lunes, 4 de febrero de 2019
Descaradas (Sensaciones de Santi)
Si os preguntara en general, si pensáis que el descaro es una característica típica de las spankees. Creo que la respuesta sería un claro y rotundo si. Digamos que ese descaro, se puede presentar de mucha formas, las ahí más sutiles, las hay más brutas y directas. Hasta aquí creo que todos estaríamos de acuerdo, a partir de aquí ya voy a entrar en experiencia propia por lo tanto, ya estamos en el plano personal y no extrapolable como norma.
Las personas con las que he compartido juegos, en mi caso particular, las podría calificar como sexualmente "liberadas", osea activas en el terreno sexual y con digamos que un nivel de conocimiento de su propio cuerpo, sexualidad y capacidad o ganas de explorar en ese campo superior a la media. Vamos para entender con pocos tabús sexuales y que durante un juego sexual, no tienen problema en llevar la iniciativa si así lo cree o desean. Sin embargo si podría hacer una distinción entre digamos la sexualidad por vías "vainilla" y aquella que se ha producido con un juego de por medio.
Esa diferencia, se materializa en un curioso fenómeno, que es el tema de esta entrada. En mi caso particular el sexo después de juegos siempre ha tenido un denominador común: la pasividad de ellas. Entendamos pasividad como el hecho de entrega absoluta, de alguna manera y para que me entendáis en una actitud muy del tipo: hazme lo que quieras y eso también entendido como una receptividad especial a según que cosas, que tal vez en otras circunstancias requieren de mayores preparativos o calentamientos y de la no asumición de iniciativas en ese terreno.
Podríamos definirlo como que después del juego, la leona se transforma en gatita, pero tampoco es del todo cierto. Ya que esa pasividad no va de la mano, de convertirse en objeto de placer del otro, sino más bien de todo lo contrario, que convertirse en receptora pasiva del placer que le proporciona el otro. Voy a intentar analizar este comportamiento.
Yo creo que en todo esto tiene mucho que ver un efecto desinhibidor del juego, vamos de la azotaina. Si me leo a mi mismo, parece que me esté contradiciendo, os hablaba anteriormente de personas "liberadas" y sin tabús. Sigo pensando eso, pero es innegable, que en la mujer la represión sexual, es culturalmente mayor que en el hombre, sin entrar en explicaciones complejas sobre los porqués, hay uno muy evidente. Los hombres no nos quedamos embarazados. Sin embargo hay algo que mucha gente desconoce y es que el hombre tiene su sexualidad mas fijada en lo genital, por el mismo motivo que la mujer tiene mayor represión, el orgasmo masculino tiene una función biológica, el femenino no es necesario para la procreación. Eso hace que la sexualidad de la mujer, sea mas plástica que la del hombre. Mientras que en el hombre está claro cual es el órgano sexual y donde esta fijado el placer, en la mujer todo su cuerpo es susceptible de ser un inmenso órgano sexual. Mientras en el hombre la sexualidad va limitada de serie, en la mujer la cultura la ha limitado para que no escape de su función. Eso hace que cuando consideramos a una mujer sexualmente "liberada", lo hagamos desde la cultura, es decir equiparando esa liberación sexual, a la sexualidad genital fijada del hombre.
Pues precisamente ahí creo que está la clave, del efecto spanking. El efecto del que os hablaba antes del sexo después de juego. Esa actitud pasiva del hazme lo que quieras, parece ser una fuga, de esa sexualidad plástica más allá de lo genital. De alguna manera el spanking, que es un tipo de fantasía en la cual lo genital queda en segundo término, obra de mecanismo de ruptura a la fijación genital. Y la actitud pasiva puede tener mucho que ver, con un fórmula de evitación de la culpa. Me rindo, no puedo escapar, me desinhibo totalmente y disfruto, porque no tengo la responsabilidad, al no poder escapar, la única salida que me queda es relajarme y disfrutar, me someto por lo que no puedo luchar, solo me queda la opción de dejarme ir.
Si lo vemos así, podemos entender esa extraña contradicción y ya a título personal puedo decir, que todo parece indicar que se consigue, osea que realmente funciona. Es una actitud pasiva a la vista pero muy proactiva en cuanto a los resultados, liberarse de los mecanismos de contención de la sexualidad, no se puede considerar como actitud pasiva, y muchos menos aún aumentar digamos la capacidad de obtención de placer a través de una desinhibición "forzosa". El descaro de ser objeto y dejarse hacer, para conseguir llevar más allá el placer.
Y para terminar una pregunta directa. Para ellas.
¿Sois más pasivas sexualmente después de juegos, pero os dejais "hacer" más y disfrutáis más de las sensaciones?
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