martes, 14 de septiembre de 2021

Y tú? Qué sacas de esto?

 




La pregunta me desconcertó. Estábamos en la cama, ella tumbada boca abajo, su culo muy rojo y caliente, yo lo llevaba un rato acariciándolo y masajeandolo, giró su cabeza para mirarme, su cara, su expresión transmitía una mezcla de relajación profunda y placer


"Cómo me estás mirando, es un buen ejemplo, par responder tú pregunta"


Ella sonrió y me dijo

" Ya, pero yo lo vivo tan intenso, lo siento tan excitante y me siento tan bien ahora, que me cuesta entender, que sentís vosotros, a veces hasta me siento un poco egoísta, dime qué sacas tú?"


Nunca nadie me ha había hecho esa pregunta antes, ni tan siquiera yo a mi mismo, me parecía tan obvio, que en aquel momento no supe que contestar más que cuatro incoherencias para salir del paso y seguir. Después pensé en ello, pero hasta hoy tampoco he ordenado esas respuestas, así que voy a intentarlo.


-Confianza.


Para que alguien te ceda el control y la capacidad de decisión en determinados momentos, una capacidad de decisión que afecta a su cuerpo, ese alguien debe confiar en ti ciegamente, tener la absoluta seguridad que no le vas a dañar ni física, ni emocionalmente. Que vas a ser el guía por un viaje, que va a recorrer las zonas más íntimas de su cuerpo y mente y también las más oscuras y que después vas a saber devolverla sana e intacta al punto de origen. Sentir esa confianza, alimenta la confianza en ti mismo y puede ser embriagador.


Bueno, para empezar tengo que admitir que es una especie de viaje de poder. Así como a muchas mujeres les encanta sentir que están siendo controladas, me encanta la idea, o al menos pretender, que una mujer atractiva e inteligente me haya entregado el control, que esté sujeta a mi voluntad, sostenida sobre mi rodilla. y obligado a someterme a castigarla todo el tiempo y tanto como quiera. Por supuesto, uno está limitado por palabras seguras, por compasión, por la propia sensibilidad hacia su lenguaje corporal e intuyendo cuánto puede tomar, etc., pero el sentimiento de poder siempre está ahí y es muy fuerte, a veces casi embriagador.

- Vinculación.

Creo que la inmensa mayoría hemos tenido alguna vez, una relación sexual con un perfecto desconocido, alguien que simplemente nos ha provocado atracción física si más. Estoy convencido que nadie podría tener un juego como el spanking con sólo sentir atracción física. Se necesita un tipo de vinculación. Necesitas sincronizar gustos, lo que implica confesarlos, comunicarse, descubrir, ver que otras necesidades si las hay, entran en esa ecuación y eso sólo para empezar. Una vez dentro aún tienes que explorar más. Estamos ante un juego teatralizada, dónde nada es lo que parece, se pueden dar situaciones en las cuales el mensaje recibido significa totalmente lo contrario a la literalidad. Advertencias, amenazas, provocaciones, intentos de escapar, súplicas, etc. Que muchas veces en realidad pretenden la reacción contraria, llegar a entender esos códigos de seducción e incitación a ejercer pasa necesaria por una vinculación y una consistencia en la relación y no tiene porqué ser una relación afectiva al uso.

- El spanking es un arte

A riesgo de sonar pretencioso, creo que el spanking tiene un componente de perversión, pero también de sublimación artística. Es aquello de que todo el mundo sabe dar azotes, pero no todo el mundo sabe conseguir algo más que dolor a través de ellos. Un juego de spanking, tiene cierto parecido a una obra de teatro, a escribir un libro, a pintar un cuadro o tocar un instrumento musical. Hay que poner los cinco sentidos en ello.

Para un spanker hombre, no hay parte más bonita del cuerpo de una mujer, que su culo. Un culo redondo, suave, con esas curvas. Pues es fácil imaginar el placer visual cuando está expuesto y ofrecido, para que le des el uso, que estimes conveniente. Luego encima es como un lienzo en blanco, que colorear y hay ahí un punto de placer visual, que al menos a mí me encanta. Ver cómo va cambiando de color, cómo puedes modular esa coloración y después admirarlo. También tiene ese placer visual otras aristas, movimientos, tensiones visibles de ciertos músculos, la carne que se ondula a cada azote...que además te dan mucha información

La parte auditiva es también muy placentera, al concierto de percursion con sus variaciones, desde el sonido nítido en inconfundible de piel contra piel de la mano, pasando por el sordo de la madera o esos otros que son como un pequeño estallido, precedido de un silbido en el aire de los instrumentos de cuero, se añade un coro de respiraciones, suspiros, jadeos...que juntos conforman una sinfonía que tú diriges y puedes variar ritmos, acelerar o ralentizar, con sus pausas y silencios.

La parte táctil. Tener un culo "virgen" desnudo, entregado y expuesto y no acariciarlo es prácticamente imposible, cómo lo es no comprobar a través del tacto todos los cambios que se producen durante el proceso, temperatura, textura. El goce del tacto en el spanking es de una potencia sin igual.


-Ritual.

Todos los juegos de spanking tienen un elemento ritual. Dos personas adultas e iguales, que llegado un momento se meten en un juego de intercambio de control, dónde uno de ellos ejerce de autoridad y el otro se somete a esa autoridad. Ese proceso necesita de un ritual de paso, incluso en los juegos más espontáneos se da, es más si se puede dar así espontáneamente es porque hay un ritual previo y casi constante. Esa parte de ritualidad, es muchas veces la gasolina que hace funcionar todo, es un juego constante de seducción y provocación muy diferente al del sexo convencional, que hace que el juego esté siempre latente, aunque parezca que esté hibernando. Eso te obliga a trabajar mucho la imaginación y a estar muy pendiente de tu pareja de juegos.

Dentro de este juego ritual, el pudor y la vergüenza juegan un papel capital. Nada tiene que ver con la humillación o vejación gratuita, dudo que ningún spanker disfrute de eso. Pero mujer ruborizada, mujer rendida. La vergüenza y el pudor en los juegos tienen la capacidad de ser catalizador hacía la desinhibición y ese es el objetivo de potenciarlas durante el juego, también son muy útiles para liberar la mente, empequeñecer desresponsabiliza, así que sólo cabe disfrutar sin complejos 


Azotes y sexo


Quizás debería leerse "Sexo en el spanking" ya que no me estoy refiriendo al sexo posterior a juegos, me refiero a ese sexo que va implícito al spanking. Es un sexo diferente, no genital, pero a quién nos gustan los azotes, es indudable que en el acto hay una sensualidad, un erotismo y una sexualidad. Es curioso pero muchas mujeres sienten a veces en el sexo convencional que son usadas, eso puede ser incluso excitante si hay consentimiento y deseo de sentirlo, pero no siempre es así. Las amantes del spanking sienten, que en el juego hay un componente de cuidado, atención y altruismo por parte del spanker siempre. Además entre ambos hay conciencia clara de excitación erótica del otro y sentirse deseado y con la capacidad de excitar al otro, es muy gratificante. 

Pero si tengo que quedarme con algo, todo este rollo que os acabo de soltar no sirve de nada. Si tengo que responder de manera simple a la pregunta, vuelvo dónde he empezado. Ver esa cara, con esa medio  sonrisa de placer y medio somnolienta, mientras acaricio ese culo rojo, caliente y palpitante que acabo de azotar, no tiene precio. 


  

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