domingo, 31 de diciembre de 2023

Repetir y aprender

 


Feliz año nuevo!!!

Me sorprendió, el mensaje que recibí en el trabajo, decía algo así:

" Tengo que contarte, algo pero me da mucha vergüenza..."

Obviamente pensé en alguna travesura juguetona, pero nunca imaginé la respuesta, cuando le dije que me contara.

" Te acuerdas hace un tiempo, que un día me llevé algo del súper sin pagar, ayer cuándo fui hice lo mismo, es una tontería vale 2 euros, no sé porqué lo hice, pero tenía que contártelo, no te enfades, por favor, me siento muy mal y muy avergonzada..."

Recordaba perfectamente del incidente que me hablaba, fue un lápiz de labios, una tontería, pero creía que había quedado claro que eso no podía repetirse, le contesté de forma escueta y firme.

" Ya hablaremos en casa, ahora no puedo, así que cuando llegues te pones el pijama y me esperas"

Me envió un par de mensajes más, pidiendo perdón, mostrando arrepentimiento y asegurándome que no iba a repetirse, me limité a contestarle, con un "en casa lo hablamos", sabía que eso ya era de por sí un castigo y que estaría el resto del día pensando por momentos, a lo que se enfrentaba al llegar a casa.

Al salir de trabajar me fui directo para casa, tenía algo que resolver. Al llegar allí estaba, con el pijama puesto, se levantó y me saludó con cara de niña buena. 

- ¿Que tal? ¿Muy cansado?

- No, voy a ponerme cómodo y mientras ve pensando en las explicaciones que me debes. Mirando a la pared.

- Joooo, Santi no te enfades , ya te he dicho que estoy muy avergonzada y arrepentida.

La miré muy serio y le señalé el rincón. Suspiró y se fue resignada, esperé a que estuviera.

- Señorita el primer derecho que vas a perder hoy, es el de la intimidad, así que quiero ver el pantalón del pijama y las braguitas en los tobillos. 

Esperé hasta ver cómo se bajaba el pantalón del pijama y las braguitas. Cuándo lo hizo fui a la habitación a cambiarme, me puse ropa d estar por casa y volví a sentarme en el sofá, aún la tuve allí en el rincón con el culo al aire un rato, antes de llamarla.

- Ven aquí

Se dió la vuelta y caminó hacía mi, con cierta dificultad hasta plantarse delante de mi de pie. 

- Bien...estoy esperando una explicación,si es que la hay...

- Pffff ya te he dicho, que fue una tontería, la verdad es que no sé ni cómo pasó, estaba a final del carro y lo vi, pero no lo pasé...lo siento de verdad, se que está mal y no me siento nada orgullosa.

- Pon las manos detrás de la espalda, vamos a ver, creo que no aprendiste nada. No es cuestión del valor, eso es lo menos importante, es el hecho y la conciencia, lo sabías y lo hiciste, imagina que te hubieran pillado, conociéndote sé que podías haber puesto la excusa de un descuido, pero te hubieras puesto roja como un tomate y eso te hubiera delatado, además de la verguenza que hubieras pasado y es verdad que la confesión te honra y más sabiendo que esto va a tener consecuencias, pero cómo entenderás, no puedo pasarlo por alto y es más tienes el agravante de la reincidencia, así que pienso asegurarme que ni se te ocurra, ni tengas la mas minima tentación de repetir. 

La miré y estaba roja y mirando al suelo. 

- Mírame.

Me miró

- Y ahora mírate, estás aquí de pie delante de mi, con el pantalón y las braguitas en los tobillos, esperando un castigo y todo eso por comportarte cómo una adolescente irresponsable y no, no estoy enfadado, pero ya sabes que conmigo, se pagan estás actitudes y sabes perfectamente cómo¿Verdad?

- Si...-dijo con voz aniñada y bajando otra vez la mirada

- ¿Cómo?

- Me castigas

- ¿Y cómo te castigo?

- Con unos azotes...

- Van a ser más que "unos" te lo aseguro.

En ese momento la cogí del brazo y la puse en mis rodillas. 

- Así te tienes que ver, por tus impulsos, en mis rodillas con el culo al aire, para que te lo ponga al rojo vivo.

Los azotes empezaron a caer, desde el principio bastante rápidos, a buen ritmo y bien repartidos, no dijo nada, ni una queja, ni tampoco se movió. Y eso que estuve un rato largo sin pausa y zurrándole el culo con ganas, hasta que le puse un bonito color rojo.

Paré un momento y empecé a pasarle la mano por la piel, que ya estaba bien caliente. 

- Cómo te comportas cómo una niña, ahora te vas a levantar y me vas traer la zapatilla, que creo que es lo más adecuado para ti actitud...

Resopló, y me dijo algo que no esperaba

- ¿No podría ser el cepillo? La zapatilla me da mucha vergüenza me hace sentir muy pequeña...

- Pues por eso te voy a zurrar bien el culo con la zapatilla, así que tienes 30 segundos para ir a buscarla.

Al final se levantó y en menos de medio minuto se presentó con la zapatilla de los castigos en la mano. La envié de nuevo al rincón con la zapatilla, mientras yo, cogí una de las sillas, la puse en el centro del salón y un par de cojines que puse en mi regazo. Entonces la llamé. Se acercó y le pedí la zapatilla y le dije que se colocara de nuevo en mis rodillas, los cojines no sólo le levantaban bien el culo, además hacían que los pies le quedaran colgando y eso aun le daba más aspecto de castigo infantil. 

La sujeté bien de la cintura y empecé a "trabajarle " el culo con la zapatilla, además procurando apuntar bien en la zona de "asiento" para que se acordara del castigo, cada vez que se sentase, durante unos días. Además esa zapatilla, bien usada pica. Tras un rato de zurra empezó a mover las piernas y quejarse y paré.

- ¿Crees que has tenido suficiente?

- Si...de verdad, te prometo que no pasará más...

- También me lo prometiste la última vez y mira cómo estamos.

Al terminar de decirlo, le di una última ráfaga, rápida y fuerte a pesar de sus pataleos. Dejé la zapatilla en el suelo y empecé a pasarle la yema de los dedos por el culo, bien rojo y marcado en la parte de sentarse...la acaricié hasta que se relajó.

- Ahora señorita, te vas a la habitación, coges una hoja en blanco y escribes una carta de disculpas, explicando tu travesura para el supermercado, cuando estés me llamas. 

Se levantó y sus mejillas estaban casi tan rojas como su culo. Sin decir nada se fue para la habitación. Esperé pacientemente a que me llamara, cuando lo hizo, me fui para la habitación. Entré, me senté en la cama, ella tenía la hoja de papel en las manos. Y de pie frente a mí se la hice leer, cuando estuvo, le dije, que al día siguiente la pondríamos en un sobre en blanco y la acompañaría a dejarle en el buzón de sugerencias del supermercado, le pedí la hoja, me la dio y la dejé en la mesita de noche.

Entonces de pie aún, la miré a la vez que llevé un par de dedos entre sus piernas...

- Vaya  ¿así reacciona tu cuerpo a los castigos? Estás empapada

- Pffffff no lo puedo controlar...

- Al final pensaré que te portas mal queriendo...

- Santi...para por favor...

- Está bien. Quítate el pantalón y las braguitas, y lo dejas bien puesto en la silla.

Lo hizo...

- Ponte a cuatro sobre la cama

Cuando estuvo, me desnudé, me subí a la cama, me puse detrás y le dije.

- Considera esto una forma de darme las gracias, por el trabajo que me das.

Sin mucho más preeliminar, llevé mi polla a su sexo y empecé a embestirla desde atrás, chocando rítmicamente contra su culo recién castigado...hasta correrme. Entonces paré. Y le dije. 

En 10 minutos te espero en el salón.

10 minutos más tarde apareció, otra vez de pie frente a mí.

- Escucha con atención, estás castigada hasta nueva orden, cómo te portas cómo una niña, así te voy a tratar, nada de salir y quedar con las amigas, antes de las 12 a la cama y para cualquier cosa que implique placer o ocio, vas a pedir permiso educadamente y ya veré si te doy o no, según te portes ¿Está claro?

- Si, Santi, está claro.

- Muy bien...

- Santi.,..

- Dime...

- Tengo que pedirte algo

- Tú dirás...

- Pfffff me da vergüenza

- Pues si no me lo dices, no puedo darte permiso...

- Puedo tocarme...-dijo con voz muy suave y roja-

- ¿Crees que tú comportamiento se merece un premio adulto?

- No....pero...

- Entonces sólo se me ocurre una cosa, algo intermedio

- ¿Cómo?

- Te puedes tocar, pero castigada cara a la pared...

Suspiró profundamente ¿Lo haría? 







3 comentarios:

  1. Gran relato, extraordinario cierre de año. Gracias por compartir y Feliz año nuevo

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  2. Historia inquietante, vergonzosa y emocionante por descubrir. ¡¡Gracias por desearles un maravilloso año nuevo !!

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  3. Una historia muy buena!!! Las reincidencias son muy malas, por lo que el castigo debe ser más severo que la anterior vez. Mil gracias por seguir aquí y FELIZ AÑO NUEVO!!!

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