sábado, 13 de julio de 2024

Ajustándote la actitud.

 



Mi centro de trabajo no estaba situado en el término municipal de la ciudad, pertenecía a una población en las afueras, que aquella semana estaba de fiestas mayores, así que tenía el lunes y el martes festivo, alargando un par de días el fin de semana. Lo malo es que a ella le tocaba trabajar, ya que el suyo si estaba en la ciudad. El fin de semana había sido muy tranquilo, y aquel lunes, cuando me levanté ya había salido, recogí un poco la casa y me fui a la piscina, algo que sólo podía hacer los fines de semana, desde allí le envié un foto, a la que respondió.

- Pffff que envidia y yo aquí hasta arriba 

- Bueno va , piensa que en rato estás aquí si quieres.

- Hoy quiero ir al gimnasio 

- Es verdad y yo tengo baloncesto. Pues nada nos vemos en casa antes 

- Vale...

Comí algo en el bar de la piscina , para no ensuciar y me fui para casa a esperarla. 

Llegó como de costumbre sobre las 4 así que imaginé que la vuelta había sido buena, sin retrasos en el transporte público. Lo primero que hizo fue entrar a la cocina.

- ¿No has hecho nada de comer?

- No, he comido en el bar de la piscina

- Joder que bien vivimos...

- Pero no me cuesta nada prepararte algo, va ponte cómoda y te hago algo.

- No , da igual, tampoco tengo mucha hambre.

- Pero algo tendrás que comer y más si vas al gimnasio, venga va que te hago cualquier cosa.

- Que no!!!! Quiero estirarme un rato en el sofá.

- Vale, como quieras...

- Además ya soy mayorcita y si quiero algo ya me lo preparo yo.

Nos apalancamos y nada más hacerlo empezó a despotricar del trabajo, de lo cansada que estaba, del estrés, bla, bla, bla...y entonces le solté un comentario en plan indirecta muy directa.

- Tienes razón en todo, pero algo influirá también que descansas poco ¿A qué hora te metiste en la cama ayer? 

- No me acuerdo poco después de ti..ya sabes que no soy de irme pronto.

- Nena....

- Qué!!!!

- Te metiste a las 4 , vamos que te quedaste dormida en el sofá ¿O no?

- Es que estoy cansada!!!!

- Pues por eso precisamente deberías haberte venido a la cama ¿O no?

- Pffff aún queda mucho día y no quiero malgastarlo en escuchar reproches sobre mi comportamiento, no soy una niña. 

Se que se avergüenza de tener que admitir que ha hecho algo mal, así que arremete y se vuelve cada vez más arrogante y grosera, eventualmente se calmará y se disculpará, pero lo volverá a hacer y es ahí, cuando entra en ese bucle, cuando pide a gritos una azotaina. Me quedé un rato callado viendo la tele y ella también en silencio. Hasta que se levantó y me dijo

- Voy a preparar la ropa para el gimnasio, que quiero ir ahora a las 7.

- Muy bien

Cuando volvió ya iba con la ropa y la mochila.

- Bueno me voy...¿A qué hora llegas tú?

- Sobre las 10

- Yo llegaré antes entonces..hasta luego

- Un segundo que quiero comentarte algo.

Se dió media vuelta extrañada

- He estado pensando un rato y creo que vamos a volver al cuaderno de faltas, ya conoces las normas, esto se está descontrolando y un repaso semanal te irá bien, además eso no quita que sí entre semana haces alguna gorda no sea corregida al momento ¿De acuerdo? 


-Cómo que si haces alguna gorda? Tú crees que tengo trece años, o qué? Ya veremos lo del cuaderno...te ha dado mucho sol hoy, me parece...Adiós.

Y se fue arrogante y digna, para acabarlo de rematar cerró la puerta de un portazo. En cualquier otra ocasión, hubiera saltado detrás de ella, la hubiera arrastrado a mis rodillas y le hubiera dejado el culo cómo un tomate, que es lo que pedía. Pero aquella vez pensé que el mensaje debía llegar más profundo y que un castigo en frío y ritualizado, sería mucho más efectivo, que una azotaina improvisada, que si podía servir para cortar el momento, pero con mucho menos impronta de cara al futuro. 

Mientras hacía tiempo, fui a por el cuaderno de la discordia, lo abrí y le dejé una nota con unas instrucciones, seguidamente fui a hacerme la bolsa de entrenar y me fui. Y yo no supe nada más, hasta que al terminarme de duchar abrí el el móvil. Tenía un mensaje de ella 

- No te enfades anda, ya me conoces, ya sabes cómo soy y que a veces me pierden las formas, lo siento ...de verdad.

El mensaje era un síntoma claro que había leído la nota, pero mi respuesta fue aún más clara que la nota, venía a decir que la decisión estaba tomada.

- No estoy enfadado, deberías conocerme ya, pero aquí el que pone reglas y limites soy yo y ya sabes que pasa cuando incumples tu parte del trato. Tiempo de vestirme y me monto en el coche, así que en quince minutos más o menos estoy en casa, las instrucciones son claras y no hace falta que te recuerde que pasará si no las has seguido al pie de la letra.

Se limitó en contestar con un emoticono del pulgar levantado. Me me monte en el coche imaginando cómo seguía las instrucciones. Lo primero era ponerse el pijama, a continuación debía ir al armario y coger, el cepillo, el cinturón y la regla de madera corta, que debía dejar en la mesita de café correctamente. Después turno del baño, le había pedido que también pusiera en la mesita , la pastilla de jabón negro de La Toja y la crema hidratante. Un vez hecho esto, la siguiente orden era bajarse el pantalón y las braguitas, coger la crema y aplicarse una buena cantidad en las nalgas y al terminar, esperar que yo llegará en el rincón con las manos sobre la cabeza.

Abrí la puerta, la cerré y eché la llave. Caminé por el pasillo, el salón estaba iluminado solo por la tenue luz de lectura de la lampara de pie del sofá. Dejé la bolsa de entrenar en una silla, comprobé que todo lo que le había pedido estuviera y entonces me senté y la llamé, bajó los brazos , se dió media vuelta y empezó a caminar torpemente con las braguitas y el pantalón en los tobillos, hasta llegar frente a mí. La miré y le dije.

- ¿Quieres decir algo?

- Ya te he dicho que lo sentía, he tenido un .al día y ya sabes que a veces eso me pone mal carácter.

- ¿Sabes cómo ha sido el mío?

-  Estás de vacaciones!!!!

- ¿Y? Acaso no puedes recibir una mala noticia en vacaciones? 

- ¿Ha pasado algo ? No, no ha pasado nada pero ni has preguntado ¿Sabes? a veces te comportas como una niña malcriada, caprichosa, arrogante y egoista, pero lo peor de todo no es eso, lo peor es ese orgullo que te impide reconocer un error y que hace que te pongas a la defensiva, siendo impertinente, irrespetuosa y perdiendo los papeles, pero eso se va a acabar , al menos durante un tiempo. Me levanté y cogí la pastilla de jabón.

- Abre la boca...

- Santi....por favor.

- Abre la boca, no lo voy a repetir. 

Acabo por hacerlo y yo metiendo la pastilla de jabón en su boca.

- Ahora vas a volver al rincón, mientras deshago la bolsa y me pongo cómodo 

Y así fue, el rato que tarde en cambiarme de ropa y deshacer la bolsa de entrenar, allí estuvo cara a la pared, con el jabón en la boca. Al terminar me fui para el salón. Me senté en el sofá y le dije 

- Ve a enjuagarte .

Salió lo más rápido que pido del rincón y se metió en el baño, tardó un rato en salir, cuando finalmente lo hizo, volvió a plantarse frente a mí. Le hice poner las manos detrás de la espalda y le dije que no quería escucharla , salvo si le hacía alguna pregunta, para responder.

- Ahora señorita, te voy a castigar, te voy a castigar por arrogante y grosera, pero también por orgullosa y te aseguro que no vas a olvidar fácilmente este castigo. Ahhhh y por supuesto retomaras el cuaderno a partir de mañana  ¿Tienes alguna pregunta?

La miré y estaba roja, mirando el suelo. 

- Bien, pues entonces no lo vamos a retrasar más, coge la crema hidratante y ponte bien en el culo.

Suspiró, cogió el bote y apretó dos veces el dispensador sobre una de sus manos, para empezar a aplicarse la crema, antes que terminara le dije que se pusiera más y esperé. Al terminar, le indiqué mis rodillas, volvió a suspirar pero se colocó en silencio, la cogí de la cintura con mi brazo izquierdo y con el derecho empecé a acariciarle las nalgas bien untaditas en crema. Paré un momento y también puse crema en mis manos y al terminar empecé a azotarla con la mano, si ya en seco, unos azotes a mano son escandalosos, con ambas pieles engrasadas aún se aumenta más el sonido de las palmadas, estuve un buen rato zurrándole el culo con la mano, cuando ya empezaba a teñirse de rosado, se habia secado, así que paré y está vez yo, engrasé primero su culo y después mi mano, antes de seguir azotándola en mis rodillas., hasta que volvió a quedar seco y ahira ya bien rojo. 

La tuve un par de minutos en mis rodillas en silencio y entonces la hice levantar.

- Gírate , mirando al sofá y pon las manos sobre la cabeza. 

Lo hizo y yo empecé a jugar con los instrumentos, cogí los tres, los hice sonar contra mi mano, hasta que aparté dos y dejé uno a mano, la regla corta de 12 pulgadas. Acto seguido y allí mismo de pie, le puse de nuevo abundante crema en las nalgas, cuando estuve , la  cogí del brazo izquierdo si que quitará las manos de encima de la cabeza y el dije.

- Ahora te vas a estar quietecita y vas a aguantar el castigo, sin moverte y sin esconder el culo. Si tengo que llamarte la atención una sola vez, seguiremos con el cepillo y después con el contestador ¿Está claro?

Contestó con un si flojito seguido de un suspiro, entonces sin soltarle el brazo empecé a pasarle la regla por las nalgas jugando un poco, hasta que le dije.

- ¿Preparada?

Otros suspiró que quebró el primer reglazo en el culo desprotegido y engrasado, no le dije número y tampoco había prisa, después de cada azote, dejaba pasar entre 15 y 20 segundos, para que lo sintiera bien, uno a uno, mentalmente yo si contaba, así que cuando llegué al 30 paré, dejé la regla sobre la mesa y cogí de nuevo la crema, le puse suavemente de nuevo en el culo, lo tenía muy rojo, con algunos puntos más oscuros, pero faltaba la traca final, volví a coger la regla, siempre sujeta del brazo y le dije.

- Ahora sí eres buena te daré la última docena, eso sí , serán rápidos y seguidos y no quiero que te muevas 

Fue terminar de decirlo y dárselos , muy rápidos si darle tiempo a asumir, en los tres últimos le fue imposible mantener la compostura y se movió. En cuanto paré volvió a colocarse. 

- No te muevas de aquí, voy a recoger esto.

La dejé allí, de pie frente al sofá con las manos sobre la cabeza y el culo ardiendo. Guardé todo menos la crema. Y de vuelta traje conmigo el cuaderno y un bolígrafo, dejé el cuaderno en el brazo del sofá, le senté y la mandé ponerse en mis rodillas otra vez.

Cuando lo hizo le puse cremita en el culo, al sentirla resopló y cuando empecé a extenderla a gemir muy flojito de alivio, estuve unos minutos, dándole un suave masaje en las nalgas castigada con mucha crema, entonces paré un segundo, cogí el cuaderno y el bolígrafo y se lo di.

- Mientras sigo un ratito sobándote el culo, quiero que escribas una reflexión sobre tu comportamiento de hoy, cuando estés me avisas 

Y seguí jugando con mis manos en su culo rojo y caliente, tardó unos minutos pero empezó a escribir y todo el rato que estuvo escribiendo, la estuve acariciando, hasta que con voz flojita y aniñada dijo.

- Ya he terminado.

- Muy bien pues levanta.

Se levantó 

- Venga léeme lo que has escrito.

Cogió aire profundamente a la vez que su rostro se volvía a poner rojo


A partir de ahora te escucharé cuando me digas que estoy siendo irrazonable, cuando me enfado, me pongo arrogante y beligerante, mi capacidad para una conversación constructiva desaparece y puedo desquitarme contigo en forma de faltas de respeto y malas contestaciones me cuesta mucho admitir  mi responsabilidad por las cosas malas que digo y hago, así que simplemente vuelvo a hacer las mismas cosas malas y me enfado si me lo señalas. Pero ahora seré una buena chica. Lo siento, daddy. No lo volveré a hacer. 

Al terminar se quedó mirando la libreta, sin atreverse a mirarme 

-Dame el cuaderno.

Me lo dió y lo cerré 

Espero que cumplas tu palabra esta vez porque será mucho, mucho más duro si tengo que hacerlo de nuevo. De momento y durante un tiempo vas a volver a anotar tus faltas en el cuaderno y cada viernes lo repasaremos y tomaré las medidas necesarias. Ahhh y lo que queda de semana hasta el viernes te irás a la cama a las 11 y otra cosa más tu actitud inmadura de hoy, no merece premios reservados a adultos maduros, es una lástima porque tienes la rajita bien hinchada y seguro que mojada, pero también hasta el viernes no va a haber placer. 

En ese momento me incliné y le subí las braguitas y el pantalón. 

- Venga preparate que es tarde y te espera la cama. Llévate el cuaderno y déjalo en la mesita de noche. Se giró sin decir nada y dio un par de pasos.

- ¿No te falta algo?

Se me quedó mirando, extrañada...

-¿Y el beso de buenas noches?

Sonrió se acercó y me dio un beso antes de meterse en la habitación.

- Por cierto, deja la puerta abierta, que no me fío. 

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