Las reglas II parte.
En la anterior entrada, hicimos un pequeño resumen del concepto reglas o normas y la sociedad. La conclusión es que las reglas son a la vez que necesarias, engorrosas, que a veces nos podemos sentir seguros y otras en cambio damnificados. Ahora vamos a entrar ya en las reglas y los juegos, pero antes un pequeño inciso.
Dentro de la vida social, existen una serie de instituciones más regladas que otras (escuela, ejército, familia...) Pero aún así normas y jerarquías nos van a acompañar toda la vida.
Las reglas las podríamos clasificar bajo distintos conceptos, pero cómo inicio, lo voy a hacer a través de dos muy simples.
A) Las reglas codificadas. Son aquellas que están especificadas y explicadas mediante algún tipo de código de obligado cumplimiento. Quizás el más conocido, sea la ley. Pero hay otros (el código de funcionamiento interno de un centro educativo o de trabajo, el reglamento deportivo, etc) y su incumplimiento lleva a sanciones.
B) Las reglas interiorizadas por el proceso educativo. Estas no están sujetas a ningún código escrito, pero han sido interiorizadas durante el proceso educativo. No existe ley alguna que diga que debes orinar en un baño, pero lo hacemos, es lo que llamamos modales y educación, su incumplimiento no lleva asociado ningún tipo de castigo normativizado, pero supone la exclusión del grupo. La sociedad aísla y no se relaciona con quien no mantiene un mínimo de modales.
Estos dos tipos de forma de "regular" son fundamentales, porque es un patrón que vamos a repetir en los juegos.
En los juegos también vamos a reproducir un tipo de reglas A. Estas se van a consensuar, van a ser claras, específicas y conocidas por ambos jugadores. Y su incumplimiento consciente o inconsciente conllevará una repercusión.
Pero luego están las reglas tipo B y tal vez son las más complicadas y las que no pueden llevar a más confusiones. Porque aquí no estamos hablando de un acto que no admite discusión, cómo puede ser un horario, un plazo, una obligación, etc. Aquí estamos hablando de cosas que se prestan más a la interpretación, por ejemplo ¿Dónde está el límite entre un réplica correcta y una mala contestación? Esto que digo ahora igual suena mal, pero la palabra final en estos casos la dejé tener quien está arriba en la jerarquía. Quién hace cumplir las normas, es quien al final decide, y esto que puede parecer injusto, es básico. Ceder el control implica también confianza por una parte y tener el control implica responsabilidad por la otra. Así que de alguna manera las reglas son bidireccionales, en ocasiones otorgan ventajas y en otras no.
En la próxima entrega seguiremos, poniendo dos ejemplos de cada una de esos dos tipos de normas, llevadas a los juegos.
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