lunes, 31 de agosto de 2020

Calor anocher y cena.

 




Que largo se me estaba  haciendo el verano. El mes parado con el puñetero confinamiento, había provocado que no pudiera hacer vacaciones aún, vamos que me había comido ya casi el Agosto enterito currando y encima agobiado. Ella no estaba mucho mejor, de hecho se suponía que teletrabajaba pero la realidad es que eso había sido hasta Junio, desde entonces apenas nada y aguántala sin trabajar. Tal vez la ventaja era que la naturaleza de nuestra relación hacía que cuando la cosa llegara a un límite insostenible, podía usar el comodín juego y un par de días al menos suave como la seda y si no ya me buscaba ella. Pero aun así no todo se arregla "jugando" y la verdad es que todo empezaba ya a pasarnos factura.

Encima llevábamos un mes de calor constante sin respiro, no calor de aquella insoportable que dura un par de días y luego alivia, sino sostenida igual no tan salvaje pero muy cansina. Vamos en resumen que tenía unas ganas de Otoño que solo yo lo sabía.

Aquel sábado apretaba y estuvimos aletargados todo el sábado en casa, de buen rollo, pero sin hacer nada. Cuando empezó a caer la tarde hubo como un cambio de viento y empezó a soplar una agradable y reconfortante brisa más fresca, allí estábamos apalancados cuando sin mucha esperanza que aceptará le dije.

-¿Que te parece si nos vamos de cena a la terraza de la plaza?

Lo cierto es que me esperaba un no por respuesta, una charla sobre gastos superfluos, un paso de vestirme ahora, vamos alguna de sus salidas, pero para mi sorpresa la respuesta fue.

-Pues si me apetece además hoy estoy en mi día libre, así que genial

Como no esperaba esa respuesta me quedé empanado unos segundos.

-¿Te pasa algo?

-No que va...empanado ni caso, te duchas primero?

-Si, que yo tardo más

Se metió ella en la ducha, cuando terminó me di una ducha yo y empecé a vestirme mientras ella se "tuneaba" un poco, yo estaba en el comedor fumándome un piti cuando apareció, llevaba  un vestido de verano, largo hasta los pies casi, pero muy fresquito. La miré y sonreí

-Que guapa

-Pelota....

Me reí si hubiera dicho otra cosa no hubiera sido ella. Cogimos las cosas y salimos, decidimos coger el coche aunque podríamos a ver ido andando, a ninguno de los dos nos apetecía, aparcamos en una de las calle que da acceso a la plaza y de allí ya un pequeño paseo, hasta la terraza, fue fácil encontrar mesa, aun habían grupos de niños jugando al fresco. Yo me pedí una caña, ella un copa de vino blanco y allí nos quedamos a disfrutar del anochecer. Cenamos en plan tapeo y mientras cenábamos le dije.

-Me mola el vestido, pero con las piernas tan bonitas que tienes es un pena esconderlas...

-Jajaajaja muchas gracias, pero ya sabes que no soporto llamar la atención, demasiado largas y más aquí.

Entonces me miró , miró alrededor sonrió y se levantó el vestido por encima de las rodillas.


-¿Contento?

-No está mal

-Jajajajaj no esperes mucho más

Seguimos cenando, al terminar hicimos hasta una copita tranquilos charlando, no había demasiada gente ya, todo muy tranquilo, cuando las campanas tocaban a medianoche decidimos volver a casa, nos había sentado bien salir un poco la verdad. Nos subimos al coche y de vuelta, nada apenas tres minutos de trayecto, pero hablando me pasé un cruce.

-Santi!!! es por ahí!!!

-Si perdona

-Joder tio deberías conocértelo ya con lo listo que eres para según que.

-Bueno tampoco es un drama que esto no es Madrid

-Idiota

Di la vuelta en cuanto pude y para atrás, pero otra vez despistado hasta que escuché su voz

-Santí!!!!!!!!!!!!!

Cogió el volante como para hacerme girar, el coche hizo un movimiento raro y tuve que pegar un frenazo.

-¿Se puede saber que haces?

-Joder tio que te has pasado otra vez!!!!!!

La miré muy serio y más serio aun le dije.

-Que se la última vez que se te ocurre cogerme el volante con el coche en marcha estamos?

Se puso roja....y dijo

-Lo siento ha sido sin pensar.

No la contesté arranqué y salí en dirección desconocida.

-Puffff donde vas?

-A dar un paseo  y a ver si se me pasa el mosqueo

-Joder no hay para tanto

Mi respuesta fue una mirada, suficiente, se hizo el silencio. En un determinado momento me metí por un camino de tierra y conduje hasta un descampado, allí sin decir nada me bajé del coche, me alejé unos metros y me encendí un piti, mirando el cielo estrellado, había una calma absoluta, a lo lejos sonaban las campanadas de las 12 y media, cuando me di la vuelta la tenía viniendo hacía mi, la brisa hacia arremolinarse la parte baja del vestido. Me miró y me dijo.

-¿Te has enfadado?

-Tu que crees?

-Lo siento ha sido un acto reflejo, no lo volveré a  hacer

-Nena....esos golpes de genio

-Son parte de mi ya los sabes.

-Siempre la misma excusa.

-No es ninguna excusa es la verdad.

-Perfecto tu tienes tu verdad y yo la mía, también los sabes.

No dije nada más la cogí de la muñeca, con firmeza hasta el coche abrí la puerta de atrás, me senté en el asiento de atrás.

-Ahora te voy a enseñar MI verdad.

Todo fue muy rápido, un movimiento y sobre mis rodillas, su cuerpo quedaba dentro del coche, las piernas fuera, le empecé a acariciar el culo por encima del vestido.

-Ni se te ocurra volver a tocarme el volante si estoy conduciendo, ni se te ocurra.

Ya no dije nada más, las palmadas empezaron a caer sobre su culo protegido por el vestido, eso hacía que el ruido también quedara algo amortiguado sin embargo, le estaba dando con ganas, incluso con un poco de rabia, entonces me dí cuenta y paré jadeante, cogí aire...si se había ganado dormir con el culo caliente aquella noche, pero no desde la rabia, esperé unos minutos sin decir nada, respirando, entonces sin decir nada empecé a levantarle el vestido, descubriendo las piernas, los muslos, ella dijo algo flojo, mi sorpresa fue que al levantarlo del todo me percaté que no llevaba nada debajo...pasé mi mano por su piel algo caliente ya...

-¿Y esto?

-Quería estar fresca jajaaja

Casi me da por reír con su respuesta, de hecho sonreí pero a oscuras no me vio, la sujeté de la cintura con al brazo izquierdo apretándola contra mi y haciendo que levantara un poco el culo y vuelta a la zurra, ahora ya sin rabia, progresivo, subiendo la intensidad, lo cual no significa que no sea efectiva al revés, con rabia duras poco, así desde la calma puedes ser mucho más maquiavélico, jugar con las pausas, acelerar y disminuir, repartir bien, desde el final de los muslos por todo el culo, ahora si el sonido era inconfundible, el sonido de los azotes con la mano, la mano firme contra la piel fina del culo desnudo, estuve un buen rato sin parar, ni una queja, solo un pequeño gemido cuando empecé a acariciarle la piel caliente y reactiva al tacto, tanto que alargué la mano para encender la luz interior del coche y ver como esa piel roja y caliente se erizaba al paso de la yema de mis dedos rozándola, sonreí el cuadro tenía buen color, la brisa debía refrescar algo su piel incandescente.

Siempre en ese momento ocurre un instante de duda, una parte de ti quiere seguir con las caricias, cada vez más profundas y obscenas, el deseo más carnal y otra considera que aun no es suficiente, que la lección tiene que quedar clara, todo se mezcla, deseo, compasión, más deseo a fin de cuentas azotar para nosotros es el deseo en grado superlativo. Tuve ese momento y más cuando mis dedos "inspeccionaron" entre sus piernas, de donde nacía una fuente. Pero precisamente eso, fue lo que me hizo reaccionar.

-Baja del coche.

Bajó o más bien simplemente se puso de pie. Se me quedó mirando.

-Quiero verte con las manos sobre el capó ya!!!!.

Lo hizo, es curioso como todo ese carácter aparente, en su justo momento y circunstancia se transforma en docilidad, yo me  puse detrás, le levanté de nuevo el vestido, bastante por encima de la cintura, corregí la posición culo más expuesto y entonces me quité el cinturón de cuero negro que llevaba, lo doblé, la luna iluminaba lo suficiente y empecé a azotarla con el cinturón en la piel desnuda, una docena seguidos, pausa, vuelvo a tocar a acariciar, le digo que quiero las piernas más separadas, y otra docena de correazos caen en su culo precisos...cambio de lado y repito dos docenas más desde el otro lado, suficiente castigo pensé, aunque en casa y con luz terminaría de decidir. Me acerqué  por detrás con las piernas separadas lleve toda mi mano a su sexo desde atrás...

-Todo en orden veo...vamos a casa.

Al subir en el coche, la hice sentarse con el vestido subido, tocando las nalgas azotadas directamente en el asiento. Esta vez no hubo error es más le dije.

-Por un momento no pensaste que igual, lo hice queriendo? que quería jugar?

-Y tu? no has pensado lo mismo de mi?

Sonreí, subimos a casa, intentó asaltarme en el sofá....

-Vaya si que estamos cariñosa, nada como el culo bien rojo para amansar a la fiera. Quítate el vestido.

Se bajó los hombros des vestido y cayó hasta los pies.

-El sujetador también.

Se lo desabrochó y me lo tiró jugando.

-Aun te quedan ganas? pues nada un ratito al rincón a pensar.

Protestó un poco,  pero fue, no es precisamente su lugar favorito, yo desde mi posición privilegiada observaba las marcas en su culo, no la hice esperar mucho, me levanté enseguida, me acerqué, le cogí las manos y las puse contra la pared, inclinando el cuerpo hacia mi, toqué un poco las marcas, pero enseguida mi mano se fue a su sexo, unas palmaditas desde atrás, sonido a chapoteo...

-Vamos a la cama va, que estaremos más cómodos.

Continuará....




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