acabó la paciencia, sin decir nada más la cogí del brazo con la mano derecha, con la izquierda cogí una de las sillas y la saque de la mesa, sin decir nada, la puse sobre mis rodillas, para evitar pataleos puse mi pierna derecha sobre las suyas, con la mano izquierda le agarre la cintura de los vaqueros, la estiré hacia arriba y empeccé a azotarla con la derecha en el culo, fuerte y rápido desde el principio.

-Te he dicho que no ibas a salir y no vas a salir, además cómo vas reduciendo de edad tu comportamiento, me voy a adaptar a el. 

Durante unos cinco minutos, le estuve zurrando el culo sobre los vaqueros con la mano, hasta que empezó a dolerme y paré.

-Levanta.

Se levantó y tal y como lo hizo, la llevé cara a la pared, dándole de camino algún azote extra. Al llegar le pregunté.

- ¿Y tú móvil?

- En la mesita del sofá.

Me fui por el y de lo llevé.

-Llama y di que no vas.

Suspiró y al hacerlo se llevó  una docena más de azotes de pie cara a la pared. Finalmente marcó un número, puso una excusa, para decir que no podría ir y colgó. Le cogí el teléfono y le dije.

-Ahora, señorita vete al baño, te desmaquillas, te desnudas, te metes en la ducha y me esperas.

Salió del rincón obediente y se fue para el baño, yo me fui para la habitación y cogí del armario su pijama de cuadros, después abri el cajón de la ropa interior y cogí una de las braguitas más infantiles que tenía, dejé todo encima de la cama y me fui para el baño.

Cuando entré, ya se habia metido en la ducha, me asomé por la mampara y le dije, para el agua. Lo hizo, cogí el gel y me eché una buena cantidad en las manos, entonces empecé a enjabonarla, primero, los hombros, los brazos, las manos, el pecho, tenía los pozones duros, seguí por el vientre y entonces volvi a por más gel y empecé desde los pies, subiendo por las piernas, los muslos...al llegar a su sexo, me recreé más jugando con el jabón y  mis dedos, con todos los pliegues de su piel, sonreí mientras suspiraba, incluso un par de dedos entraron en su vagina.

- Date la vuelta, apoya las manos en la pared y separa las piernas.

Cogí más gel y empecé a enjabonarle la espalda, al llegar a las nalgas, que estaban ya rojitas, bajé hasta los talones y volvi a subir despacio enjabonádole bien las piernas, los mulos por detras y las nalgas, para terminar, con un poco más del gel, le enjaboné la parte interna de las nalgas y con la ayuda del jabón uno de mis dedos, entró en su culo, bien profundo...provocándole un suspiro...jugué a meterlo y sacarlo un par de veces y entonce le dije.

-Ahora te enjuegas, te secas, vas a la habitación, encima de la cama te he preparado la ropa, te vistes, cuando termines, recoges el baño y te espero en el salón, para una conversación que tenemos pendiente ¿esta claro?

No dije más, me sequé y sali del baño.

Un rato después entraba cabizbaja y prudente en el salón, yo la esparaba sentado en el sofá, llegó hasta mi, y ahí se quedó mirando el suelo.

- Señorita, cuando tu y yo tenemos una conversación seria, sobre tu disciplina ¿como debes presentarte?

Resopló, pero una mirada seria bastó, para que el pantalon del pijama y las braguitas se deslizaran hasta sus tobillos y de inmediato puso sus manos detrás de la espalda.

-Mírame

Lo hizo...

- Si yo te digo que estás toda la semana hasta el viernes castigada sin salir, es por algo, no lo digo en broma, además sabes perfectamente el motivo ¿verdad?

-Si...

-¿ Y cual es?

-Contestarte mal el lunes y estar de malhumor

-Exacto y cual fue el motivo de eso

-Irme a dormir tarde.

- Es más te dije que a las 11 y media toque de queda y me convenciste para que te concediera media hora más y así me lo pagas, tomándote a risa el castigo, muy bien, pues me voy a encargar, que la proxima vez, no tengas esas tentaciones, ve a buscar la zapatilla de los castigos.

-No!!!!!!! por favor la zapatilla no, que me hace sentir muy niña, otra cosa por favor.

- Pues eso precisamente quiero hacerte sentir. Cómo una niña castigada, así que o me traes la zapatilla o voy yo a por ella y si tengo que ir yo, te prometo, que te marco la suela en el culo.

Volvió a resoplar, pero un instante después me entegaba la zapatilla, que cogí y dejé sorbre el brazo del sofá.

-Ahora, te vas a colocar en mis rodillas, me vas a presnetar correctamente el culo y nada de poner las manos o esconder el culo ¿está claro?

Lentamente se tumbó sobre mi regazo, mi brazo izquierdo rodeó su cintura, cogí la temida zapatilla y empecé a "convencerla" de la conveniencia de cumplir los castigos, a base de zapatillazos ritmicos y conitnuos, que no tardaron en enrojecer su culo, hasta que creí que era suficiente, entonces la hice levantarse, la cogí de la mano, la llevé de vuelta cara a la pared, antes paramos en un tarro, que habia en el mueble, de ahi cogí una antigua moneda de 50 pesetas, la puse contra la pared y le dje.

- La nariz aguantando la moneda, las manos detrás de la espalda y ahí pensando, en la convenencia de cumplir los castigos, mientras preparo la cena.

Aquella noche cenó sentada son el culo al aire. Al terminar, mientras yo recogía la mesa, la envié de vuelta cara a la pared, hasta que la llamé. Otra vez frente a mi, con las braguitas y el pantalón en los tobillos, le dije.

- Tu actitud de hoy, ha conseguido, que estes castigada sin salir todo el fin de semana, además hasta el viernes que viene, voy a ser yo el que eleija que ropa te pones todos los días para tranajar y eso incluye lo de fuera y lo dentro ¿ Está claro?

Asintióo con la cabeza, pero la mirada baja.En ese momento, llevé un dedo a su rajita y lo pasé por ella varias veces.

-Ahhhh y ya veremos cuando recuperas el derecho al placer adulto, ahora preparate para ir a la cama y me esperaas y nada de tele o movil, como mucho un libro.

Al darse la vuelta le di un azote cariñoso.

El día siguiente, mientras se duchaba para ir a trabajar, le preparé la ropa, elegi un vestido por encima de la rodilla, botas de caña, medias negras y unas braguitas grises bastante infantiles, después de desayunar, yo mismo la vestí, y de pasó comprobé que tenia algunas maquitas en el culo, que a buen seguro harían que se acordara de mi y su travesura.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

"

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...>