Confusión

 

" Ahora mismo estoy, ruborizada, avergonzada, excitada, mojada y confusa"

Esta descripción de emociones y sentimientos durante un juego la he escuchado o leído unas cuantas veces. En esta entrada vamos a hablar un poco de esa última sensación o sentimiento: la confusión.

Este juego puede parecer muy previsible y de hecho lo es, hay cómo una especie de guión inevitable. Que empieza por una provocación o el incumplimiento de algo acordado y que termina en la consecuencia conocida. Visto así podría parecer incluso mecánico y repetitivo.  Pero ahí entra la habilidad del spanker, y curiosamente la previsibilidad del desenlace juega a nuestro favor. Puedes usar eso a tu favor para crear la sensación de juego "distinto" cada vez. Se trata precisamente de eso de confundir las expectativas.

Cuando una spankee te provoca o es consciente de haberse saltado una "norma" va a crearse una expectativa de reacción. La audacia del spanker va a ser la que puede crear ese sentimiento de confusión. Y eso se puede conseguir de muchas maneras. Con los tiempos por ejemplo. Si a la misma provocación respondes siempre de forma inmediata, llegará un momento que sea totalmente previsible, en cambio si juegas con el tiempo y a sabiendas que al final se va a producir el desenlace, no sabe cuándo y a veces la misma o parecida provocación tiene una respuesta inmediata y otras retrasada, ya estás generando confusión. La de no saber a ciencia cierta cuál va a ser la secuencia temporal de la respuesta a la provocación. 

Existen muchas otras maneras de generar confusión y aquí cada cual observando y conociendo las reacciones en su pareja de juegos debe explotar la que más resultado da.

Pero lo fundamental para mí, es el trasfondo de la confusión. Estamos hablando de un juego de intercambio de control y la sensación de confusión, es de las sensaciones más potentes a la hora de hacernos sentir, sin control de la situación. 

En la frase descriptiva de sentimientos, si nos fijamos ya se nos habla de sentimientos confusos: vergüenza y excitación. Hay que saber jugar con eso, sabe que va a llegar, eso no lo podemos cambiar, pero si podemos jugar con el cuándo, dónde y cómo, lo cual nos da posibilidades infinitas, para no caer en la previsible, rutinario y mecánico. Además la confusión también puede resultar increíblemente excitante.