martes, 12 de julio de 2022

Malditos mosquitos (por A)

 



Ese verano había una alerta especial. Una plaga de mosquitos tigre asolaba la zona de la playa.

A ella le preocupaba poco, ni sabía cómo eran ni le solían atacar mucho, así que tan tranquila.

Él se preocupó algo más, compró repelente, e insistía constantemente en tener echadas las mosquiteras.


Después de la primera noche ya se notaron los primeros ataques...a ella le habían dejado la pierna hecha un cromo. Tenía varias picaduras y una especialmente grande. Tenía un edema importante y picaba una barbaridad.


Él enseguida le puso frío con hielo y le dijo que no se rascara, que sería peor. Compró un roll-on para picaduras e intentó calmarla como pudo.


Pero la cosa no mejoraba, al revés. Al día siguiente el edema era mayor y el escozor casi insoportable.

La pilló varias veces rascándose y en cada una, y con mucha paciencia, le quitó la mano y le llevaba hielo con un paño. 

Ella sabía perfectamente que no era buena idea rascarse, pero es que nunca la habían puesto así.. 


A media noche estaban ya en la cama. Ella no paraba de moverse. Él estaba ya un poco cansado, entendía que le picase, pero su actitud era más infantil que la de sus hijos.


- Cariño puedes estarte quieta por favor? No puedo dormir así.


- Pues no! No puedo. Me pica la pierna a rabiar! Y encima tú preocupado porque no puedes dormir!! Muchas gracias!


- Nena no seas injusta. Llevo desde ayer cuidandote todo el rato, curandote la picadura, llevandote hielo...


- Usted perdone...no sabía que eso era un esfuerzo!


El tono de ella sonaba ya muy caprichoso e insolente.


- No he dicho que fuera un esfuerzo. He dicho que no seas injusta. Y baja el tono que me estoy empezando a enfadar.


- Lo que faltaba! 


Y se levantó de la cama hecha un basilisco. Se metió al baño y abrió la ducha de agua fría.


Él decidió dejarlo pasar. Realmente la picadura era muy grande y debía de picarle un montón.

A veces se ponía en ese tono tan tonto y lo que necesitaba era calmarse y espacio.


Tras media hora ella seguía sin volver a la cama, así que decidió ir a buscarla. La encontró en la terraza haciéndose un destrozo. Se estaba rascando con tal fuerza que se iba a hacer herida. Él decidió tomar medidas.


- Se puede saber qué estás haciendo?


- A ti qué te parece??


- Primero de todo me bajas el tono. Se han acabado las tonterías ya. Deja de comportarte como una cría que tienes ya una edad.


- Pues si tengo una edad déjame en paz y vete a la cama.


- A la cama nos vamos los dos, y como sigas así lo que te va a picar es otra cosa. No aviso más.


Ella le vio la cara, no estaba de broma. Reculó pero no del todo...


- Vete tú...ahora voy yo.


- No. Te quiero ver delante de mi, vamos.


- Que no rey...déjame un momento! - su tono ya sonaba más infantil y menos subido


- Quieres que te lleve yo?


- Joder! Qué no entiendes de que me pica un montón!! - y no se pudo contener. 


Nada más decirlo se arrepintió. Sabía que él no avisaba en vano, pero estaba entre enfadada, frustrada y canasada ya...


Él no se lo pensó. Se fue hacia ella, la cogió fuerte de la muñeca y tirando firmemente pero sin hacerla daño la metió al salón.


- Te quiero en braguitas ya mismo. Vamos.


- Rey...por favor


- Ni por favor ni nada, llevo dos días aguantando niñerías. Te he dado margen suficiente pero ya está. Tú lo que necesitas es que te caliente bien el culo para bajar esos humos, si ya te conozco.... Te quitas el pijama o te lo quito yo?


Ella en un rincón se quitó despacito el pantalón del pijama y mirándole de reojo luego la camiseta. Se quedó en braguitas delante de él. Eran unas braguitas blancas y verde agua de algodón.

Había estado así mil veces, y desnuda, y sin ningún tipo de pudor. Pero en esas condiciones estar así la hacía sentirse vulnerable y pequeña...


- Crees que es normal tener que llegar a esto? 


- No...- dijo bajito


- Pero la niña se pone tan caprichosa y tan impertinente que hasta que no la caliento bien el culo no para, no?


Ella se mantuvo en silencio mirando el suelo.


- Tira para la cama.


Ella empezó a andar y él detrás. Verla así de dócil en braguitas le daba cierta ternura. La pobre tenía la pierna fatal.


Entraron en la habitación. Él se sentó en los pies de la cama. Ella se quedó en una esquina mirándole.


- Tienes algo que decir?


- Que lo siento...no quería hablarte así rey. Es que me pica mucho la pierna...


- Ven aquí.


Ella se acercó despacito.


- Mirarame y piensa antes de responder. Crees que tu comportamiento de hoy ha sido apropiado?


- No...


- Y por qué lo has hecho?


- Porque me desespera estar así rey...el primer día de vacaciones y mira cómo empiezo!! - su tono de lloriqueo le estaba dando pena, pero no acostumbraba a dejar pasar un castigo salvo en situaciones especiales.


- Tumbate en la cama bocarriba aquí en el borde.


- No rey...- ella ya sabía qué posición era esa. La hacía sentir mucha vergüenza


- Vamos. No me hagas contar hasta tres.


- Por favor rey...así no.


- Uno...dos.  


Y sin llegar al tres ella se sentó donde le dijo. Él la empujó suavemente para que se tumbara y cuando ya tuvo la espalda en la cama con la mano izquierda le subió las piernas.


- No quiero pataleos. Si no te estás quieta volveré a empezar de cero.


Y con las piernas bien sujetas y el culo expuesto aún cubierto por las braguitas empezó la azotaina. Azotes fuertes, con toda la mano. Alternando un cachete y el otro, sin parar. Así estuvo por lo.menos cinco minutos. Ella con una mano se agarraba a la sábana y con la otra se tapaba los ojos.


- No bajes las piernas.


Él paró por un momento.


- Esto es lo que les pasa a las niñas contestonas y malcriadas. Tú verás si la próxima vez quieres pensartelo mejor.


Se acercó a ella y fue directo a la cinturilla de las braguitas. Ella casi de forma inconsciente las agarró en un intento de conservarlas 


- Shhh. Quita esas manos. 


Ella no las soltaba.


- O quitas las manos ahora mismo o empezamos de cero otra vez, tu verás.


Las soltó din decir nada.


- Así, el culo al aire para que aprendas bien la lección. - y se las bajó hasta los tobillos.


- Las quiero ahí cuando acabemos.


La tenía tumbada delante totalmente expuesta. Su sexo hinchado y brillante, sus nalgas ya rojas de los azotes previos y su ano también a la vista.


Llevó un dedo a su sexo. Lo pasó entre sus labios varias veces, estaba realmente mojada.


- Eres una cochina, sabes? Debería darte unos azotes extra por esto...


Ella estaba roja. Encendida arriba y abajo. Cerró los ojos para no mirarle.


- No, no...mirame a la cara. Estás muy mojada, mi dedo resbalaria dentro de tu coño...y que yo sepa esto es un castigo, no? - le dijo mostrándole su dedo húmedo


Ella seguía callada.


- Te he hecho una pregunta -  y volvió a llevar esta vez dos dedos entre sus labios hinchados y caliente


- Sí...- dijo ella con un jadeo


- Sí qué? - el ritmo de sus dedos aumentaba, pasaba entre sus labios rozando el clitoris...


- Que es un castigo....- su voz reflejaba su excitación


- Mmm...voy a darte una tanda de azotes en el culo. Y quiero que tras cada uno repitas esta frase: " Soy una cochina y me mojo cuando me castigan"- le dijo esto sin dejar de frotarla


- Rey por favor...me da vergüenza- pero no pudo evitar abrir más sus piernas y apoyar los pies en la cama para darle más acceso


- Vergüenza?? Mirate con las piernas abiertas pidiendo más...


- Ufff...rey. Si sigues me voy a correr...- y empezó a mover sus caderas buscando su mano...


- Pobre de ti como te corras ahora...- y retiró un poco su mano, solo lo sufiecienta para que ella tuviera que moverse más para buscarle


La escena era muy excitante... Ella desnuda, expuesta totalmente para él moviendose y jadenado a punto del orgasmo y él controlando todo...Él estaba empalmado.


De repente el paró y la dio un azote en su vulva. No muy fuerte pero sí seco


- Estate quieta ahora mismo - su orden tajante no daba espacio para la réplica.


Ella paró jadeante, deseosa de seguir. Su respiración agitada se fue poco a poco relajanfo....


- No hemos parado. Las piernas juntas y levantadas ahora mismo.


Ella obedeció ya rendida. Él la sujetó con su mano para ayudarla a aguantar 


- Quiero oirte bien clarito. Entendido?


- Sí rey...


Y empezó de nuevo, esta vez con la mano sobre el culo descubierto y repitiendo esa frase tan vergonxosa. En esa posición incidia sobre todo en la unión de las nalgas con los muslos. Estaba ya bien rojo. Casi tanto como su cara. 

Tras unos 50 azotes así paró y la mantuvo sujeta con su mano izquierda por los tobillos.


- Crees que ha sido suficiente?


- Sí rey...


- Te vas a portar mejor la próxima vez?


- Sí...


- Prometido?


- Te lo prometo...


- Puedo ya bajarte las piernas?


- Sí rey...


La dejó tumbada sobre su espalda y con su mano derecha la ayudó a incorporarse. Se quedó de pie desnuda delante de él.

Llevó su mano a su sexo para comprobar que seguía ardiendo.


- Hoy no te has portado bien...así que te voy a dejar así a ver si con el picorcito ahí se te olvida rascarte la pierna...


- No rey...


Él la cogió de las manos suavemente y le dijo


- Sí princesa...a ver si aprendes a controlar ese carácter que tienes. Hoy a la cama castigada y mañana ya veremos....Y estas manitas mejor que estén quietas. Entendido?


Y con un beso en la frente la mandó a la cama...ya tendrían tiempo de calmar esos picores...


Continuará...


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