sábado, 6 de enero de 2024

Control a distancia.

 



Durante los días que van desde Año Nuevo a Reyes, me había surgido un imprevisto laboral, que me obligaba a tener que ausentarme unos días, incluía viaje y para acabar de rematar coincidía que ella estaba unos días de vacaciones. Pero no había más remedio. 

Y ya que no hay mal que por bien no venga, le propuse que el día 5 por la mañana cogiera un tren y viniera dónde estaba yo, un cambio de aires y celebrar Reyes los dos solos bien podría compensar. Aceptó y yo busqué una casita para alquilar, que tuviera chimenea (petición suya) encontré una a bastante bien precio eso sí eran dos plantas , pero con una bonita escalera de madera.

En un juego de disciplina doméstica hay dos tipos de normas, las que quieres que se cumplan, porque suponen un bien para ella y las que yo llamo de "prueba de cesión del control" estás, en realidad no suponen ningún beneficio, sólo sirven para demostrar cómo se acepta el control y suelen tener un punto de tentación a la transgresión importante, son aquellas normas diseñadas para incumplirse. Aprovechando una salida de tono, que tuvo antes de irme, además de las normas habituales , le incluí una de esas normas-tentación durante mi ausencia y esa norma era que quedaba prohibido el placer. 

Si lo pensamos bien es una norma fácil de incumplir y sobre todo de probar, pero cuando sabes que el reencuentro vas a tener que leer una agenda en voz alta, delante de quién ejerce la autoridad, no es tan fácil.

Su tren llegaba a Mediodía del día 5, fui a buscarla a la estación. Allí estaba, sonriente con la maleta , nos dimos un beso, nos dijimos que nos habíamos echado de menos y nos fuimos para la casita que había alquilado.

Le encantó, era una casita pequeña, con un poco de jardín delante, típica construcción de los años 70 en zona de costa y a dos minutos andando de la playa. 

- Me parece que ha valido la pena la espera.

Me dijo contenta.

- La habitación está arriba, puedes dejar la maleta allí, voy a encender la chimenea.

Encendí el fuego, que le daba una sensación de calidez y hogar mayor. Y le dije.

- Nena, habria que ir a comprar, esta tarde estarán muchas calles cerradas por la Cabalgata y mañana estará todo cerrado.

Entonces asomó por la escalera y me dijo.

- ¿Por qué no vas tú? Me apetece darme un baño caliente en esa enorme bañera y ponerme cómoda. 

- Vale cómo quieras ¿Necesitas algo en especial?

- No, lo que te apetezca a ti...

- Pues voy a ello.

Cogí el coche y me fui a un supermercado cercano, hice la compra con alguna cosita especial para celebrar, como una botella de buen vino y volví para casa. Cuando llegué aun seguía en la bañera, imaginé que necesitaba ese baño relajante y me puse a colocar la compra, un rato después bajó, con ese olor a limpio, mezcla de diferentes colores (geles, champús, cremas mezclados con su propio olor) decidí hacer algo suave para comer y ya haríamos después una cena de fiesta. 

Al terminar de comer nos apalancamos en el sofá y la tele no estaba conectada a la red , así que nos conformamos viendo un pelicula navideña en versión analógica. 

Debían ser las 5 o así, cuando le dije.

-  ¿Te apetece vestirnos y ver la cabalgata?

- Pfffff con lo bien que se está aquí, en pijama, con el fuego...ya he visto muchas cabalgatas...

- Pues no te voy a llevar la contraria, me parece perfecto tu plan y ya que nos vamos a quedar, podríamos adelantar tiempo y quitarnos alguna cosa de encima ¿No crees?

- ¿Que tenemos que quitarnos de encima?

- Pues tú lista en mi ausencia por ejemplo...

- Tenemos toda la noche para eso ¿No?

- Hecho y hecho está además seguro que has sido muy buena...

- ¿Entonces para que leerla?

- Para estar seguro, venga va ve a buscarla que te espero.

Se levantó refunfuñando un poco, pensé que lo hacía para jugar, pero a media escalera, se paró y me dijo.

- Pffff Santi, me la he dejado, lo acabo de visualizar ahora...la había dejado en la mesita de noche, a la vuelta la leemos.

Ahí ya algo me extrañó.

- Bueno el trato era que tenías que hacer una lista de tu comportamiento estos 3 días y traerla contigo.

- Bueno total, ahí está apuntado, si me he portado mal, no me voy a escapar. 

- De eso puedes estar segura, pero bueno, son pocos días, así que seguro que te acuerdas ven, aquí y me lo cuentas de memoria

- Pffffff tengo mala memoria

- ¿Ahhh si? Pues yo sé formas de refrescartelas, así que ven aquí y me cuentas.

Resopló y bajó las escaleras, se plantó frente a mí.

-  ¿Y bien? Tú dirás

- Es que no me acuerdo....

- Eso no pasaría de haber cogido la listo.

- Yo no soy un puto cuadrículado obsesivo con el orden!!!!

La miré, serio y sorprendido.

- Señorita!!!! ¿Que son esas formas de hablar? ¿Que te dije que pasaría si volvía a escucharte con ese vocabulario? 

- Joder Santi, al final me vas a dar los Reyes!!!! Que más da , lo lees en casa y ya está!!!!

Me levanté la cogí del brazo y le di un par de azotes de pie. 

- Te he avisado que tenía formas de refrescarte la memoria y no me dejas más remedio que usarlas!!!!

Si soltarla del brazo subimos la escalera hasta el único rellano. Al llegar le di un par de sonoros azotes más de pie. 

- Ponte de rodillas, las manos sobre la cabeza y los codos apoyados en la pared.

Ahí imagino que entendió que estaba en problemas y empezó a hacerse pequeña. Lo hizo y nada más hacerlo, le dije.

- Estoy convencido que un rato de reflexión con el culo al aire, te ayudará a recordar. 

Sin decir nada más, le bajé de un tirón el pantalón del pijama yaa braguitas a rayas blancas y rosas. 

- No te muevas de aquí, y haz memoria, mientras voy a empezar a adelantar alguna cosa de la cena.

Me fui para la cocina y estuve unos 20 minutos, al volver seguía allí castigada como una niña . Me senté en el sofá y la llamé.

Se levantó bajo con cuidado los escalones y con el rostro rojo se plantó frente a mí.

- ¿Y bien has hecho memoria?

- Si....

- Lo ves, hay métodos muy eficaces.

- Lo que pasa es que tengo una duda...

- ¿Tú dirás?

- Lo de la lista acababa ayer ¿Verdad?

- Hoy nos íbamos a ver....

- No, acababa en el momento de leerla ¿Por qué?

- Pfffff Santi, me da vergüenza....

- Igual te dará más vergüenza contármelo con el culo rojo cómo un tomate, porque me lo vas a contar igual...

Entonces suspiró con fuerza y empezó a hablar suave y sin ser muy explícita.

- Verás.... está mañana , no sé qué me ha pasado...

- ¿Que quieres decir?

- Pues que al vestirme, me me mirado al espejo y me he puesto...ya sabes, he pensado que sería divertido, hacer el viaje...sin braguitas...

-Sigue...

Aún se ruborizó más y bajó la mirada. 

- Pués...que entre una cosa y la otra, me he puesto un poco mala...

- Vamos que has ido todo el viaje mojadita¿No?

- Siiiii

- ¿Y que parece propio de una jovencita bien educada subirse al tren sin braguitas?

- Sólo quería jugar un poco....

- Por eso la urgencia en darte un baño...

- Por eso y por...

- ¿Por qué?

- Santi....me da mucha vergüenza.

- Claro, así me ha dado tiempo de hacer la compra y al volver aún estabas en la bañera.

Aún se puso más roja....

- Jovencita ¿Te has tocado en la bañera?

No respondió pero si gesto fue lo suficientemente incriminador.

- Acércate.

Lo hizo y nada más hacerlo pasé un dedo por la rajita de su sexo...

- Pues parece que sigues jugosita -le dije a la vez que le mostraba el dedo-

- Y no, señorita aún estabas privada de placer, cómo acordamos antes de irme precisamente además por malhablada, cosa que has repetido ahora. Así que voy a tener que castigarte.

Ya no dije nada más, la tumbé sobre mis rodillas y mano empezó a caer sobre su culo ya desnudo. 

- Ya veo que no puedo dejarte sola y necesitas que esté pendiente de ti y tu comportamiento, está noche vas a abrir los regalos con el culo rojo.

Durante un largo rato estuve calentándole bien el culo a mano, hasta ponérselo bien rojo. Entonces le dije.

-Ahora te vas a levantar y te vas a colocar al lado de la chimenea, que se me ha ocurrido algo para matar dos pájaros de un tiro...¿El cepillo que te regalaron los Reyes el año pasado está en la maleta?

- Pfffff....eso sí.

- Bien voy a buscarlo y a preparar algo más.

Subí a la habitación, cogí el precioso cepillo del pelo de ébano. Lo dejé sobre la mesita y me fui a la cocina...allí estuve unos 10 minutos y volví con un platito, tapado con papel de aluminio que también dejé, sobre la mesita.

- Ven aquí

Se dio la vuelta y se acercó sigilosa hacia mi. 

La miré y le dije que me diera el pantalón del pijama y las braguitas. Cuando lo hizo, le dije.

- Ya sabes que cuando, te tocas sin permiso, te castigo de una forma especialmente vergonzosa para ti. Así que túmbate boca arriba en el sofá y levanta las piernas.

Protestó, pero un par de azotes la convencieron . 

Se tumbó boca arriba en el sofá, levantó la piernas y nada más hacerlo, mi mano izquierda agarró sus tobillos y la derecha cogió el cepillo.

En ese posición está totalmente expuesta, nalgas, sexo y ano, podía ver el brillo de la humedad entre sus labios rojos e hinchados, la piel de las nalgas roja también, y más roja que se puso cuando el cepillo, empezó a darle rítmicas lamidas, apuntando bien en la parte baja de las nalgas, que fueron tomando un color más rojo, casi rozando el morado.

Entonces, paré dejé el cepillo sobre la mesa de nuevo, sin soltarle los tobillos sujetos con la otra mano. Volví a pasar los dedos por su sexo y sonreí seguía igual de mojado.

- Vas a aprender que las normas se cumplen y que debes empezar a cambiar ese vocabulario.

Sin decir nada más, quité el papel de aluminio que tapaba el plato que había traído de la cocina. De el cogí un trozo de jengibre pelado con forma de bala o supositorio aunque algo más grueso...entonces empecé a pasárselo alrededor de su rosa oculta, ella respiró profundamente a la vez que su sexo se inundaba e irremisiblemente el tallo de jengibre entró en su culito, que en unos segundos estaría caliente por fuera y por dentro. 

- Ahora te vas a levantar y procura que el jengibre no se salga...

Lo hizo y la cogí del brazo, cogiendo también otro trozo que había en el plato. La guíe hasta la escalera, justo en el rellano, la hice arrodillarse de nuevo, con las manos sobre la cabeza y entonces le dije.

-Abre la boca

Lo hizo y le puse el jengibre también en la boca.

- Y esto por malhablada. Aquí vas a estar un rato pensando en todo lo que ha pasado.

Y así fue allí la tuve de rodillas con el culo rojo, y un trozo de jengibre en su culo y otro en la boca unos diez minutos.

Nada más ir a buscarla, le quité el de la boca, se la limpié con cuidado, nos levantamos y me acompañó de nuevo al sofá.

En el sofá la hice ponerse de nuevo en mis rodillas, le quité el jengibre del culo. Estuve un rato acariciándole las nalgas despacio, hasta que el efecto del jengibre se diluyó. Entonces llevé mi mano limpia, a su sexo, literalmente chorreaba, pero jugué en el apenas nada, cogí las braguitas y se las puse y después el pantalón. 

- Ahora señorita , vamos a preparar la cena y luego si te portas bien, igual te calmo ese fuego ¿Está claro? 

Se levantó nos dimos un beso y nos fuimos a preparar la cena.


2 comentarios:

  1. Qué regalo de reyes más bonito nos has dado!!! Yo sería como la protagonista de la historia, seria divertido ir por el tren o así sin bragas

    ResponderEliminar
  2. Mil Gracias por el detalle. Cuando lo vi dije, éste ya lo leí. Fascinante

    ResponderEliminar

"

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...>