Física del spanking

Pues hoy vamos a hablar un poco de ciencia, más en concreto de física. Ya que los azotes no dejan de ser energía que se transmite y la física nos puede enseñar a hacerla jugar a nuestro favor.

Una vez me contaba alguien, que los primeros azotes pican mucho y que después es como si dejaran de doler y la física nos puede ayudar a entender esto

Parte de la energía de los azotes de disipa como sonido, otra parte en calor. Ese calor suaviza los tejidos y estimula los nervios. Los nervios son clave puesto, que el golpe del azote, aplasta esas terminaciones, es aquella sensación de centésimas de segundo tras el azote que no duele y de repente empieza a doler, en una especie de efecto retardado.

 Por eso es fundamental algo que parece secundario la cadencia de los azotes. Se trata de mantener el culo “vivo”. Si golpeas muy lentamente, toda la energía se disipa antes de que llegue el siguiente golpe, con lo cual solo conseguiremos golpes dolorosos espaciados. Si lo hacemos demasiado rápido, el exceso de presión en las terminaciones nerviosas de forma continua solo va a conseguir un efecto apagado, insensibilizando la zona momentáneamente, de igual forma que si presionas un nervio se entumece un miembro. Solo que ese apagón momentáneo se va a transforman en dolor intenso cuando despierten los nervios. Lo ideal es mantenerse en un término medio, osea en una cadencia que no haga que se sientan los azotes como golpes aislados y dolorosos y no llegar al apagón de los nervios, que luego será peor. 

Se trata de mantener “el efecto rojo”, que viene a ser, una especia de acumulación de energía, cada nuevo azote llega cuando todavía no se ha disipado todo el efecto del anterior, pero si ha dado tiempo a que los nervios recuperen el tono. El resultado es la sensación de picor, escozor y calor constante. Y puedo asegurar que esa es la sensación pretendida por la inmensa mayoría de spankees. Alargar cuanto más esa sensación de picor, escozor y calor.