El término Disciplina Doméstica a veces nos puede inducir al error. Al ser un término importado del inglés, nos puede a llevar a pensar que es un tipo de juego propio de un matrimonio o una relación de convivencia, de hecho la mayoría de páginas y blogs anglosajones, lo venden así.
Yo lo veo distinto, para mí la Disciplina Doméstica es un tipo de juego, en el cual se juega con hechos reales, y en el cual hay dos roles delimitados: spanker vs spankee o si lo preferís top vs bottom. La característica principal de este rol es la cesión del control o la aceptación de la autoridad.
Jugar con situaciones reales, que no son fingidas, ni necesitan de un "teatrillo" tiene muchísimas ventajas para mí y algún inconveniente. Entre las ventajas por poner algún ejemplo y no enumerarlas todas, estaría la naturalidad, la espontaneidad, el efecto sorpresa o incluso en muchos la sensación de no tener el control, vamos que no siempre el juego es buscado o provocado, ya que puede entrar el simple error o descuido sin intención. Una de las cosas más excitantes de un juego de Disciplina Doméstica, es precisamente el juego sutil permanente, ya que puede ser difícil de prever cuando va a suceder. Entre las desventajas, quizás la más problemática podría ser que es relativamente fácil extralimitarse por ambos roles.
Pero el objetivo de este post, es intentar mostrar, que no es necesaria una relación de convivencia par disfrutar de la Disciplina Doméstica y que incluso en la distancia es posible, siempre y cuando exista la posibilidad de tener intimidad personal regularmente. Tal vez lo que más cueste es cómo mantener el juego vivo, entre cita y cita, así que voy a intentar dar alguna idea para eso.
Lo primero y básico para mí es tener comunicación regular y consistente. Las tres c's empiezan con la comunicación y esta es básica cuando encima vamos a jugar con la realidad.
Lo segundo es pensar que la autoridad se puede mantener en la distancia. En la distancia no va a haber contacto físico, pero si mental y el contacto mental no entiende de distancias. En la distancia se puede regañar, advertir y sobre todo anticipar, hacer que la cabeza se ponga en modo "juego".
Y lo tercero es incluir determinados "juegos" que refuercen lo anterior. En la distancia no se puede azotar, pero si se puede "castigar" (líneas, redacción, rincón...) También puede ser muy útil por ejemplo, una agenda o cuaderno de faltas. En los tiempos entre cita y cita la parte spankee apunta en una agenda o cuaderno aquellas actitudes que pueden ser punibles y el día de la cita debe presentar o leer lo anotado.
La distancia puede ser un impedimento y al final creo que lo "sano" es intentar ponerle remedio, pero a veces las circunstancias, obligaciones y demás hacen que pueda ser complicado, si hay interés y ganas, en vez de verlo cómo una barrera, podemos llegar a sacarle partido y convertir una dificultad en un estímulo.
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