miércoles, 28 de febrero de 2024

Castigada de verdad.

 




No había pasado buena noche, no me encontraba bien, tenía frío y me notaba cansado, así que a media mañana me fuí para casa, quería meterme en la cama y echarme un rato a ver si asi se me pasaba.

Al llegar a casa fuí directo al botiquin, en busca de un parecetamol, el baño estaba hecho un desastre, se habia duchado y estaba todo por el medio, en la habitación igual la cama sin hacer, cajones abiertos. En el momento me enfadé bastante, era algo que habíamos hablado ya y pensé que estaba claro. Enseguida, entendí que no, que todo ese tiempo, me había estado dándo gato por liebre, que cómo ella llegaba antes, le daba  tiempo a recoger deprisa. 

Cuaándo terminé de recoger, cogí una manta y me estiré un rato en el sofá, me quedé un rato dormido, había dormido mal por la noche, me despertó el móvil, era ella. 

- Hola ¿qué tal te encuentras?

- Hola, un poco mejor, pero me volveré antes a casa.

- Vale, yo también volveré pronto y te cuido.

Seguimos charlando un rato, sin decirle nada, que estaba en casa, se iba a llevar un buena sorpresa cuando volviera. Y así fue, más o menos a la hora que llega ella, me fui y esperé un rato. Sería toda un sorpresa encontrar la casa recogida.

Pasado un tiempo prudencial me fui para casa y allí estaba con ropa de calle aún.

- ¿Hola qué tal? 

- Hola ¿Has estado en casa? 

- Si, me vine antes no me encontraba bien

- ¿Y ahora de dónde vienes?

- Me he ido a dar un paseo ¿Cómo sabes que había estado?

- Porque alguien ha tenido que recoger...

- He sido yo, si. Y no sabes la gracia que me ha hecho, llegar y tener que ponerme a recoger.

- Si, sé que vuelves hubiera recogido.

- Eso debería serte indiferente. El acuerdo que tenemos, es el que es.

- Pffff  ¿Y que más te da?

- Creo que no entiendes nada, pero no te preocupes que te lo voy a explicar. Ve a ponerte el pijama, ya. 

- Pero es que es una tontería y además por la mañana , voy justa de tiempo. 

- Yo no tengo que darte explicaciones señorita, tú a mí sí . Ponte el pijama, ahora. 

Se dio media vuelta enfadada, pero fue a cambiarse. Yo me fui a esperarla en el sofá. 

Cuándo volvió al salón, allí estaba yo serio esperándola.

- ¿Y bien me lo explicas?

- Ya te lo he dicho!!! Iba justa de tiempo, y no pensaba que fueras a volver.

- Respuesta equivocada. Que yo vuelva o no, no tiene nada que ver con la explicación. Aquí hay unas normas y se cumplen, si quieres cambiarlas, me lo explicas y lo vemos, pero mientras se cumplen y punto, así que espero una explicación. 

Se quedó callada y roja.

- No la hay ¿Verdad? De hecho dudo mucho que recojas ningún día.

- Si, recojo.

- No me mientas.

Al decir eso bajó la mirada.

- Te comportas cómo una cría. Tráeme la libreta y bolígrafo. 

Suspiró y fue a buscar lo que la había pedido.  

- Ahora te voy a dictar una frase y la copias tal cual en la libreta: "cuando me salto las normas, me zurran el culo cómo a una niña"

Se puso roja, pero no escribió. 

- ¿No has escuchado?

- Es humillante...no voy a escribirlo. 

Me levanté la cogí del brazo y empecé a darle palmadas bien fuertes en el culo, Como una veintena. Y al terminar la llevé hasta la pared.

- Aquí quieta, y de aquí no te mueves hasta que copies. 

Me di la vuelta y me fui hasta el sofá. Cuando me fui a sentar, vi que se estaba frotando el culo, así que no me llegué a sentar. Me fui para ella otra vez. La cogí del brazo y la llevé hasta el sofá. 

- Veo que hoy tienes las normas olvidadas, habrá que hacerte memoria. Y si no sabes estar cara a la pared, estarás aquí para que pueda vigilarte de cerca. Las manos en la cabeza.

Las puso, y le bajé el pantalón del pijama hasta los tobillos y después muy despacito las braguitas hasta las rodillas. 

- Ahora quieta, callada y procura que no se te caigan las braguitas, hasta que te diga.

Cogí el mando de la tele y me puse a ver una serie. A los diez minutos más o menos de estar allí plantada, me dijo:

- Ya....

La miré y le pregunté

- ¿Ya qué?

- Que vale, que copio.

- Eso lo tengo muy claro. Pero has tenido la oportunidad antes, ahora ya es tarde.

La tuve unos 20 minutos más allí plantada, hasta que me levanté y salí un momento del salón, fui a buscar su cepillo. Lo dejé sobre el brazo del sofá, la cogí del brazo me senté y la puse sobre mi pierna izquierda, la derecha la pasé sobre las suyas. En cuanto la tuve en posición, cogí el cepillo y sin más empecé a calentarle el culo, sin miramientos. A los cinco minutos de azotes sin pausa empezó a quejarse e intentar moverse y paré. Dejé el cepillo y empecé a pasarle la mano por el culo, lo tenía caliente y muy rojo. 

- Ahora sí vas a copiar, con el culo calentito. Te vas a levantar, te vas a sentar y vas empezar a copiar, hasta que te diga. 

Se levantó, cogió la libreta se sentó suspirando y empezó a copiar. Yo me puse la tele otra vez y vigilaba cómo pasaba hojas rellenas. Porque estuvo un buen rato copiando. La llamé un buen rato después, se levantó y me trajo la libreta, habían cinco hojas de líneas. La dejé sobre la mesita. 

- Dame el pantalón del pijama, las braguitas las dejas donde están. 

Se agachó y se quitó el pantalón del pijama dejando las braguitas en los tobillos. Le dije que doblara el pantalón y lo dejara sobre la mesita. Entonces me levanté, le pasé la mano por el cachete del culo.

- Parece que se ha enfriado un poco...Habrá que darle un golpe de calor. Ponte sobre el brazo del sofá.

Al escucharlo soltó y soplido y tal y como salió de su boca, le solté un cachete. Esperé a que se colocara. Cuando estuvo, la cogí de la cintura, echándola hacia delante.

- Así, el culito bien presentado. Y ahora separa las piernas, que queden las braguitas bien estiradas. 

Mientras me quitaba el cinturón. Lo doblé y lo dejé sobre su culo. 

- Quiero que estés así en todo momento, las braguitas bien estiradas en los tobillos y el culo bien levantado ¿Tienes que pasar mucho rato sentada en el trabajo? 

En ese momento cogí el cinturón, el sonido del cinturón tiene algo especial y lo hice sonar un ratito. Cuando terminé le hice hincar los codos en el sofá, poner las palmas de la manos hacia arriba y sostenerlo. Me fui a la habitación, cogí el plug y el lubricante. Me fui para el salón. Le puse bastante lubricante al plug, le separé los cachetes y se lo puse despacito, hasta que entró todo. 

- Perfecto, la piedra tiene el mismo color rojo que tú culo. 

Y me senté. Cinco minutos más tarde le dije que se levantara y se sentase en mi regazo, lo hizo y se escondió en mi hombro. Así estuvimos un rato en silencio. Hasta que empecé a acarciarle la cara interna de los muslos y poco a poco subiendo, empecé a pasarle un dedo por la rajita, moviendo suave a abajo a arriba. 

- Estás bien empapadita...

Entonces cerró las piernas...

- ¿Que haces?

- Me haces cosquillas...

- Abre...

Separó un poco las piernas.

- Más 

Las abrió un poco más. 

- Nena... más.

Y empecé a mover el dedo más rápido. Ella a moverse y suspirar, entonces paré. 

- Abre un poquito más. 

Lo hizo...y empecé a darle palmaditas en el sexo...y después ya no paré hasta hacer que se corriera. 


















1 comentario:

"

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...>