La erótica del la piel en el spanking.

Ella está en mis rodillas, hace una rato ya se abandonó a la sensación, todo la "puesta en escena" quedó atrás, todo el teatrillo previo a.....ahora es solo ella y su sensación, en ese momento me detengo, meto los dedos en el minúsculo tanga que apenas tapa nada y tiro de el hacía abajo, no le veo la cara, pero la noto estremecerse y probablemente ruborizarse....

He empezado una entrada rememorando una escena vivida muchas veces, puede parecer incluso curiosa, la reacción narrada, a fin de cuentas, digamos que la parte más difícil ya está superada, incluso puede parecer ilógico, estremecerse al retirar una pieza minúscula de ropa, que apenas tapa nada sin embargo, tiene un gran fuerza simbólica para los dos. Para ella representa la vulnerabilidad absoluta, con una gran dosis de incertidumbre, para el representa el deleite de retirar la última frontera por pequeña que sea, la frontera que separa lo artificial de lo natural, la piel descubierta del todo y paso a paso, en una especie de ritual erótico, la piel más escondida y más íntima también queda a su merced, a la merced de la sensación.

La piel, es el mayor órgano sensorial que tenemos nos cubre de los pies a la cabeza y la mayoría del placer nos llega a traves de ella y sus terminaciones nerviosas, pero al igual también nos llega la mayoría del dolor. Como órgano la piel es estimulable y sus sensaciones a la vez interpretables cuando llegan al cerebro. Y si no pensad ¿Por que depende que zonas del cuerpo son intocables o mejor aun por que depende quien y como las toque, nos pueden ser indiferentes o todo un torrente de sensación?.

Tal vez por eso el cuerpo expuesto y desnudo, pierde erotismo, no se puede ir más allá, no se puede gozar con el ritual de ir retirando centímetro a centímetro unas ropas que la cubren y la insinúan a la vez, a fin de cuentas las ropas, se adaptan a la piel, pero la cubren. Quizás de ahí nazca ese ritual tan habitual en los juegos de desnudar por capas y nunca del todo, siempre dejando algo cubierto, la ropa a medio retirar, para no perder esa magia de seguir descubriendo piel, aunque por otra parte, aun el cuerpo desnudo y expuesto se puede continuar desnudando, a través de sus oberturas que prometen oscuros placeres en su interior.

La piel en lo físico, la piel en lo psíquico y la piel en lo simbólico, son el objetivo principal creo de estos juegos, llegar a la máxima estimulación de la piel, cerca pero a la vez lejos de lo puramente genital. La estimulación genital directa dará placer, pero acortará el erotismo, yo creo que aquí se trata de todo lo contrario, siempre estirar un poco más, siempre  intentar mantener viva la excitación y la sensación lo máximo posible y eso solo se consigue a través de convertir a toda la piel en fuente de excitación eso incluye los propios genitales, incluso esos orificios que permiten seguir desnudando lo desnudo. Por lo tanto aunque parezca muy centrado en una parte muy concreta del cuerpo, esa parte simboliza toda la piel y de algún modo también toda la piel es usada. Aquella que se cubre, para destapar la que generalmente va tapada, las caricias, en otras partes, el contacto que reconforta, tranquiliza o excita todo se basa en la piel y su sobreestimulación.

Todo el juego va encaminado a ello a la piel, el placer del estímulo epidérmico no depende de un factor cuantitivo sino cualitativo. El ritmo, los tiempos, las aceleraciones, los descensos las pausas, la modificicación de la sensación mediante el uso de distintos instrumentos, tienen el objetivo de mantener viva la sensacion, algo que tal vez sea lo más difícil, estar siempre encima del umbral del dolor, pero sin llegar al límite y a la vez mantenerse en ese punto donde las sensaciones son confusas el máximo tiempo posible, sin que decaiga la excitación.

Estamos hablando de sensaciones subjetivas y variables, como son el dolor y el placer, pero a la vez es su ventaja la estimulación de la piel desde la subjetividad de la persona y el momento hace que cada experiencia también sea distinta, incluso se puede graduar en función de otras premisas pero eso lo trataré en otro post.

De lo que si estoy convencido, es que la piel es protagonista absoluta del juego, la piel no tiene como fin el sexo, sino como aditivo, lo que realmente se pretende es la excitación, sin excitación previa no hay juego, pero también la hiper estimulación de la piel, el dolor es solo un efecto secundario, lo que se busca es el calor, sentir la quemadura y sentirla el máximo tiempo posible incluso aun cuando el juego a terminado, sentir ese quemor residual resulta excitante. Esa vasodilatación periférica que provocan los azotes en la piel es sin duda una de las bases del juego y de alguna manera lo convierten en una demanda encubierta de cariño, de calor y de protección.

Entrando ya en el placer sexual propiamente dicho, parece existir como un respeto a la meramente genital, durante un juego el sexo convencional, la penetración no aparece, aparecen otras formas de continuación de aquella desnudez más allá de quitar la ropa, la de experimentar a través de los orificios del cuerpo, masturbación manual o con juguetes, diferentes formas de juegos anales, pero parece existir un extraño respeto a la penetración vaginal, hasta el final del juego, hasta lo que sería el retorno a la normalidad y esa huida de lo puramente genital, me parece que también forma parte de un homenaje a la piel entre otras cosas, que serían muy largas de tratar y merecedoras de otro post.

En definitiva, el juego erotiza toda la piel, incluso la que no se ve y al erotizarla de alguna forma también la sacraliza y la desliga por un momento de la sexualidad pura, del placer para entrar en el campo del erotismo y del goce.