sábado, 21 de septiembre de 2024

Trimestres que dejan marca (Por S.)

 




Cuando subí al coche pensaba en lo raro que era no saber nada de él en todo el día, especialmente está temporada que estaba en plan marcaje controlando bastante lo que hacía. Pensaba en él en lo que supuso y aún que no es propio en mi, con él me dejó llevar, descubro cosas, que me da a probar, que el prejuicio me había hecho rechazar, pero ahora sé que es lo que llevaba tiempo buscando...


....conducía de vuelta a casa, tras una tarde con una sesión navideña en exteriores con un niño, estaba cansada y mucho llevaba horas demás encima. ahí me sono el wasap era un audio suyo contándome que tal el día, al final su risa maquiavélica ( es imposible que nadie en el mundo sea indiferente a esa risa, lo encierra todo) y como siempre la risa es la antesala de la bala psicológica que va a disparar; 

-por cierto acuérdate que toca trimestre.

y ni en mil vidas daría explicado todo lo que en ese momento se desata en mi interior, así con una frase.

De golpe me angustie, fue una temporada difícil, las faltas se habían acumulado de manera estrepitosa...ahora tendría que dar cuenta de todo eso...

Al principio la revisión de la libreta era semanal despues cada quince días, cada mes... y así lo fuimos espaciando cada vez más. Ahora lo hacíamos trimestralmente, coincidiendo con las evaluaciones académicas, lo cual lo hacía más infantil aún, lo que venía a significar más humillante para mi. Tendría que presentarme ante él y leerle todo cuanto había anotado en la libreta, era una vergüenza horrible en la que el hurgaba más con preguntas sobre mi comportamiento, sobre la falta cometida. En alguna ocasión que me negaba a leer me caían unos azotes para ver qué era en serio, o me ordenaba bajarme la ropa y leer con las bragas en los tobillos, más bochornoso aún.

       Si o sí iba a ser castigada , la experiencia me decía que lo mejor era colaborar en todo para no empeorar las cosas. Pero una tiene su orgullo, que no es poco. Leí la libreta, estos meses estaban acumulados de faltas y las que no había anotado. Debía pensar en algo. No se me ocurrió otra cosa que hacerla desaparecer, la escondería, le diría que la había perdido. Obviamente se enfadaría, me castigaría, pero un castigo normal por irresponsable y haberla perdido, mientras que si se la leo fijo el castigo sería severo. Partiendo de la base de que era inevitable el castigo no me pareció tan mala idea.  

El día llego super rápido, a pesar de lo lento que transcurren los días de invierno

me llamo;

- guapa en 5 minutos estoy ahí

-vale te espero, tengo algo que comentarte

-creo que tendrás bastante para comentarme jajajajaja (risa maquiavélica) 3 meses dan para mucho...


Decidí coger una cerveza fresquita y su copa preferida y llevársela al salón, para cuando llegará, sé que le encanta y intentar suavizar no sobraba. Aunque era invierno y un día frío en casa había calorcito, pues en el salón la chimenea estaba encendida. Yo llevaba un camisón negro bastante elegante a la par que sexy. Al oír la puerta fui a recibirlo y lo besé

- vaya recibimiento

y con la mirada me recorrió el cuerpo

- que pasa? Cualquiera diría que no te ha gustado

- nada, claro que me gusta que vengas a besarme pero te veo muy elegante para el trimestre

- encima que me pongo guapa para recibirlo... hombres

- si me encanta, estas divina, pero no será que pretendes desviar mi atención, porque te aviso que no funciona.


Entramos al salón yo primero y me tiré en el sofá, el fue a dejar las cosas a la habitación y al poco rato ya lo tenía de lado

- y la cerveza es para mi?

- claro no espero a nadie más, para quien si no.

  La intención era jugar un poco a suavizar, usar algún recurso y apelar un poco a la compasión, para el cabreo que le iba a entrar en breve.

- pues muchas gracias señorita así da gusto...

le dío un trago profundo

- que tal si vas por la agenda y comienzas a leerla, cuanto antes, antes acabaremos.

- es que...

- que?

- de eso quería hablarte 

- pues empieza

-no se como explicártelo...

-uffff

- me prometes que no te enfadaras?

-cuando dices eso es que me tengo que enfadar seguro y empieza ya, que me estas desesperando

- pues es que no sé como pudo pasar pero la he perdido

- estas de broma

-no

- pero tu te quieres reír de mí? como la vas a perder si no debes sacarla de casa para nada , salvo que vengas a verme y yo te ordene traerla

- pues te juró que he revisado todo y no la encuentro (yo me mantenía seria y argumentando perfectamente mi mentira, no soy de esas personas que le salen los colores por mentir , no. Sólo por verguenza. Si es verdad que con el me cuesta y cada vez más someterme a un interrogatorio).

_ me estoy mosqueando, tráemela!

Y ahí ya me estaba poniendo nerviosa y se me escapó la risa, lo cual le pareció horrible.

_ aún te atreves a reírte, tu me vacilas

_ no es sin querer

Pero al tiempo que le contestaba ya tiraba de mi con fuerza y me tenía sobre sus rodillas...

_ jo es que no me rio de ti

_ pues ya me dirás no hay nadie más

_ no era risa nerviosa porque estoy preocupada

_ Yaa... Pues como hablar contigo no sirve de nada voy a empezar el diálogo con tu culo, a ver si también te causa gracia.

Antes siquiera de comenzar azotarme, antes incluso de ponerme sobre sus rodillas, cuando estaba de pie delante de él intentando justificarme mi sexo había comenzado a reaccionar, la humedad ya se había adueñado de el, es inevitable. Me sentía tan mojada y me daba tanta vergüenza que el lo notará.

Ahí comenzó a descargarme azotes bien fuertes con la mano, impresionante la fuerza que tiene en las manos, me los daba sobre el camisón, que era muy fino de un tejido similar al tul. En un momento paró suspiré aliviada pensando que se había acabado en el mejor de los casos o que me daría un descanso.

Lo que hizo fue subirme el camisón al tiempo que decía;

_ ya se ven las nalgas rojas a través del camisón así que es el momento de descubrir y seguir directamente sobre la piel. Continuó. Sin descanso.

Después de muchas nalgadas, las cuales no conté, era imposible y ni lo intente necesitaba concentrarme en aguantar y no suplicar finalmente se detuvo, no sin antes hacerme saber que serían los últimos azotes con la mano y estos siempre me los aplica especialmente fuertes. Siempre también esa zona justa donde acaba la nalga y empieza el muslo.

_ Preparada?

No contesté me los daría igual.

 Las nalgas me ardían, me picaban moría por frotármelas y me dolían, pero sabía que aún no se había acabado: faltaba lo peor sabía perfectamente que usaría algún utensilio para la segunda parte del castigo. El cinturón o el cepillo sus preferidos, aunque también me había mandado hace semanas una foto de una vara de abedul que había recogido  en el campo.

_ Bien sabes que todo esto lo buscas tú solita con tus niñerías y tus irresponsabilidades, la libreta es un tema serio, no haberla aceptado, y es tú total responsabilidad.... Que piensas? Tienes algo que decir? Te acuerdas por casualidad dónde está?

Ahí mantuve una lucha interna por salir corriendo a buscarla, pero al final me aguanté, me daría la segunda parte igualmente.

_que siento haberla perdido

_ bien sigues en las mismas.... Pues sí que vas a sentirlo y a ver si de paso hago que te venga la memoria y te acuerdas de donde está

_ al rincón!

Me fui derecha sin rechistar, un buen rato allí

sirvió para aumentar la agonía de lo que me esperaba y sabía que lo que había sufrido no era nada comparado con lo que quedaba usará lo que usará...

Al fin me llamo, me acerque muy despacio.

_ Bien vamos a seguir hoy aprenderás que conmigo no se juega, ni con las normas ni con la libreta. Y si la señorita decide hacerlo le traerá graves consecuencias a su culo. Siéntate en el sofá. 

Quedé inmóvil.

_ te tengo que sentar yo?

Mi cuerpo reaccionó y me dirigí al sofá y me senté. El salió de la sala y al poco tiempo volvió a entrar traía en la mano un cable, el cable del teléfono, que es delgado, y me parecía inofensivo, de entrada incluso me sentí aliviada de vérselo, lo llevaba doblado, yo nunca había probado el cable, me parecía más inofensivo que cualquier otro instrumento, y hasta me pareció una suerte. Esa sensación duró poco, solo hasta que recibí el primer golpe. Empezó a azotarme con dureza , lentamente, me atravesaba las dos nalgas , con un mano me tomó de las piernas y con la otra me pegaba más y más fuerte a medida que avanzaba el castigo. Así estuvo por un buen rato. Por fin paro a esas alturas yo ya soltaba gemidos desesperados y el culo me ardía más que nunca. Me mando levantarme e ir a buscar el cepillo. Eso lo odiaba el cepillo era lo que más odiaba en el mundo y tener que ser yo la que fuera a buscarlo más aún. Pero llega una situación en la que no puedes hacer nada, podría no ir pero mi castigo solo aumentaría. No aguantaba, fui a buscarlo y se lo entregué, el estaba ya sentado sobre el sofá. Me dijo que me colocará sobre sus rodillas


Con calma se recreo en mis nalgas y las acarició lentamente. Me describía al detalle como estaban;

_ Las tienes marcadas por lineas finas muy rojas, por las marcas se pueden contar los azotes que te di

Cogió el móvil sobre la mesa y me hizo un par de fotos.


 _Lamentó tener que castigarte tan severamente

_ si te gusta

_ pues la verdad es que bastante

_ creo que ya fue suficiente me duele mucho

_ pues yo creo que no te llegó

Cuando dijo esto me empezó a golpear con el cepillo, era insoportable sobre mí culo ya lastimado me quejé desde el primer azote, me movía, me recriminaba que me estuviera quieta, pero me era imposible.

Y le supliqué por primera vez en mi vida

_ por favor para

Me salió de golpe y sin pensarlo me sorprendió mucho y más a él que no lo esperaba. Desde ese preciso instante todo se suavizó, yo me liberé de mi orgullo y de aguantarme el dolor en silencio. El creó que entendió que estaba en mi límite y se apiado

_ solo hay una manera... 

_acepto

_ primero deberías saber de que se trata; si tú me traes la libreta te doy 5 más si no me la traes te llevarás 15

_ vale 

Me levanté y me fui al trastero donde la había escondido. Aproveche para frotarme las nalgas. Al pasar por el pasillo me quedé un rato contemplándome el culo en el espejo del mueble de la entrada.

_ vente y deja de mirarte

_ como lo sabes si no me ves?

_lo sé siempre lo haces se que te encanta ver cómo te pongo el culo.

Ahí mi cara se quedó tan roja como mis nalgas...

 y al poco rato entre y le entregué la libreta en la mano. El ni la miró, la tiro para el sofá.

Aún me quedaban cinco pero está vez fue el quien me colocó sobre sus rodillas. Primero me acarició las nalgas por un rato, creo que también para darme un descanso al tiempo que me echaba el sermón sobre la responsabilidad de los actos, y las famosas consecuenciaaaaass.

_ bien vamos? Si no no acabamos más los contarás y me darás las gracias.

Empezó a darme bien fuerte, los espaciaba bastante pero eran golpes secos y fuertes y tenía ya las nalgas tan doloridas que se hacían insoportables... Los conté como pude, entre gemidos. Le prometí que no volvería a pasar, con el culo así prometes lo que sea.

Seguía sobre sus rodillas desnuda con el culo azotado, expuesto. Me volvió a hacer fotos... 

Comenzó a acariciármelo así estuvo por un buen rato, no se cuánto. Hasta que me dijo;

_ lo tienes muy rojo, pobrecito

( Estiró la mano y cogió una vela que estaba sobre la mesa de la sala, como ya llevaba un buen rato ardiendo tenía mucha cera derretida) mi mente se disparó me estaba adelantando y imaginando lo que iba a hacer pero al mismo tiempo quería no imaginarlo. 

_no...

Fue lo único que me dió tiempo a decir y ya sentí las primeras gotas de cera sobre la piel

_ shhh tranquila ( con la otra mano me acariciaba la espalda) estaba demasiado rojo, relájate. Despacio siguió vertiéndome la cera en las nalgas con diferentes formas. 

Volvió al teléfono y hacerme fotos. Me mando levantarme 

_ mañana me harás un relato de todo esto.

_ vale

_cómo estás de mojada?

No contesté y hundí la mirada en el suelo

_ te estoy hablando, mirame y contestame

_ bastante

_ acércate quiero comprobarlo

 Me metió un dedo y luego otro, yo chorreaba literalmente

_ no me lo puedo creer el castigo más duro que te he dado y estás inundada. Que voy a hacer contigo?

De golpe paró y me sacó los dos dedos. Noo. No dije nada pero mi cara de frustración creo que lo dijo todo. 

_ estarás de acuerdo conmigo que tú comportamiento infantil de hoy deja mucho que desear y que lo que menos te mereces es un premio. Mientras no me demuestres que eres una mujer te quedarás así.

_ tienes razón y si te lo voy a demostrar ahora mismo

_ que? 

_ quédate ahí sentado y déjate hacer.

Comencé sin esperar su aprobación, comencé a acariciarlo a besarlo, le saqué la camiseta se quedó quieto, le lamía los pezones y le acariciaba la polla, llevaba pantalón de deporte se la acariciaba por encima, estaba empalmadisimo creo que se iba a romper la tela.

_ Levanta y te saco esto, pobrecita está muy apretada, me da pena

Me obedeció al instante, se levantó y le bajé todo, comencé a lamerle los huevos, luego la polla acariciándola con la lengua mientras con la mano le masajeaba los huevos. Así hasta que le veía el placer reflejado en sus ojos marrones.

Paré;

_ te convencí de que soy una mujer?

_ si a la mierda el castigo te lo levantó sigue

Me subí al sofá y comencé a cabalgarlo salvajemente. Al final ese día hubo premio y crema y otra vez premio....



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