jueves, 24 de septiembre de 2020

El arte de regañar.

 



Así se titula el video que os voy a compartir al final del texto. Pero antes quiero escribir algo sobre un tema que me sirve de excusa para compartir el video.

Personalmente considero el spanking como un juego erótico y emocional, que también puede ser sexual, pero no obligatoriamente o al menos dentro de una sucesión de acontecimientos cronológicos. Creo que es así para todos los que compartimos esto, lo cual no significa tampoco que se descarte. Simplemente que en el juego hay una carga emocional y por supuesto erótica que va más allá de lo estrictamente sexual.

A través de otro video publicado por Jillian Keenan, se abrió un debate interesante, con una pregunta que suele surgir en este tipo de debates ¿realmente los azotes son un castigo, para quien los busca?. Hubo respuestas de todo tipo, quien creía que no, que era un premio o al menos salirse con la suya y había que opinaba que si, que puede serlo en determinado contexto y momento. En lo que si hubo consenso fue en algo que resulta muy contradictorio, la mayoría muy mayoritaria afirmó, no disfrutar de la acción de los azotes pura y dura, los definieron como dolorosos, pero a la vez como  un paso necesario, como  una catalizador que hace de cemento de unión entre la emocionalidad y el erotismo, si falta, eso no se une.

Y aquí es donde aparecieron los adjetivos, relajación, alivio, excitación, paz, desconexión y también atributos emocionales: "alguien que se preocupa por mi, poder empezar de cero....". Surgió también la pregunta en el debate si realmente se puede "corregir" , "modificar" o "estimular" algún tipo de cambio, consecución de reto o meta a través del juego y la conclusión general fue que no, que eso solo se va a producir si realmente hay intención propia y que en este caso el juego, sólo representa el apoyo de otra persona a esas ganas propias de lograrlo y en eso estoy totalmente de acuerdo y en más de una ocasión lo he comentado.

Y es ahí cuando apareció una figura dentro de la teatralización que es un juego, que si resultó muy interesante: los regaños, la forma de hacerlo y la potencia tanto emocional como erótica de regañar.

¿Alguien se imagina un juego  sin aunque sea un pequeño sermoncito? Yo creo que no, aunque no sea al principio. La potencia de las palabras es tanta, que yo recuerdo el caso de una spankee de muchísimo carácter, que se convertía en gatita obediente sólo con las palabras. Pero como todo, es algo que requiere de tiempo, práctica y dar con los resortes de cada persona, para conseguir el mismo efecto.

Un regaño debe ser creíble, por lo tanto con autoridad, pero desde el control y la tranquilidad, no debe parecer que estás enfadado, el enfado o la confusión con el enfado, podría hacer aparecer el miedo y lo que no queremos es miedo al castigo, el castigo es solo la consecuencia, su aceptación depende mucho de la autoridad moral que le des con las palabras, es lo que da significado al castigo. Hay un motivo, claro, indiscutible y justo. Para mi y también hablo desde la experiencia es de las cosas que más respeto da, debes estar preparado, no hacerte un guión artificial, pero si tener claro que quieres decir, y aunque la otra parte es interactiva y puede intentar variarte la idea, si tienes claro lo que quieres decir y te mantienes firme seguramente poco a poco irá bajando la intensidad de la réplica.

El regaño en si es un ritual, que tiene que aunar dos cosas, ese mensaje moral que es básico para meterse en el juego y el erotismo. Por eso determinadas actitudes ayudan a conseguir eso. Por ejemplo, hacerlo desde una posición de superioridad, quien escucha de pie y quien habla sentado por ejemplo, ya que no estamos hablando de un debate o discusión y tiene que tener un punto de anticipación, vamos que quede muy claro que después del regaño vendrá el castigo, lo cual generará una tensión erótica y juntaremos esa idea de mensaje moral+tensión erótica.

Para mi uno de los objetivos principales del regaño, es crear tal tensión, que el castigo sea un alivio a esa tensión, en plan ahora me puedo relajar y sentir. Pero para gustos los colores. Pues os comparto el video, que al final dice una frase en inglés que sería el equivalente a esa frase en castellano tan odiada por las spankees "esto me va a doler más a mi que a ti..." ¿Qué pensáis vosotros de los regaños? ¿Es  un arte regañar?.

Recordad que para activar subtítulos hay que ir a la ruedecita y seleccionar la opción de traducir automáticamente más el idioma. 




4 comentarios:

  1. Regañar es un arte, sí, totalmente de acuerdo, no todo el mundo vale para hacerlo. A mi personalmente me encanta que me regañen, como creo que a la mayoría de spankees. Que por cierto, tengo una entrada preparada de las regañinas para subir a mi blog. jijijiii
    Vaya conexión, cuando he leído tu entrada. xD

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  2. Leí su artículo sobre reprimenda y regañamiento en nuestros juegos de azotes y lo encontré excelente. Agradecimiento

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