El enfado.
Para entender esta entrada hay que partir de una base. El juego y el escenario de juegos es un teatrillo, dónde muchas de las cosas que suceden no son reales, otras sí, aunque todas deben parecer reales y convencer.
En juego de Disciplina Doméstica, los castigos serán consecuencia de algo, algo real, eso hará que la escena de por sí, ya resulte mucho más creíble, hay un componente de acción, reacción y repercusión, dónde primera y últimas son reales, tal acción real culmina en una repercusión real. Lo que no es del todo real es la reacción y ahí entra el supuesto enfado.
Y es que la reacción lógica, tras el incumplimientos de una norma o regla , es el enfado. El spanker debe parecer enfadado, aunque quizás sería más correcto usar la palabra firme. Y se puede ser firme sin estar enfadado y desde la firmeza tener muchas más autoridad que desde la cólera. Pero como se presta a confusión, podemos llamar enfado teatral a la reacción ante la acción, los regaños, los sermones, las charlas...
Lo que hay que tener claro es que si la acción nos provoca un enfado real, si sentimos que estamos enfadados (puede pasar) lo mejor es no jugar, o cuanto menos dejarlo enfriar y madurar.
A diferencia de otros juego en los que hay componente de sumisión/dominación, un spanker debe dejar su ego fuera del juego. El spanking no puede ser una lucha de egos, si no una forma seductora y sibilina de tomar el control. Una spankee asustada, no está jugando a un juego de igual a igual, está jugando a ser presa paralizada.
Sí hay enfado ante la acción, no se debe jugar, por la tanto menos aún si existe un enfado previo y ajeno a la pareja. Un spankee nunca puede ser sparring de frustraciones del spanker.
Estar en la posición dominante, tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes y es que todo lo dicho anteriormente no es aplicable a la parte spankee, ya que en determinado momento puede ser incluso excitante jugar desde el enfado de la spankee, ya sea con el spanker o con el mundo y es que la intensidad de un juego puede ser un eficaz ansiolítico y conseguir un reseteo mental, eliminando todo esos residuos acumulados.
Eso sí siempre y cuando sepamos interpretar que ese "enfado" está pidiendo, que se le aplique un calmante.
Como dices, la ira es un sentimiento humano que se puede justificar totalmente, sin embargo, creo que “jugar” la ira es buena asociada con la firmeza pero la ira real es contra productiva y cambia el componente del “juego” y la relación, dejar que se enfríe me parece inteligente para dar un paso atrás sin reaccionar a “caliente”... Interesante y relevante evocarlo y desarrollar
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