jueves, 24 de enero de 2019

Al salir cierren la puerta. Gracias.




Recuerdo una cena de amigos celebrada a mediados de los 90. El motivo era celebrar el retorno de tres de ellos de un viaje aventura en moto que les había llevado a atravesar Europa hasta Laponia.

De las múltiples anécdotas que nos contaba de aquel viaje recuerdo una que a todos nos llamaba poderosamente la atención y que ellos contaban flipados. En los campings finlandeses las duchas eran unisex. Tios y tias se duchaban juntos en pelotas. Por aquel entonces aquello nos parecía el sumun de la libertad, la modernidad y el máximo ejemplo de una sociedad abierta y sin represión. Como decía la letra del cover de los Mustangs al "the young one" de Cliff Richards: "jóvenes, éramos tan jóvenes" y todos veníamos adoctrinados en ese sentimiento de inferiordad con respecto a las sociedades nórdicas tan común por estos lares. Por lo que no éramos capaces de analizar, que aquello que nos parecía la más absoluta libertad en realidad era un síntoma de una epidemia que empezaba a contagiarse.

Que a un adolescente no se le vayan los ojos ante el exuberante cuerpo de una treintañera, no es natural, como no es natural que esa treintañera no pueda evitar que se le vayan los ojos a aquel joven tan bien "dotado" de la última ducha a la izquierda. Y cuando lo natural se camufla bajo el respeto es que las garras de la represión aprietan la naturalidad con fuerza. Pero claro los cuerpos y las mentes sanas menos con son cosas rigidas como una barra de metal y si aprietas en un sentido, la masa se desplaza al otro. Solo así se entiende que los respetuosos finlandeses que no miran en las duchas, después tengan unos índices en todo lo respectivo a la violencia sexual, que quintuplican los de España.

Ya se que me repito, pero esa fascinación inexplicable que tenemos aquí hacia lo nórdico como más adelantado nos ha llevado a copiar punto por coma su modelo social en los que respecta a las relaciones afectivas de todo tipo, que se resume en un único punto. Estas deben regirse bajo la supervisión y las normas que dicta el estado. El resultado son una sociedades insensibles, donde las relaciones humanes de afecto de todo tipo desde las familiares a las afectivo sexuales se han reducido a su mínima expresión y cuyo resultado final es el de sociedades de solitarios a la fuerza. Eso tiene su lógica el ser humano separado de su red afectiva, es cada vez más dependiente del estado y del sistema laboral esclavizante.

Esas ideas empezaron a implantarse con fuerza aquí, en la segunda mitad de la década pasada de manos del gobierno Zapatero y curiosamente coinciden en fechas con la llegada a la adolescencia de la generación que ahora tiene 20 años.

Cuando empezaron a aparecer esas ideas, muchos de nosotros, quienes ya estábamos por aquel entonces metidos en estos mundos de las sexualidad alternativas, creímos que aquí estábamos a salvo. Pecamos de inocentes y narcisistas. Nuestro recorrido para llegar a esto era largo y la mayoría llegábamos para quedarnos, tras un camino en el que habia que vencer diversas dificultades. Aceptar la fantasía y convertirla en deseo ya era un mundo, un trabajo importante de introspección, en el que había que vencer a la vergüenza primero y a los convencionalismos sociales después. Pero  una vez superado ese escollo, la mayoría entrabamos sin a hacer ruido, a aprender y sobre todo a escuchar, hasta estar preparados y seguros de dar el paso. Me voy a poner yo de ejemplo, en mi la fantasía está presente desde la adolescencia y no doy el paso a deseo hasta que casi tengo ya los 30 y aun así estoy 7 años más hasta estar seguro y llevarla a cabo. Esa era la tónica habitual, recuerdo que cuando empecé en todo esto, encontrar gente menor de 25 era una auténtica excepción, la mayoría era gente que daba el paso después de ya un recorrida vital en las relaciones y en el sexo vainilla.

Hacía mitad de esta década se produce un cambio de paradigma, yo lo llamo "el efecto 50 sombras" debido al éxito del libro de E.L James y estos mundos "sufren" una invasión de sobre todo "jovencitas" ávidas, curiosas y deshinibidas, pero a la vez inmaduras, inexpertas y sin recorrido vital más allá de los royos del "insti". El caso me recuerda mucho al de las duchas de los campings finlandeses, lo que en principio parece una cosa, analizado resulta ser otra distinta. No llegan  para escuchar y aprender, llegan para imponer su particular forma de ver las cosas y el adoctrinamiento de las políticas de género. En vez de escuchar, tener paciencia y llegado el momento experimentar, son demandantes, impacientes y caprichosas. El mundo les debe siglos de opresión a las mujeres y se lo quieren cobrar ellas, ellas que se han criado entre algodones y ventajas. Son la quinta columna de las políticas de género que quiere invadir hasta el rincón más minoritario de las relaciones afectivo/sexuales, en el fondo están siendo utilizadas.

Una de las cosas que más llama la atención de la invasión de teenagers del efecto 50 sombras es el papel que otorgan al hombre y en el caso que nos concierne, es el de objeto que satisfaga todos sus deseos, ellas merecen vivir todas esas sensaciones y emociones, aunque luego no estén dispuesta a darlas, vamos no es que no estén es que simplemente creen que no tienen  porque. Las han educado en la idea que el hombre está en deuda con ellas y quieren cobrarse esa deuda.

Nosotros también tenemos mucha culpa de eso. Hemos vendido una idea muy superficial de todo esto, nos hemos centrado mucho en lo llamativo, en el estímulo fácil, en lo visual y siempre dejamos de lado la parte emocional, así que de alguna manera también les hemos seguido el juego y no debería extrañarnos que una chica de 20 años que se moja cada noche leyendo relatos, después quiera vivirlos tal cual los recibe, sin entender que para llegar a ese nivel que transmiten los relatos, se necesita tiempo, dedicación, comunicación, confianza y sobre todo esfuerzo. Las cosas no salen perfectas la primera vez, ni la décima, pero se pueden disfrutar de todas. Nuestro error ha sido el transmitir un supuesto ideal de perfección inexistente.

Hace un par de días hablando con una de esas excepciones, osea alguien de esa generación del efecto 50 sombras pero alguien con las ideas muy claras y madura, me decía que su generación es la más informada de la historia y tiene razón, pero informada no quiere decir formada, al revés muchas veces el exceso de información o más bien la facilidad para obtenerla genera dificultad de analisis. Es curioso ver como chicas de 18, 19, 20 años conocen a la perfección los nombres de todas las etiquetas de estos mundos, nombres que yo alguno todavía no se ni situar y en cambio, no son capaces de ver que el día que esten frente a una persona para jugar, van a estar frente a eso una persona y no un rol con un bonito nombre en inglés.

Y si señores han  llegado para quedarse, aunque en realidad han sido enviadas y quieren imponer sus normas, son las elegidas, se lo merecen todo, tienen que vengar la afrenta de siglos contra el supuesto sexo débil y una de sus principales estrategias es dividir. De tal forma que se generaliza entorno a un grupo en este caso los hombres y se les otorga a todos sin excepción una serie de condiciones que según dictan desde el estado son inherentes a la masculinidad y que básicamente son dos y dos

-El hombre es agresivo por naturaleza
-El hombre es aemocional y solo le interesa el sexo
-La mujer es siempre víctima (lo cual la exime de responsabilidad sobre sus actos)
-La mujer merece reparación por un supuesto pasado de sometimiento.

Y es curioso muchas entran en esto queriendo dominar desde abajo, les atrae sexualmente estar abajo, pero sin embargo, quieren controlar ellas el juego, eso si si falla algo, si algo no es como desean entonces la responsabilidad es del que está arriba.

Yo tengo cierta experiencia ya en estos mundos y he conocido gente desde todos los roles y orientaciones y os puedo asegurar que la orientación/rol más cruel que conozco, es la entre dos mujeres. Tiene su sentido, que una mujer haga ceder a otra mujer en base al uso de "armas" de mujer no cuela. Esto no es una crítica, como me dijo muy sabiamente una vez alguien cuando escuchaba atentantamente cualquier consejo: "Santi crueldad y compasión a partes iguales", no se puede jugar a esto sin una dosis de crueldad, pero tampoco sin el antídoto de la compasión preparado por si acaso. Pero obviamente esta nueva ola  obvia y valga la redundancia la crueldad femenina, que existe tanto como la masculina. Y si es cierto que estos mundos sirven de perfecto camuflaje para seres indeseables, pero realmente eso tan temido como los maltratadores son muy raros, otra cosa son los controladores mentales, aprovechateguis varios y tios que en realidad buscan o creen que van a encontrar un polvo fácil aprovechando el aura libertina de estos juegos. Pero aquí no podemos estar haciendo de policias y que levante la mano quien alguna vez no haya tenido una mala experiencia. Precisamente el creer que lo sabes todo, el no escuchar a quienes tienen más experiencia, es lo que más fácil te puede llevar a tener un encontronazo con algún personaje indeseable.

Así que para terminar me gustaría pedir a toda esta oleada de gente nueva, sobre todo féminas que llegan muy resaviadas, que escuchen, que no se queden en la superficie de las cosas, que entiendan que sin experiencia vital en relaciones casi meterse en esto requiere de tener las ideas muy claras, que la edad puede ser solo un accidente, pero hay que demostrarlo y yo conozco algún caso que lo demuestra, que si están seguras experimenten entendiendo que esto es cosa de dos y que las emociones son tan importantes como las sensaciones, que todos tenemos el derecho de demandar, pero también la  obligación de dar tanto en cuanto demandamos. Que no existen las relaciones igualitarias, ya que todos tenemos distintas necesidades y que ademas esas necesidades son muy variables en función a momentos, circunstancias, etc, etc. Pero sobre todo que dejen esto tal y como está que ya se regula solo, que es de las pocas cosas que yo conozco donde no pocas veces se invierten los roles tradicionales de cuidadora y cuidado a cuidador y cuidada. Pero sobre todo que tengan muy claro que no están haciendo una revolución, que son la quinta columna de la reacción, que se parece mucho a aquellos tiempos en los que monjas y curas separaban por sexos, solo que entonces la duración era limitada en el tiempo y ahora se pretende que esa separación por sexos sea eterna.

Yo que he sido muy crítico a veces con la "vieja guardia" de estos mundos, que no en pocas ocasiones he considerado elitista, autocomplaciente y encerrada en si misma. En esto les doy la razón. Los cambios no se imponen, si se tienen que producir llevará su proceso que se hagan y si no, fracasará. Así que tal vez nosotros si tengamos una revolución que hacer, la de hacer pedagogia, la de dejarnos de mirarnos al espejo complacientes de cuanto se y empezar a explicar a todas esas nuevas generaciones que esto tiene mucho más que la superficie que se ve, que eso es solo la piel del juego, pero que el juego tiene alma.

Esta entrada va dedicada a una pareja de chica y chica, que con muy poquita experiencia han sabido encontrar la verdadera esencia del juego y sin querer hacer ninguna revolución, simplemente acatando la norma principal de todo esto: dejar fluir las emociones.

Las que quieran hacer la revolución. Al salir cierren la puerta. Gracias. En los conventos andan faltos de vocaciones y fijo que necesitan una renovación generacional, así que seguro estarán encantadas de acogerlas.




2 comentarios:

  1. Tu comentario no hace favor alguno a la gente joven. Parece que somos una lacra, que estamos en el limbo, no somo niños, pero tampoco "adultos", parece ser. ¿Qué somos entonces?

    Dices, que cuando empezabas te encontrabas a gente mayor, no me extraña, dada la nula información que existía antaño. No había acceso a internet. Ahora la tenemos, disponemos de mucha información y podemos dar nombre a lo que sentimos o queremos sentir. ¿Tengo entonces que esperar a los 30 para poder hacer lo que quiero?

    Y claro que una persona puede creerse que lo que lee en un libro es súper fácil de lograr, que una relación así en dos días se construye. Se lo puede creer un hombre, una mujer, personas de 50 y 20. Todas. No solo los jóvenes.

    Espero que cuando cumpla los 40 y sea "adulta", no me de por infravalorar a los jóvenes.

    No creo que sea acertado eso que dices. Repito, gilipollas hay de todas las edades y sexos.

    Un saludo.

    S.

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    Respuestas
    1. Creo que no has entendido bien el post. Yo en ningun momento digo que la juventud sea una lacra. Ni que haya que esperar a tener determinada edad para experimentar. Ahora si creo que es precisamente ese exceso de información que no formación de lo que se valen ciertos poderes para crear una obra de ingenieria social que usa como soldados a la gente joven que esa mas facil que pique a causa de la normal falta de experiencia e inmadurez. Gracias

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