martes, 20 de abril de 2021

Desde mi rincón (Por T)

 




"Imagino que entre quienes compartimos este gusto, ha sido muy importante en su creación, una herencia cultural, creo que las más de las veces por un mera cuestión "oral". Todos hemos escuchado anécdotas o historias, de nuestros padres o abuelos sobre la disciplina tradicional y la rara inquietud indefinida que nos provocaba escuchar estas historias. Además añadiría que quienes cómo yo nacimos en los años 80 y por lo tanto nos escolarizamos en esa década, somos la última generación, que ha vivido y conocido ciertas formas de impartir disciplina que posteriormente han ido desapareciendo paulatinamente.

En el centro en que cursé educación primaria ( centro religioso concertado) todavía en aquel tiempo eran rutina formas de corrección, como copiar líneas o un texto, a los comportamientos fuera de norma. Luego de adulta, algunos de estos "castigos" se han reproducido eso si erotizados.

Pero tal vez, el que más impronta me dejó, fue uno muy practicado por una profesora en concreto, que era enviarte un tiempo determinado cara a la pared o al rincón. Por ejemplo, aquella profesora te pillaba interrumpiendo o no prestando atención y seguía un ritual, que a mi me provocaba mucha confusión. Te llamaba, te hacia ponerte en pie en tu pupitre, te regañaba por la falta y a continuación, te enviaba cara a la pared, por un determinado tiempo, que podían ser unos minuto o el resto de la clase. La primera sensación inicial, era de vergüenza, incluso de frustración por haberte dejado cazar, pero esas sensaciones variaban siempre, a veces incluso lo viví como un triunfo, y hacía el paseo desde mi pupitre a mi destino orgullosa y altiva. Una vez allí, el aburrimiento es la primera sensación, pero poco a poco se va transformando en orgullo, el orgullo de ser el centro de atención del resto de la clase. Este tipo de imponer disciplina terminó a partir de cierta edad 10 o 11 años e incluso alguna vez llegué a provocar esperando, ese castigo posteriormente sin conseguirlo.

Cuando empecé a tomar consciencia de mi gusto "especial" y con ello a buscar información, leer historias, ver videos y demás, fue cómo redescubrir el rincón, aunque en aquel momento, no era capaz de verle erotismos cuando lo imaginaba aplicado a mi, más bien al contrario, me parecía algo que cortaba el rollo.

Todo cambió el primer día que redescubrí el estar "cara a la pared", lo puedo recordar como si fuera ayer. Su voz firme, su orden y mi rendición absoluta, simplemente obedecí y me fui con mi orgullo a la altura de mis bragas, que estaban en mis tobillos caminando torpemente al rincón, con el culo en llamas después de una larga serie que incluyó mano y cinturón. No sabía ni como ponerme, hasta que escuché : "manos en la cabeza y posición de firmes"...Mi cabeza centrifugaba en aquel momento, sentí esa primera sensación de vergüenza de mi recuerdo escolar, con el añadido que ahora era  una adulta que encima mostraba su culo rojo. Aquello dio paso al aburrimiento, aburrimiento y el calor en mi culo, pero a los pocos minutos fue cambiando, y volví a sentirme centro de atención y algo más; objeto de deseo. Me lo imaginaba allí tras de mi mirándome con deseo y el calor de mi culo se fue extendiendo por todo mi cuerpo hasta darme cuenta, que nunca había estado tan mojada antes.

Después de aquellas veces, he visitado el rincón muchas más , en muchas formas: de pie, de rodillas, con las manos en la cabeza, detrás de la espalda sujetando el vestido o la falda levantadas. Antes, durante y después de los azotes. En la intimidad o incluso parada frente a un árbol en plena naturaleza. Las sensaciones también han ido variando, la vergüenza sigue estando presente, como mi pasividad y es que el rincón siempre anuncia algo: una inminente azotaina, un cambio de algo (posición, instrumento...) o no pocas veces también anuncia el sexo, pero siempre significa un cambio, lo que nunca cambia, es que el rincón lo tengo asociado a dos reacciones en mi cuerpo. Mi culo rojo y en llamas y mi coño mojado.

4 comentarios:

  1. Súper interesante aporte. Gracias.
    Leyéndote se me viene a la cabeza la comparativa entre este rincón que describes, el del universo spanko, y al que estoy más acostumbrada en el bondage. Por usar un anglicismo muy de moda en mi mundillo profesional, el timing es tan distinto, que merece un estudio.
    Según te leo, percibo que este rincón, es una parada en el tranvía de las sensaciones, un receso donde se deja que la imaginación tome la delantera a las sensaciones. Es, por así decirlo, el triunfo de la incertidumbre imaginativa...
    En el bondage, en cambio, con el rincón se busca la entrega. Permaneces en el rincón hasta mucho después de que las mariposas hayan volado... estás tú, tu aburrimiento, el entumecimiento y las cuerdas...
    Según voy haciéndome algo más madura,veo que el bondage por sus tiempos y exigencias es más para las jóvenes... que una cada vez está menos para posturitas y eternidades... ;D

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    1. Pues razón llevas, yo no conozco el rincón en el bondage, pero en el spanking es siempre una transición, digamos que dentro de un ritual, indica algún cambio y siempre crea incertidumbre y por extensión imaginación y anticipación, aunque depende mucho del momento que se haga, no es lo mismo hacerlo antes de los azotes, que después. Antes la carga de incertidumbre es muy importante, después es más como un momento de soledad de la persona con sus sensaciones, como un primer paso del retorno a la normalidad y durante generalmente también hay una carga importante de incertidumbre, muy probablemente ese rincón sirva para introducir un instrumento por ejemplo. Eso si para mi gusto los rincones en el spanking deben ser cortos, entre 5 y 10 minutos. Un exceso puede enfriar el juego.

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  2. Esa sensación que se sentia cuando te castigaban cara a la pared la describes maravillosamente, a mi me pasaba exactamente lo mismo con el añadido de que socialmente ser "hombre" lo hacia aún mas humillante y excitante a la vez. Muy buen post. besos.

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    1. Bienvenido y gracias por el aporte ¿crees que el hecho de ser hombre lo hace más? yo creo que quizás hace 40 años si, hoy en día lo dudo. Un saludo

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