- ¿Cómo que no te has duchado aún?
Acababa de llegar y estaba en pijama tirada en el sofá...
- Pffffff es que estoy cansada, lo dejamos para otro día.
- Ni hablar, ya he reservado mesa, he salido antes de trabajar y además fuiste tú quien me lo propuso, así que mueve el culo...
- Joooo Santi, he tenido un día de mierda y no tengo ganas!!!!
- Ya claro y ayer a las 2 aún estaba la tele puesta...
- Me quedé dormida, menudo delito.
- Ya después de ver un temporada de la serie...
- Joder que no tenía sueño!!!! Llegué con la cabeza a mil, tengo mil cosas en la cabeza!!!!
- No hace falta que levantes la voz , te entiendo igual si hablas como las personas.
- Que no voy!!!!.
- Nena, voy a preparar mi ropa, cuando vuelva te quiero en la ducha y no hay más debate.
No dije nada más, me fui a la habitación y preparé unos vaqueros y camisa negra. Al salir fui directo al salón y allí seguía .
- Ya está bien, se acabó la tontería.
Me fui directo para ella, la cogí de la oreja haciendo que se levantase y le cayeron media docena de azotes de pie.
- Suelta!!!! Me haces daño!!!!
- Ya me has agotado la paciencia.
Con la mano libre cogí una de las sillas de la mesa y la puse en el centro del comedor sin soltarla a pesar de las quejas. Me senté y directa a mis rodillas, bien sujeta, mi pierna encima de las suyas y le brazo izquierdo rodeando su cintura.
- Cuando termine contigo, quiero que te vayas a la ducha y te arregles ¿Está claro?
No contestó, más que algún soplido y alguna palabra malsonante, que lo único que consiguió es que empezara a ocuparme de su culo impertinente con dedicación, llevaba unos leggins de estar por casa viejos y grises, que no debían amortiguar mucho los azotes, que además le di con ganas un par de minutos, hasta que se relajó.
- Levanta.
Se levantó y ya no tenía aquella expresión de desafiante.
- Bájate los leggins...
- Pffffff....
Le corté las ganas de protestar con un par de azotes.
- Ahora!!!!
Bajó la mirada y algo ruborizada metió los dedos por la cintura de los leggins y empezaron a descender bajo mi atenta mirada.
- Ya está bien -le dije - cuando estaban a medio muslo.
La cogí de la mano y tiré de ella haciéndola caer de nuevo en mi regazo.
- Quiero que tengas un par de cosas muy claras. La primera es que si te comprometes a algo y ese algo afecta a terceros cómo yo, no cambies de planes unilateralmente y la segunda es que desafiarme sólo te va a llevar a cumplir tus compromisos con el culo rojo y caliente.
A partir de ahí la que "dialogó" fui mi mano con su culo desnudo y bien presentado en mi regazo, hasta asegurarme que se metería en la ducha con el culo ardiendo.
- Y ahora a la ducha y a arreglarte, ya te preparo la ropa yo.
Se levantó, y sin subirse los leggins se fue al baño. Yo fui a la habitación, abri el armario, busqué uno de sus vestidos, uno de manga larga, entallado hasta la cintura pero con la falda con algo de vuelo fácil de levantar. Unas botas de caña y unas medias autoadhesivas a medio muslo, negras.
Cuando salió de la ducha y entró en la habitación yo cogía mi ropa y me iba a la ducha.
- Ahí tienes la ropa.
Me fui a la ducha, ducha rápida y salí vestido ya, ella entró a terminar de arreglarse y yo la esperé en el sofá.
Entró en el comedor, ya lista, vestida, maquillada.
- ¿Lo ves? Cuándo estás "motivada" espabilas. Acércate.
Cogió aire y se acercó. Frente a mí la hice parar.
- Levántate el vestido
Volvió a coger aire antes de agarrar el dobladillo de la falda y empezar a elevarlo, paro justo ahí dónde terminaban las medias. La miré y le dije.
- Nena, más levanta más.
Otro suspiro y continuó levantado hasta por encima de la cintura.
- ¿Y esto? - le dije señalando el tanga negro que llevaba debajo- no recuerdo haber preparado esto.
- Santi.....
- Ni Santi, ni santo. Ya puedes quitártelo y dármelo.
Se puso roja...
- Nena...
Rechistó pero al momento el tanga estaba en los tobillos. Extendí la mano, se agachó término de quitárselo y me lo dio. Lo cogí y me lo puse en el bolsillo.
- Vuelve a levantarte el vestido.
Lo hizo, entonces llevé mi dedo corazón entre sus piernas, recorriendo el surco entre sus labios y al terminar se lo enseñé...lo cual hizo que aún se ruborizase más.
- Sin bajarte el vestido, túmbate por encima del brazo del sofá.
Yo también me levanté y me desabroché el cinturón de cuero negro. Esperé a que se tumbara y entonces me lo saqué haciendo que silbara, lo doblé y lo coloque encima de su espalda. Le acaricié un momento las nalgas que aún estaban rojas, cogí el cinturón.
- Quiero ver ese culo travieso, bien presentado y quieto.
El primer azote con el cinturón sonó como un trueno, el cuerpo nuevo que aún está por darse es especialmente sonoro. Una franja roja se dibujó en su piel y a esa siguieron un docena más, que le dejaron un ardiente dibujo de franjas rojas que se pisaban unas a las otras. Me puse el cinturón mirando los efectos del castigo en su piel, le di un beso en cada nalga y le dije.
- Venga, vamos a coger llaves y demás que tenemos mesa a las 9 y media.
Nos fuimos para el restaurante, era un pequeño restaurante que habíamos descubierto un día de casualidad, tenía pocas mesas y todas estában dispuestas en una especie de reservados, además ideal para parejitas, porque la mesa estaba dispuesta de forma que había que sentarse en un banco de cuero de frente y en los laterales había cómo unos biombos, tomamos algo antes de cenar y después de pedir la cena, le dije al oído que se levantará el vestido por detrás, que quería que su piel castigada tocase directamente el cuero del banco. Lo hizo rápido y perturbado.
Cenamos tranquilamente, sin rastro alguno de cansancio y de vez en cuando mi mano juguetona se escondía por debajo del mantel y buscaba la frontera que marcaban las medias y la piel...
Al terminar volvimos dando y paseo y subimos a casa. Al entrar nos besamos y me susurró.
- Vamos a la cama....
- Si ahora iremos, pero antes ve al salón y me esperas delante del sofá con el vestido levantado.
Le di un palmadita en el culo, para enfatizar mi instrucción. Yo fui a quitarme la ropa y ponerme cómodo, una camiseta y los bóxer.
Cuando entre en el comedor, allí estaba frente al sofá sujetando el vestido levantado. Yo me senté y dejé el cepillo de bebé en el brazo del sofá. La miré y empecé a acariciarle los muslos, pero no tardé mucho en visitar su sexo, hinchado, rojo, caliente y muy mojado... empecé a jugar con todos los pliegues y la reacción de su cuerpo fue lubricar más y más aún cuando dos de mis dedos entraron en el y empezaron a entrar y salir despacio, ella empezó a suspirar y a gemir, pero me detuve, la cogí de la mano y la guié de nuevo a mi regazo. Mi mano izquierda se apoyó en su cintura, cogí el cepillo y empecé a "peinarle" la piel suavemente.
- A partir de ahora quiero que a una hora determinada, se acabe la tele y demás.
El cepillo empezó a caer en su culo, rítmicamente alternando lado y lado, el pequeño cepillo para bebés, ligero, pero muy preciso y manejable, empezó a cubrir cada centímetro cuadrado de piel del culo, que aunque aún conservaba algo de color de antes, empezó a subir de grados enseguida, durante unos diez minutos le estuve cocinando el culo con el cepillo, hasta casi igualarlo todo en un rojo brillante e intenso.
Al terminar le dije que se quitará el vestido y el sujetador y se dejará puestas sólo las medias. Cuando lo hizo, le hice traerme la crema hidratante, la fue a buscar y me la dio, de nuevo a mi regazo. Aunque esta vez en vez del calor de los azotes y la madera dura del cepillo, sintió el frescor de la crema y mi mano en su versión más tierna. Hasta que le separé las piernas y empecé a jugar con las dos manos a la vez, la derecha se sumergió entre sus piernas y la izquierda empezó a jugar también en ese otro lugar entre sus nalgas, después de un ratito de preparación, estímulos y caricias, un dedo de mi mano izquierda entró en su culo a la vez que dos de la derecha se sumergían en su sexo y ya no paré hasta hacerla gritar...se quedó un instante de rodillas en el suelo y con la cabeza apoyada en mi regazo mientras yo seguía acarciándole la espalda.
De repente se incorporó un poco, me miró con picardía y sin decir nada metió la mano dentro de mis bóxer, sacó mi polla jugó un poco con la mano y se la metió en la boca...
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