jueves, 1 de octubre de 2020

Cargas pesadas.

 



Hoy toca una entrada más profunda, ya lo siento, para el que entre buscando tal vez algo más excitante, pero ya sabéis que de vez en cuando, me gusta eso de bajar al pozo.

Hace un par de días le preguntaba a alguien que estuvo hace poco haciendo voluntariado en el tercer mundo, si había visto alguna vez allí en su destino correr a alguien por gusto, su respuesta fue que no: "ni por gusto ni sin gusto" y es una respuesta muy interesante. En el tercer mundo sólo se corre por un motivo: sobrevivir, vamos o bien para huir de un peligro real o bien para tener acceso a lo básico.

En occidente con lo básico cubierto, con agua potable fluyendo solo con abrir el grifo, fría o caliente, con la nevera llena y con relativamente pocos peligros, corremos de otra manera: simbólicamente. De hecho nuestro día a día es correr, correr para llegar al trabajo, correr en el trabajo, correr para hacer las tareas de casa, correr y correr sin correr, el resultado es que mucha gente cuando termina su día corriendo simbólicamente necesita de correr físicamente para quemar energía acumulada. En el tercer mundo correr sin beneficio es malgastar energía que puede faltar. Dicho de otra manera, el estrés genera sufrimiento pero es un sufrimiento sin motivo, el estrés no duele, por eso tanta y tanta gente en occidente tiene la necesidad de sufrir físicamente, como forma de aliviar el dolor simbólico de nuestro ritmo de vida, solo se puede sentir alivio si antes se ha sentido sufrimiento, dolor.

El ejercicio físico es una manera de conseguir ese objetivo, pero siempre a medias, hacer ejercicio provoca gastar energía, un chute de endorfinas, pero no cubre aspectos emocionales, uno puede estar en perfecta forma y saludable, pero sentirse totalmente vacío pasado ese momento de subidón del corredor.

Tal vez una de esas formas sea a través de los juegos y voy a intentar explicarme. Los juegos por como son requieren de una serie de condicionantes, que consciente o inconscientemente se dan.

-Hay un punto de sufrimiento en ambas direcciones, en una es obvió, en la otra va enfocado al autocontrol y la responsabilidad.

-Permite explorar distintas dimensiones de uno mismo, o lo que es lo mismo escapar a tiempo parcial del yo social (Uno jugando puede desafiar, obedecer, ceder el control, rendir cuentas simbólicamente, incluso regresionar a tiempos y edades ya superadas.

-Y esa exploración emocional va asociada a la vez a una exploración corporal o,sea hacer del simbolismo carne a través de las propias sensaciones corporales.

-Conocer nuevos placeres, como el placer de complacer

-Y hacer de la excitación no el camino para llegar a un fin, sino el fin en si mismo.

Pero para mi tal vez lo mejor que tienen los juegos es que te permiten liberarte por un tiempo de la  más pesada de las cargas, esa que te dice que tienes que ser tu mismo y que juzgan los otros y esto me lleva a recordar otra frase que me dijo alguien una vez:

"Lo que más me gusta de jugar, es que depende del  día puedo ser una niña de 6 años,  una preadolescente insoportable de 13 o una jovencita de 17 que cree haber inventado el mundo y todo eso puedo hacerlo sin dejar de sentir como la mujer adulta que soy".

Hoy cuando volváis a casa seguro que encontráis gente corriendo, en bici o yendo al gimnasio, si preguntaseis la mayoría os diría que lo hacen porqué les gusta, por ponerse en forma, por una cuestión estética....la mayoría lo hacen para huir, para huir de si mismos, anestesiarse de dolor y luego sentir el alivio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

"

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...>