sábado, 2 de febrero de 2019

Salir de la zona de confort.




Ciclotímia así se llama a la constante y normal fluctuación que tenemos todos, entre estados de ánimos positivos y negativos, es normal pasar por épocas optimistas a las que siguen épocas pesimisitas y viceversa. Lo que pasa es que esos pasos normales de una a otra suelen tener una transición, no suelen pasar del día a la mañana, salvo que suceda algo que lo justifique.

Aquella tarde cuando llegué a casa, desde el primer minuto noté algo raro, no es que estuviera borde, contestona o rebelde, más bien es como si estuviera "en la parra" distante, monosilábica en las respuestas, o incluso despistada respondiendo algo que no tenía que ver nada con lo que había preguntado. Vamos encerrada en su mundo. La confianza y conocerse es lo que tiene, así que enseguida imaginé que por su cabeza rondaba algo, pero tampoco quise apretar, ya es mayorcita y si necesita algo, no es cuestión de andar siempre tirando de la lengua, así que no hice nada, me limité a seguir con total normalidad y si no hablaba yo tampoco. Cenamos y después de cenar ya en ese rato digamos que extra que nos regala el día, se soltó, además como es ella de forma directa sin darle muchas vueltas.

-Hoy hemos tenido la reunión.
-¿Y?.
-Que aceptan mi propuesta, que desde el año que viene se va a hacer según mi idea.
-Joder!!!!!!!!!! eso es genial!!!!!!!!!!!
-No se
-¿Como que no sabes?
-No me hagas caso.
-No eso no vale, osea no puedes soltarme algo y cortar, así que "casca".
-Pues que quieres que te diga, que ahora me pesa la responsabilidad.
-A ver, por partes, estos días atrás cuando me contaste que ibas a proponer ese cambio, tu palabra era: "ojalá". Y ahora que lo has conseguido tienes cara de fracaso
-Es que una cosa, es un planteamiento y la otra una realidad. Ahora es una realidad, bueno en unos meses.
-Mejor así te da tiempo a asumir esa realidad, que por cierto tu querías.
-Una cosa es querer y la otra tener.
-Chica, yo a veces no te entiendo, osea llevas no se cuanto tiempo quejándote del sistema, que iríais mucho mejor a tu manera y ahora que lo consigues, parece que sea un cruz.
-Puffff lo ves porque no quiero hablar contigo, no vale la pena.
-¿Lo dices en serio?
-Si, osea no te cuento esto, para que me regañes.
-No te estoy regañando, si lo estuviera ya te hubieras enterado.
-Pues me lo parece.
-Pues te parece mal
-Vale lo que tu digas.
-No me des la razón como a los tontos
-¿Y que quieres que haga? ¿Discutir? Paso, bastante me estoy comiendo la cabeza ya, me voy a la cama.

Se levantó, cogío la botella de agua.

-¿Donde vas?
-A la cama
-Así solucionas los problemas siempre huyendo
-No EMPIECES!!!!
-Ni tu levantes la voz que estamos hablando muy tranquilos.

Yo había puesto las piernas entre el sofá y la mesilla, con lo que no podía pasar si no era bordeando la mesilla, lo cual podía hacer perfectamente y la verdad de haberlo hecho muy probablemente la hubiera dejado irse a la cama a veces dormir basta para ver las cosas desde otra perspectiva, pero se encabezonó en pasar.

-Déjama pasar va.
-Ya puedes pasar

Entonces intentó pasar por encima de mis piernas, solo tuve que doblar una para hacerla retroceder.

-VALE YA!!!!!! QUIERO PASAR!!!!!!!!!
-No grites, que es tarde.
-Pufffff es que estoy muy cansada ya de tus moralinas
-¿Que?
-Ya lo has oido.
-Una cosa que quede clara, de moralina aun no te he soltado ni  una, pero ya que estamos igual te la suelto.
-Mejor que no ahórratela

Y entonces si se le ocurrió  bordear la mesilla, pero ahí me levanté.

-Puffff va déjame pasar
-No, ahora por lista si vas a escuchar la "moralina".
-No tengo ganas aparta.

La cogí del brazo, la llevé al sofá y la hice sentarse. Yo me quedé de pie cambio de papeles y sin alterarme pero muy serio le dije.

-Punto número 1: yo no tengo la culpa de tus decisiones. Punto número 2: no es normal que lo que ayer era un deseo, hoy sea  una tragedia y punto número 3: sal de un puta vez tu zona de confort.
-Ok, ¿ya está?, pues me voy a la cama.

Hizo otra vez intención de levantarse, pero no me moví ni un centímetro, intentó pasar pero no la dejé. Entonces se volvió a sentar, esta vez cómodamente con los pies encima del sofá  y dijo con sorna.

-Ya te cansarás.

Pero ya me había cansado así que la cogí de las muñecas y la levanté.

-¿Que haces?
-Lo que tendría que haber hecho desde el primer momento.

Hubo un pequeño forcejeo, pero tampoco se resistió mucho a terminar en mi rodillas.

-Si esto es lo que querías solo tenías que haberlo dicho

No dijo nada, de repente es como si se hubiera salido con la suya o como si hubiera conseguido lo que buscaba. Es más al empezar a azotarla en mis rodillas, es como si se tranquilizase de golpe, eso si pensé para mi "si buscabas esto lo vas a tener pero bien". No tardé mucho en deshacerme del grueso e hibernal pantalón del pijama para dejarla culo al aire en mis rodillas, al decubrirlo no pude evitar acariciarlo, rosadito y calentito de los azotes y a la vez suave y super erótico al tacto. Me sorprendió su tranquilidad, ni una queja, ni un reproche, al revés al acariciarla se ofreció más, se puso mejor como invitándome a seguir con la azotaina, vamos que no puede reprimir comentar.

-Eso querías, pues vas a tener una buena ración.

Y empecé a darle en el culo desnudo, además con ganas, es como si su pasividad o la sensacion de que al final se estaba saliendo con la suya me encendió más y eso hizo que me aplicara con especial severidad en la azotaina, larga y dura, pero me siguió sorprendiendo, ni se inmutó, ni aun cuando tenía el culo como un tomate y ya me picaba la mano de darle, conseguí ni un resoplido de queja, ni un movimiento, nada, inmutismo total. Para descansar la mano, me puse a acariciarla, el tacto cambia, la piel lisa y suave de antes, tras la larga ración de azotes, tiene un tacto diferente, además de caliente lógicamente se vuelve como más áspera, como repleta de minúsculos granitos, en especial en las zonas más sensibles y más cuando las caricias fueron a zonas más sensibles y que no habian sufrido la azotaina como la cara interna de los muslos. Mi sorpresa fue cuando mis dedos se acercaron peligrosamente a los pliegues de su sexo y comprobar que incluso antes de llegar, ya se  mojaban, me entraron una ganas tremendas de seguir explorando y masturbarla, pero en cambio opté por otra opción: Una nueva corta, rápida y fuerte tanda de azotes y al terminar, le dije.

-Vete al rincón a pensar un rato.

Lo hizo sin rechistar, levantó  y se fue al rincón obediente, la manos encima de la cabeza, me quedé sentado a mirarla un rato en silencio la escuchaba respirar, era una respiración especial, conocía que me decía aquella manera de respirar y era excitación lo que me contaba, mucha excitación. Me levanté fui a la habitación, saqué el cinturón del pantalón que me había quitado al llegar, volvi con el doblado en mi mano. Lo dejé sin hacer ruido en la mesilla y me acerqué a ella por detrás, le acaricié el culo caliente un rato, respirando en su cuello mientras lo hacía, yo también estaba muy excitado, en un determinado momento llevé toda la mano a su coño desde atrás lo agarré con fuerza me mojó toda la mano, entonces le metí un par de dedos, ahí si suspiró y quitando las manos que tenía sobre la cabeza las apoyó en la  pared, separó las piernas y arqueó las piernas ofreciéndose un poco más. Entonces le susurré.

-¿Eso quieres? armas el espéctaculo por una tontería y crees que te vas a ir de rositas con el culo rojo y una follada?

Le saqué los dedos del coño, le cogí las muñecas e hice que apoyase los brazos en la pared, pero más abajo, haciendo que aun pusiera el culo más expuesto. Alargué el brazo y cogí el cinturón, lo desplegué para que hiciera ruido, para que la hebilla metálica sonara, sonido suficiente como para que por primera vez escuchase algo parecido a una queja salir de su boca. Lo volví a doblar con todo el ritual del mundo y le dije para recrearme.

-Espero que sigas igual de obediente, asi que separa un poco más las piernas y saca más el culo.

Lo hizo pero eso si ahora más tensa. Le levanté un poco la camiseta del pijama cuatro dedos por encima de la espalda y empecé a azotarla con el cinturón doblado, los azotes eran continuos y estruendosos, ya empezaba a ser tarde y en el edificio reinaba el silencio, roto el sonido del cuero castigando la piel de su culo. No hubo cuenta, ni número, yo sabía que quería y era que sin que bajase la excitación, si sentir algún atisbo de queja por su parte, de que aquello no era un premio, no se porque se resistía aquel día, era cuestión de tiempo e insistencia entonces, tardó quizás un poco más, pero a base de cinturón empezó a dar los primeros síntomas de agotamiento, pequeñas quejas al principio, hasta que llegó un momento que a cada azote se movía, hasta que uno se puso de pie quejándose....

-Uffff pica mucho joder!!!!!!
-Vuelve a ponerte en posición.

Resignada la hizo, espere a que se pusiera en la posición exacta, manos apoyadas en la pared piernas separadas y culo bien sacado. Dejé el cinturón en la mesilla, y directamente llevé de nuevo la mano al coño, seguía mojada, tal vez algo menos, empecé a frotarle despacio el coño con toda la mano desde atrás y le dije.

-A que con el culo quemando, ¿se te pasado la tontería?

No dijo nada cerró los ojos y suspiró, le di unas cuantas palmadas desde atrás en el coño, que la hicieron gemir.

-¿No dices nada? Mañana te va a tocar llevar tanga o nada.

Estaba en posición ideal, para rematar la noche, así que eso hice, desnudarme y follármela contra la pared.

De ahí a la cama, cremita y a dormir.

Al día siguiente la pillé frente al espejo del baño mirándose las marcas del culo, le di un palmada, me miró con mirada asesina.

-Jjajajajajaaj no me mires así, porque no tengo tiempo, sinó me juego lo que quieras que si compruenbo estás mojada.

Se puso roja, pero había que irse a trabajar.

A media mañana, le puse un mensaje.

¿Como estás?
-Bien y mal
-¿Y eso?
-Bien porque ya se que me vas a matar, pero hoy veo las cosas mucho más claras.
-Jajajajaja ya te dije que con el culo rojo, se ven las cosas mas claras.
-No lo tengo rojo, lo tengo morado, al menos a trozos y eso es lo malo, que cada vez que me siento o lo noto, me acuerdo y no he cogido ropa interior de recambio....
-Mmmmmm luego en casa comprobamos las marcas...


Continuará.


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