¿Por qué bajamos las bragas?

 

Todas las "niñas" traviesas conocen las consecuencias de portarse mal, incluso cuándo ni tan siquiera aún lo han experimentado.

Una buena y caliente azotaina en el culo desnudo.

Pero, ¿alguna vez has preguntado por qué nosotros, los spankers, siempre terminamos por descubrir el culo?

Una razón obvia es el teatro erótico altamente cargado del ritual de desnudarse, un acto simple que simultáneamente puede inundar la mente de una niña traviesa con una mezcla embriagadora de temor, excitación y vergüenza. 

Podemos pensar que ese ritual es debido a que una azotaina en la piel desnuda duele más. Pero en realidad, una barrera de tela delgada rara vez tiene mucho efecto moderador, y desde luego la ropa interior moderna casi deja a más a la vista de lo que tapa, ya si es un tanga su efecto protector es cero. Por lo tanto, bajarlas con la excusa de la protección no es motivo, incluso cuando no protege nada (tanga) este acabará irremediablemente enrollado en los tobillos.

Una razón más convincente es que le brinda la oportunidad de confirmar su consentimiento. Cuando un spanker dice que se baje las bragas, le está ofreciendo una opción: puede acceder a sus instrucciones y mostrar su voluntad de someterse a su castigo inminente, o puede hacer valer su derecho a decir que no y poner fin al juego, hacerlo o dejarse hacer es una forma de dar consentimiento explícito.

Otra parte de la razón es, por supuesto, que los spankers tendemos a encontrar las nalgas y las áreas íntimas que se encuentran dentro tanto estéticamente hermosas como sensualmente excitantes. A pesar de que los spankers a menudo preferimos guardarnos nuestra apreciación para nosotros mismos, especialmente cuando necesitan proyectar una conducta severa y austera. Después de todo, una chica que va a ser castigada debería estar pensando en las consecuencias de su comportamiento  en su culo, no en lo bonito que se ve.

Pero quizás la razón más importante por la que te bajamos las bragas es porque nos permite ver qué tan excitada que estás.

Para nosotros, los spankers, los pequeños detalles importan. Notamos las manchas  dentro de tu ropa interior mientras las deslizas por tus muslos, y la humedad brillante de tu raja que haces todo lo posible por ocultar. Sabemos que la excitación previa al castigo es inseparable del acto de disciplina física. No es un mero efecto secundario, sino algo tan importante como el dolor que pronto experimentarás.

Un sexo mojado e hinchado le manda a un spanker un mensaje muy claro: deseo lo que va a pasar. Su excitación demuestra que en realidad necesita esta disciplina. Incluso podría  cuánto la anhela.

Los spankers inspeccionamos a los que ponemos sobre nuestras rodillas para evaluar cuánto dolerá realmente esta nalgada. Sabemos que cualquier chica que se incline con una raja goteante ya estará drogada con un cóctel embriagador de hormonas excitantes. El dolor inicial de la azotainapero  solo será una picadura transitoria, ese dolor pronto se transmutará en un una sensación confusa a medias entre el dolor, el placer y la relajación.

Cuando a una chica se moja, a sabiendas que la van a azotar, es que desea esos azotes

Soportar el castigo como una buena chica, es someterte sin aspavientos. Excitada, confusamente y aceptando.

Pero, ¿Que sucede cuando no hay anticipación previa?

Imaginemos que se produce una situación que exige de corrección inmediata, una mala contestación por ejemplo. La cogemos del brazo la tumbamos a la fuerza sobre nuestro regazo, desnudamos su culo a tirones y empezamos a azotarla. Muy probablemente no haya habido tiempo de asimilar y mucho menos anticipar y en ese momento, veremos un sexo relajado y seco, pero no por mucho tiempo. A medida que la temperatura de la piel del culo suba a causa de los azotes, el sexo también se enrojecerá y brillará de la humedad, es una reacción más tardía pero a veces más radical

 

Más que leer la mente leemos el cuerpo y sus señales. Un sexo desnudo es el peor chivato de lo que ocurre en tu mento

Y por eso, en parte, te bajamos las bragas.