Disciplina: Conjunto de reglas de comportamiento para mantener el orden y la subordinación, cuyo cumplimiento de manera constante conducen a cierto resultado.
Cuando la gente oye la palabra disciplina, inmediatamente y sin ser conscientes de ello, se sienten incómodos, atacados, piensan en castigos, restricciones, cambios de conducta, normas, cumplimiento…y eso les incomoda mucho. A mí también eh, en mi vida diaria que alguien que yo no quiera intente imponerme disciplina, me saca de quicio.
Pero ay… ¿qué pasa cuando esa disciplina viene impuesta por alguien que yo he elegido y a quién he cedido el control de la situación? Pues que se convierte en la libertad más absoluta. Contradictorio, puede parecerlo pero voy a intentar explicarlo. Pondré un ejemplo, cuando trabajas en una cadena de montaje de cualquier fábrica, hay unos movimientos que debes hacer, al principio hasta que los aprendes vas un poco perdida, pero a la que le pillas el truco sale de manera automática ¿verdad? Tanto que habrá días en los que al acabar el turno, no sabes ni cómo lo has hecho. Sin darte cuenta has asimilado tu sitio, tu obligación, tu mente se queda en blanco y puedes disfrutar de momentos de tranquilidad dentro de esa monotonía.
Para mí, ceder el control y someterme a la disciplina que me proporciona mi spanker se parece mucho a ese ejemplo. Saber que estoy en manos de alguien que se preocupa por mí que va a proporcionarme un momento de desconexión mental tan profundo es la cosa más maravillosa que he podido llegar a encontrar en mi vida. Siempre he pensado que la parte spankee o sumisa como me consideraba antes, es la fácil. Muchas críticas me llevé por decirlo en alto, pero ahora sigo pensándolo, el privilegio que tenemos de poder ceder el control completo a las manos de nuestro compañero de juegos es algo que llega a rozar lo egoísta. Lo reconozco, me encanta.
Hace un tiempo escuché a alguien decir que había personas que necesitaban a alguien a quién seguir, se sienten más seguros y se vuelven menos agresivos y más productivos. Yo estoy segura de ello. Aunque en mi vida diaria sea la responsable de llevar hacia delante mil y una cosas y sea yo quién imponga la disciplina, al final del día quién me gusta encontrar en casa es alguien en quién puedo delegar todo ese trabajo, esa responsabilidad, que sea él quién me imponga disciplina a mí, quién me haga desconectar la mente de manera automática.
En mi caso particular, necesito de tareas repetitivas para entrar de lleno en el juego, ya sea una contestación borde que desencadene una discusión que acabe en reprimenda y azotaina, un castigo tipo copia, una humillación seguida de castigo, etc aunque también puedo disfrutar, y mucho, de un juego que nace de la nada. Para una persona que usa el spanking como una manera de liberación, la disciplina es algo muy importante, necesitas ver autoridad en quién está delante de ti, hacerte sentir que no hay más alternativa que la que te está dando, por mucho que te resistas, que lo harás, no hay más camino que ese. Ver la duda en sus actos hace que te sientas insegura por eso debe imponerse y tú resistirte a esa imposición a la que él no puede ceder hasta que llegues al límite cuando todo estalla con el contacto de su mano o cualquiera de los instrumentos que haya elegido ese día para ese fin. Ahí es cuando te liberas, sientes que estás siendo castigada y cumpliendo ese castigo se te perdona todo lo que has hecho mal.
¿No te has portado mal?, claro que no, pero todas tenemos algo dentro que nos hace sentir como si necesitáramos que nos perdonaran en algún momento, expiar alguna culpa, sentirnos niñas otra vez, saber que en ese momento podemos gritar, pelear, contestar, rebelarnos porque alguien se va a encargar de proporcionarnos la disciplina que necesitamos.
Puede parecer una tontería, pero si lo pensamos fríamente los juegos nos ayudan en cierta manera a curar “dolores” mentales ya que el dolor físico deja una marca que puedes ir viéndola desaparecer, controlando su tamaño, viendo cómo cambia de color y finalmente desapareciendo. ¿Quién no querría un tratamiento igual de efectivo para cualquier otra cosa?
Por tanto cuando alguien menciona la palabra Disciplina delante de mí, lo que yo imagino es un desierto, enorme, solitario en el que poder respirar profundamente y sentirte libre.
Realmente sentimos la urgencia de ver la necesidad de rendirnos.
ResponderEliminarA la autoridad firme, benevolente, gentil, intransigente y cómplice del otro.
Y encontrarse bajo su "yugo" completamente libre.