El spanking no es BDSM

 

Ni mejor, ni peor, diferente.

El mundo del BDSM nunca me llamó, ya que mi fetiche principal ha estado siempre relacionado completamente  con los AZOTES en un ambiente de disciplina.

En otras palabras, SPANKING existe como algo más allá de las cadenas y el cuero negro. Jamás me he visto cómo un dominante al que adorar y rendir sumisión, en mi imaginación siempre me he visto cómo una especie de tutor estricto y severo, pero a la vez servicial y con mucho instinto protector y cuidador 

Nunca he fantaseado con  látigos y mordazas,  en su había cinturones, cepillos, una regla de madera o simplemente mi mano, había un rincón de pensar, muchos regaños, normas, reglas, pero también rebeldía, provocación, desafio y  por supuesto cuidados posteriores ilimitados. En mi imaginación, siempre era ella el objeto más preciado que debía ser pulido y bien cuidado.

Nunca me interesaron los juegos de roles  (como maestro/alumna, por ejemplo), siempre he fantaseado con una relación adulta  que establece una relación disciplinaria, en la cual hay una jerarquía y unas normas previamente pactada

En mis fantasías, ella es siempre una especie de adolescente rebelde y caprichosa dentro de un cuerpo y una mente adulta, alguien que pide a gritos una mano firme y severa y a la vez dulce y que perdone

No hay lenceria, ni corsets, no hay cruces de San Andrés, ni esposas o cuerdas. Hay ropa normal, de día a día, pijamas, una silla, unos cojines, una libreta, crema hidratante, unos vaqueros por los tobillos y mucho color rojo eso sí, rojo de rubor en la mejillas y rojo de calor en el culo. 

Y si, las fantasías evolucionan o mejor dicho la práctica y la persona te llevan a probar otras cosas y disfrutarlas y algunas de las fuentes de inspiración si beben del BDSM más puro, pero no es mi fantasía primeria. Mi fantasía primaria es la descrita, la base, los cimientos, todo lo demás son recursos para expandir más la experiencia, pero prescindible, en cambio la base, la raíz, el spanking es lo imprescindible.