jueves, 22 de julio de 2021

Fetiches dentro de un fetichismo

 



Jillian Keenan decía en uno de sus videos, que no hay nada más aburrido para un "spanko" que un sex-shop y bueno algo de razón tiene en especial cuando se trata de juguetes específicos para azotar. Creo que muy mayoritariamente somos fans de los instrumentos "pervertibles" o lo que es lo mismo. Aquellos que no están diseñados ni pensados inicialmente para azotar, pero que sin embargo, en nuestra mente, ese es el principal uso que les vemos. 

Además de toda la parte fetichista asociada a ellos, tienen una ventaja, no tienen porque estar escondidos en el fondo de un armario, pueden estar perfectamente a la vista que nadie se va a extrañar de verlos ni va a  preguntar. Incluso muchos de ellos pueden tener ese doble uso. Eso no significa que podamos tener alguno específico para azotar, siempre suele haber alguno que nos llama especialmente la atención, pero al final una de las ventajas de esta fantasía es que no necesitas tener un cajón de juguetes "especiales", lo cual le da también un toque de espontaneidad muy interesante. Os voy a compartir los testimonios de una web anglosajona, al respecto de este tema de los instrumentos pervertibles y cómo veréis la parte mental está muy presente siempre.


"Siento un escalofrío recorrer mi columna. Cuando un hombre toca su cinturón. Si se lo desabrocha entonces tengo que salir de la habitación, aunque sepa que sólo lo hace para estar cómodo".


"Mi mente simplemente vuela cuando veo el cinturón de un hombre. También me sucede cuando veo a alguién como un maestro o un jefe dar ordenes con los brazos cruzados o las manos apoyadas en las caderas. O incluso en ciertos tonos de voz o expresiones faciales. Algunas personas parecen naturalmente estrictas sin darse cuenta".


"Siempre que alguien menciona la palabra "castigo o azotes"  en un conversación, siento un inquietud húmeda. Un subidón de adrenalina, es como si de repente desapareciera mi ropa y estuviera desnuda. Me siento avergonzada y excitada. Eso también me pasa con algunos objetos cotidianos como: cepillos, cucharas o cinturones".


"Siento lo mismo que el comentario anterior con las palabras; castigo y azotes, es como si todo el mundo me mirara".


"Me encanta la sección de cocina de los bazares. Siempre que voy a  uno me entretengo ahí. Miró los diferentes objetos (cucharas, espátulas.....) Mi corazón se acelera y me siento perturbada y excitada. Lo mismo me pasa en la sección de cinturones de hombre de una tienda, me hipnotiza hasta el olor".


"Nunca voy al departamento de cepillos para el pelo, las emociones son demasiado fuertes"


"De un tiempo hacía aquí, me fascinan las raquetas de playa, en especial las que tienen unos pequeños agujeros..."


"Que tema más fascinante, recuerdo mis primeras incursiones temblorosas y ruborizada en una tienda de objetos de peluquería eligiendo entra varios cepillos. O lo fascinada que me quedé en un viaje a Nueva York, cuando al abrir el armario había un calzador recubierto de cuero y un cepillo para la ropa".


"Hace tres años compré un cepillo de pelo en una tienda. El vendedor me miro extrañado y sentí cierta vergüenza ¿había adivinado mis intenciones? luego caí que soy calvo " (eso me pasa a mi).


" Una vez fui a una ferreteria a buscar una bombillas, pero me quedé fascinada delante de la sección de cocina, tanto que el vendedor me hablaba y no me percaté hasta que me  puso la mano en el hombro y volví al mundo. A veces me doy yo misma un cachete en el culo cuando estoy desnuda, realmente no busco nada físico, pero ese sonido me fascina".


"Trabajo como administrativa en una empresa de arquitectura, una vez tuve que ir a una empresa que colabora con la nuestra a por unos planos y me hicieron pasar a un despacho, allí junto al monton de planos había una regla de madera debía hacer un metro o más, creo que el arquitecto se debió percatar de mi rostro rojo mirando de reojo la regla".


"A veces fantaseo con mi monitor del gimnasio, no me atrae para nada, pero tiene una actitud, que me perturba mucho, tiene autoridad y no duda en regañarme o exigirme un poco más y eso es superior a mi".


"Cuando voy a casa de amigos y conocidos, siempre me fijo en dónde tienen los cepillos o las cucharas y como son, no puedo evitar pensar ¿ellos también jugarán?


Estos son algunos ejemplos, de la potencia de la mente en los juegos y cómo se asocian vivencias, deseos y fantasías a instrumentos, actitudes o incluso sonidos. Y la pregunta es ¿A vosotros también os pasa? 



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