jueves, 11 de agosto de 2022

Sofía y Karima I (S y K)

 



Ya había llegado la primavera y con ella el buen tiempo, el sol y la ropa empieza a sobrar.

Cuando Sofía vio a Karima dispuesta a salir, no pudo evitar sonreír, el short vaquero que llevaba la jovencita era un poco extremado y dejaba ver el nacimiento de sus nalgas, pero pensó que la juventud tiene esas cosas.

- Hoy vendré un poco más tarde Sofía, tengo visita la ginecólogo.

- Es verdad ¿quieres que te acompañe? No tengo nada que hacer.

- Muchas gracias pero ya no soy una niña, prefiero ir sóla.

- Cómo quieras. 

Karima le dio un beso a Sofía y se fue. 

Después del almuerzo Sofía le puso un mensaje a Karima.

- ¿ Cómo ha ido en el ginecólogo pequeña?

- Bueno...ya sabes...pero todo bien.

- ¿Vas a venir muy tarde?

- No en un rato vuelvo.

- Vale, si quieres podemos salir a dar un paseo cuando vengas.

- Si, genial!!!

Un rato después Karima llegó a casa, saludo a Sofía dejó sus cosas y le dijo a Sofía.

- Sigue en pie ese paseo?

- Si claro

- Pues cuando quieras me cambió los zapatos por unas zapatillas y vamos.

- Voy a cambiarme yo también.

Las dos se pusieron calzado cómodo y salieron al sol de una tarde de primavera, caminaban por el parque hablando de sus cosas. No había mucha gente a pesar de la buena tarde que hacía.

- Y bueno cómo ha ido en el ginecólogo? 

- Bien...ya sabes rutina..

Sofía se sentó en un banco.

- ¿ Estás cansada?

- No, pero no me gustan las mentiras...

Karima la miró extrañada.

- ¿ Que te ha pasado?

- A mí nada, sólo que llamaron de la clínica preguntando por ti y porque no habías acudido a la cita.

La cara de Karima cambió de golpe...

- No te enfades Sofía, no sabía cómo decirtlelo, es que se me hizo tarde, ya llamaré para cambiar la cita.

- Ya lo he hecho yo, el lunes te acompañaré. 

- Pero, el lunes tengo...

- Me da igual lo que tengas, la salud es lo primero. 

- Perdoname Sofía, no había mala intención.

- Jovencita me has mentido y eso mientras vivas en mi casa tiene consecuencias. 

Sofía se levantó de repente, cogió a Karima del brazo y le dio unas cuantas nalgadas, allí en el parque. 

- Ahora jovencita, vamos para casa, que te voy a enseñar que les sucede a las niñas mentirosas. 

Sofía cogió de la mano a Karima y empezó a caminar rápido, Karima intentaba excusarse hasta que Sofía le dijo.

- Silencio jovencita!!! No quiero escuchar ninguna excusa más. 

Salieron del parque y al pasar por una tienda de material de peluquería Sofía entró, se dirigió a la dependienta.

- Buenas tardes, estamos buscando un buen cepillo de pelo de calidad.

Karima se puso roja, la dependienta saco varios cepillos de distintas formas y materiales Sofía se fijó sólo en los de madera y en especial en uno de forma ovalada de madera muy oscura casi negra, lo cogió y se dio unos golpecitos en la mano con él. 

- Karima creo que este es ideal, que piensas? 

Karima respondió con un sí muy flojo totalmente avergonzada. 

- Nos quedamos este.

La dependienta lo envolvió, Sofía pagó y se fueron para casa. En silencio. 

Al entrar Karima esperaba que no estuviera Santi, pero nada más abrir la puerta su esperanza se disipó, allí estaba Santi.

- Hola señoritas!!! Supongo que disfrutando de la tarde.

Contestó Sofía. 

- Si, que bonita es la primavera.

- Bueno yo me voy a mi habitación, que tengo cosas que hacer -dijo Karima- 

- Toma llévate esto, que ahora iré a hablar contigo.

Sofía le dio el cepillo delante de Santi lo que hizo que Karima aún se avergonzara más. Sofía se quedó un momento con Santi y un cuarto de hora después entró en la habitación de Karima, cerró la puerta y se quedó de pie cruzada de brazos, Karima estaba estirada en la cama.

- Lo siento Sofía de verdad, siento haberte mentido,...

- Ya lo sé pequeña, pero en esta casa hay unas normas y unas consecuencias, has elegido mal y ahora toca asumir consecuencias.

- Por favor Sofía, ahora está Santi en casa...

- Santi sabe perfectamente lo que ha sucedido, es más está de acuerdo en que te aplique una corrección y si tengo que insistir te prometo que te llevaré de la oreja al salón y te castigaré delante de Santi ¿Está claro?

Karima bajó la mirada la idea de que Sofía le nalgueara el culo cómo a una niña delante de Santi, la hacía sentir demasiado avergonzada cómo para tentar a la suerte.

Sofía se sentó en la cama.

- Levanta jovencita...

Karima se levantó soplando. Nada más levantarse Sofía la agarró del short vaquero y empezó a desabrocharselo...

- Sofía, por favor...

- Mentir es una falta muy grave y jugar con la salud también, así que no te has ganado el derecho a cubrir tus nalgas.

El short resbaló hasta los tobillos de Karima, entonces Sofía metió los dedos por el elástico de las braguitas a rayas blancas y rosas de Karima, eran de algodón y muy infantiles aunque de cintura baja y no tapaban mucho las bonitas y redondas nalgas de Karima.

Las braguitas descendieron hasta los tobillos también, Sofía cogió de la mano a Karima y está ya sin resistirse se colocó en el regazo de Sofía. 

Sofía empezó a acariciar las nalgas desnudas de Karima, mientras la seguía sermoneando sobre mentir y tontear con la salud.

Hasta que empezó metódicamente a darles el tratamiento para las niñas traviesas, Karima al principio estaba más preocupada del ruido y la posibilidad que Santi escuchará las nalgadas que de otra cosa, pero pronto el ruido dejó de ser un problema en cuanto su culo empezó a quemar, Sofía se estaba aplicando bien y un rato después las nalgas de Karima se habían vuelto rojas cómo dos cerezas maduras. 

Sofía detuvo el castigo y de forma inconsciente empezó a acariciar las nalgas de Karima, desprendían un calor agradable pero si tacto seguía siendo sedoso, por un momento su cabeza se dejó llevar por la excitación, hasta que reaccionó, cogió el nuevo cepillo, lo dejó sobre las nalgas de Karima y le dijo.

- Pequeña mentir es una falta grave y más con algo relacionado con la salud, no quiero que pienses que esto es una venganza, es una corrección que quiero que aprendas y que no vuelva a pasar. 

Sofía cogió el cepillo y empezó a golpear alternando nalga y nalga de Karima, apuntando en especial a la parte baja de las nalgas, el escozor del cepillo era horrible y Karima ya no pensaba en el sonido o la presencia de Santi en la casa, el castigo fueron 40 golpes de cepillo, 20 por mentir y 20 por no haber ido a la cita con el ginecólogo, al terminar el culo de Karima estaba bien rojo con dos círculos de un rojo más oscuro en cada nalga. Sofía dejó el cepillo y le acarició el pelo a Karima un rato las dos en silencio. Hasta que Karima empezó a respirar relajada.

- Jovencita ahora te vas a ir a reflexionar sobre tu comportamiento al rincón, te dejaré sola un rato, para que pienses bien de acuerdo? 

- Si, Sofía.

Karima se levantó con el short y las braguitas en los tobillos caminó hasta la esquina y allí se paró con las manos detrás de la espalda. Sofía se levantó, puso el cepillo entre las nalgas de Karima, le acarició un momento las nalgas y le dio un beso en el cuello antes de irse, sin cerrar del todo la puerta.

Un rato después abrió la puerta sin entrar, le dijo a Karima que podía salir del rincón y que la espera tumbada boca abajo en la cama. 

De vuelta llevaba con ella un bote de aceite de coco, se sentó en la cama, le echó un buen chorro de aceite en cada nalga y despacio empezó a extenderlo, Karima estaba totalmente relajada y la combinación de aceite con las manos suaves de Sofía aún hacía que se relajara más. Sofía sonreía en el fondo Karima le recordaba mucho a ella con su edad y lo bien que le hubiera ido tener disciplina. Desde su posición privilegiada Sofía podía ver el sexo de Karima los labios hinchados y el brillo en su grieta, Sofía estuvo tentanda de llevar sus manos allí, pero pensó que igual era demasiado pronto, aunque ella notaba también su humedad mojando sus bragas...

Más tarde Sofía fue a buscar a Karima para cenar, allí estaba Santi...pero lo peor fue ver el cojín que Sofía había puesto en la silla de Karima, Sofía la miró y sonrió...




No hay comentarios:

Publicar un comentario

"

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...>