Anhelo (por Nadia)

Nadia es una chica canadiense francófona que tiene un blog muy interesante, lástima que se prodiga poco al escribir, porque todo lo que escribe me parece muy interesante y con talento para transmitir. Así que hoy os dejo una traducción de una entrada  titulada originalmente como "Je désire" y que yo he traducido libremente como: anhelo.

"Desde muy joven, adolescente, he sido siempre una chica responsable y correcta. Tal vez eso unido a que suelo mostrar seguridad en todo lo que hago, ha transmitido fuera de mi una imagen que a veces puede parecer  un poco arrogante. Nada más lejos de la realidad de mis deseos y anhelos internos. Mi imagen exterior tampoco ayuda, sin gustarme para nada destacar y muy a mi pesar he destacado por mi aspecto físico, no soy de vestirme especialmente provocativa o sexy, pero si me gusta sentirme bien y aunque mi indumentaria preferida son unos vaqueros y una cola de caballo, he resultado atractiva a los hombres. Eso me ha generado una contradicción muy frustrante, no pocas veces he jugado a manipular a mis parejas, no con mala intención ni mucho menos, al revés mi anhelo era que alguno se impusiera y no sucumbiera a mi seducción, por eso me frustraba tanto cuando eso no sucedía.

Y es que toda esa imagen que transmito choca de frente con mis fantasías. Ya de muy joven imaginaba en la cama que podía volver a ser niña otra vez. Fantaseaba con la imagen de hombre seguro, tranquilo, cariñoso, pero a la vez firme, estricto, con el cual todos mis trucos no tuviera efecto. Un hombre que al llegar a casa me hiciera olvidar todas las preocupaciones cotidianas de mi auto exigencia y las frustraciones del día a día. Un hombre que llegado el caso soportara estoicamente mis pataletas, mis travesuras, mi falta de constancia conmigo misma.

Pasé muchos años imaginando una escena muy concreta. He tenido un mal día, tengo ganas de llorar y nudo en la garganta, llego a casa y allí está el, me pongo insoportable, caprichosa, demandante, estúpida, hasta que colmo su paciencia y en vez de decirme "que te pasa cielo" o "cálmate mañana será otro día" o "date un baño relajante y te preparo algo para cenar" no, nada de eso. Harto me coge del brazo, forcejeamos y no se como acabo en su regazo, es fuerte no puedo librarme de el y entonces comienza a azotarme como a una niña pequeña, al principio me siento ultrajada, tengo ganas de patearle la espinilla, pero de repente me calmo, no puedo escapar, ni luchar, solo relajarme y sentir. En un determinado momento me empieza a quitar ropa, y cuando noto mis bragas descender y el aire que acaricia mi culo algo caliente ya, mi cabeza se cortocircuita, vergüenza y excitación, el sigue tiene una mano firme de hombre, cada vez los azotes queman más, noto el calor en mi culo, pero ya no puedo hacer nada, mi cabeza se queda en blanco, solo sentir, no se cuando va a terminar, si va a usar, un cepillo o su cinturón, siento mi culo arder y un hormigueo que se irradia entre mis piernas, para y entonces siento como estoy tan mojada, que con un roce tendría  un orgasmo. Entonces se para, me manda al rincón, ya no pienso simplemente voy, siento su mirada detrás, estoy ridícula, con las bragas en los tobillos y mostrando el culo rojo, pero toda esa tensión ya no está en  mi cabeza. Entonces siento la necesidad de pedirle perdón por mi actitud, avergonzada y cabizbaja rompo la última barrera, le pido perdón tragándome el orgullo y le doy las gracias, me da vergüenza pero me siento libre. El me abraza me perdona, me entierro en su hombro, lloro y esas lágrimas parecen arrancar todo lo malo que acumulo, es como una limpieza, entonces el me toca, descubre mi excitación y sonrié maliciosamente, yo también me río, me río de mi misma, me siento bien y preparada para otras cosas.

Durante años, esto permaneció escondido para el resto del mundo, hasta que un día no pude más, rompí con mis miedos y di el paso a hacerlo realidad. Aunque si lo supiera mucha gente que me conoce se sorprendería quizás es que no me conocen":