sábado, 28 de mayo de 2022

Deja de poner excusas.

 







-Tienes dos semanas de tiempo, asi que no quiero excusas.


Esas fueron unas de las últimas palabras que le dije al despedirnos aquel domingo, salía de viaje por trabajo y estaría fuera toda la semana. Ya sé que no suena a despedida romántica, pero todo tiene una razón de ser y en este caso también. Todo venía, porque le habían puesto deberes, resulta que en su lugar de trabajo, habían hecho una de esas modernas sesiones de motivación y demás, tan de moda ahora con un coach y les había puesto deberes. Se trataba de escribir un texto, en el cuál escribieran aspectos positivos de su propia persona. Se supone que con el objetivo de subir la autoestima etc, etc....Lo cierto es que me lo contó con cierta angustia, cosa que no me extrañaba, yo sabía perfectamente que no le resultaba nada fácil escribir un texto así. Pero también sabía, que podía beneficiarla bastante y claro que cómo no era obligatorio, la tentación de escaquearse era muy grande. Por lo que decidí involucrarme, intentando evitar que no obtase por el camino fácil. Curiosamente el plazo de entrega del texto coincidía justo un día después de mi regreso, por lo que no tenía escapatoria.


Los primeros días, no lo pregunté, por lo deberes, le di su tiempo, sin presionar, pero fue ella la que un día sacó el tema:


-Pffff estoy perdida con el texto, me he puesto a intentar hacerlo, llevo dos horas frente al portátil y solo he puesto una frase...

- ¿Qué frase has escrito?

-"No se muy bien como empezar"

- Jajajjajaj ¿eso has puesto?

-Siiiii y si sé que te vas a reír no te digo nada.

-Vale, perdona tienes razón. Pues si estás atascada déjalo, ya saldrá en otro momento.

-Puffff es qué no me va a salir nunca es inútil

-Si no te relajas desde luego que no va a salir.

-¿Y por que no me lo haces tu? es que yo no se que poner y además a ti se te da bien escribir....

-Voy a hacer que  no he leído esto último, yo como mucho si quieres te puedo pasar una estructura, o sea decirte cómo lo haría yo.

-Pero es que no se que contar bueno de mi, eso tendría que hacerlo el resto del mundo...

-Si sabes hacerlo, no pongas excusas  que sabes

-Tienes razón déjalo, ya lo haré yo, me voy a la cama.

- ¿Te has enfadado?

-Bueno esperaba que me entendieras

- ¿Y que te hace pensar que no es asi?

- Déjalo da igual, mañana sera otro día descansa.


Aquella conversación no me preocupó en exceso, todo según lo previsto, sabía que se intentaría librar o que buscaría cobijo, pero yo quería que lo hiciera, asi que me debía mantener firme, porque sabía que a medida que pasaran los días, eso iría en aumento. Durante los tres o cuatro días siguientes el tema quedo aparcado, ni le pregunte, ni ella me dijo nada. Hasta que ya antes de volver, me dio por preguntar.


-¿Cómo llevas los deberes?

-Mal, creo que voy a pasar de hacerlos,  no son obligatorios....

- ¿Sabes que vas a ser la única que nos lo haga verdad?

-Ya, pero me da igual.

-Mira a mi, que no presentes el texto en el trabajo, no me importa lo mas mínimo, pero me dijiste que lo harías y yo quiero leerlo, creo que esta claro ¿no?.

-Pues no

-¿ Cómo que no?

-Que ya veremos si lo hago

-Bueno pues atente a las consecuencias

- ¿Me estás amenazando?

- ¿Lo preguntas?, si quieres te lo digo de otra manera: como el Jueves no esté el texto hecho, duermes boca abajo, así te queda más claro?


Tardo un rato en contestarme...hasta que me dijo.


-Bueno ya veremos, pero es que no me sale nada, de verdad, no es excusa, es que no tengo ni idea como plantearlo.

-Vale no te preocupes, el Jueves llegaré pronto, tenemos toda la tarde para hacerlo.

-Me vas a ayudar entonces?

-Pffff siiiiii

-Graciasssssss!!!!!!!!!


Total que pasaron los dios y llegó el momento de volver,  salí para su encuentro a mediodía. Llegue a media tarde sobre las 6 más o menos, ella acababa de llegar también, asi que lo primero qué hicimos fue sentarnos los dos y charlar un rato tomando un café, entonces le dije,.


-Ya recojo yo ¿tu tendrías que ir preparando los deberes no?

-Joder pensaba que te ibas a olvidar.

-Anda ve a buscar el portátil, que no te libras.

-Y no te apetece hacer algo mas divertido? y si nos damos una ducha y nos ponemos cómodos?


No le contesté, sólo la miré serio....


-Valeeeeee, ¿pero al menos puedo ponerme el pijama no?


Entonces me acerqué cogí el portátil y se lo puse en las piernas.


-Empieza y cuanto antes termines, antes te pondrás el pijama, nos ducharemos o lo que quieras

-Joder si tardo dos minutos y estoy más cómoda.


Otra mirada y abrió el portátil a regañadientes. Yo recogí las tazas y la cafetera, lo deje todo en la cocina y de vuelta a salón, me senté a su lado, tenia el portátil abierto con una pagina de words en blanco, pero la mirada no la tenia en la pantalla del portátil, sino en la tele en uno de esos programas amarillo/rosa de la tarde. Al verla me levanté sin decir nada me fui hasta la tele y la apagué del botón de apagar del aparato.


-Que haces, estaba viéndolo, además nunca apago la tele de ahí.

-Ponte a lo que tienes que estar y deja de esconderte.


Esas ultimas palabras desataron la tormenta.


- ¿Pues sabes que te digo? que ahora si que paso, no me sale nada y no me va salir así que paso.


Dejó el portátil encima de la mesilla y subiendo los pies al sofá se puso a mirar por el ventanal del balcón, toda ofendida. Casi me da la risa, pero no. Con toda la calma de mundo y sin alterarme me acerqué, cerré el portátil lo deje en su sitio, pero claro la cosa o iba a quedar asi, me fui a por un par de folios y  un bolígrafo, los dejé en la mesa grande  y desde allí la miré, supongo que había visto la escena de reojo aunque se hacia la loca.


-Como no has querido hacerlo con el portátil, lo vas a hacer a mano.

-No voy a hacer nada

- ¿Tengo que ir a buscarte?

-Joder ya te he dicho que no me sale nada, que no se hacerlo

-Repito ¿tengo que ir a buscarte?


Entonces se levantó visiblemente furiosa, renegando pero sin entender bien que decía, se acerco a la mesa, separó la silla, se sentó  y se cruzó de brazos. Yo no me alegré, aunque empezaba a tenerle muchas ganas ya, sólo le dije.


-Tu misma, hasta que no escribas algo no te levantas.


Entonces acercó la silla a la mesa, cogió el bolígrafo y escribió un instante tras se acercó a mí a enseñarme lo escrito


En el folio estaba escrita la palabra "algo", estuve otra vez a punto de partirme de la risa y mas cuando la miré y ella se estaba partiendo, pero en cambio me puse mas serio, la cogí del brazo, justo de debajo de la axila apretando.


-Levanta...

-Joder que era broma, ya me pongo


Tiré con fuerza para arriba, haciendo que se levantara, de camino al sofá sin soltarla del brazo, le di un par de azotes con ganas.


-Ya me he cansado, todo tiene un límite.


Y claro la cosa terminó como hacía pinta desde el principio que iba a terminar, conmigo sentado en el sofá y con ella tumbada boca abajo en mis rodillas mientras le daba una larga ráfaga de azotes encima de los vaqueros. Ráfaga que detuve para con al mano izquierda sujetarle con fuerza de la cintura del vaquero tirando con fuerza hacia arriba, haciendo que se ajustase aún más a su piel mientras le decía.


-Las niñerías ya me estaban cansando , pero que encima me tomes el pelo, pues como que no.


Y entonces sin soltar el vaquero empecé de nuevo con la azotaina, un largo rato de  hecho paré, porque ya me picaba la mano. Al parar le solté el vaquero y le dije que se levantara.


Lo hizo se quedo enfrente mio, frotándose el culo mirando al suelo y entonces le dije algo que sabia que no le haría mucha gracia.


-  Bájate los pantalones


Me miró resoplando, le clave la mirada y empezó a desabrachorse los vaqueros poniéndose roja, una vez desabrochados los deslizó hasta por encima de las rodillas.


-El tanga también


Aun se puso más roja, mientras yo observaba la escena y como metiendo los pulgares por el lado del tanga se lo bajaba ruborizándose más aún, nada más hacerlo la cogí de los brazos y la coloqué de nuevo en mis rodillas, la sujeté bien de la cintura con mi brazo derecho y sin caricias empecé a darle con ganas en la piel desnuda, inundando toda el piso con el ritmo de percusión de la azotaina, de vez en cuando hacia una pausa, cuando me volvía a picar la mano, cuando se calmaba un poco continuaba con la azotaina sin compasion, intentando dar con precisión en la parte baja de su culo, insistiendo mucho mas en esa zona, tras un rato de zurra continuada tenia el culo al rojo vivo y le debía quemar, entonces paré y por primera vez empecé a pasar mis dedos por su piel roja y caliente, para decirle.


-Me basta la mano para enderezerte, pero por si acaso fallara te recuerdo que llevo puesto el cinturón.


Después de decirlo, empecé de nuevo con la azotaina con ritmo y ganas, estaba siendo sin duda la azotaina mas larga que le había dado nunca con la mano, empezó a quejarse tímidamente al principio, pero más efusivamente después, a tensar los glúteos, pero aun así seguí un buen rato más, cuando paré, tenia la mano entumecida, así que me podía imaginar como tenia ella el culo: quemando. Le pasé el dorso de la mano suavemente, mientras ella cogía aire y suspiraba aliviada, asi estuve un rato 5 minutos por lo menos, hasta que poco a poco se fue calmando todo, entonces le dije que se levantara, yo también me levanté y la acompañé  hasta la silla de la mesa, donde estaban los folios y el bolígrafo.


- Siéntate y haz los "deberes", te recuerdo que sigo teniendo el cinturón puesto.


Se sentó incómoda claro, después de la intensísima zurra que la acababa de dar. Yo la dejé sola y me senté en el sofá pero sin quitarle ojo. Los primeros  minutos no hizo nada, solo moverse incómoda en la silla, cambiando el  peso del cuerpo a uno y otro lado entonces empezó a escribir, despacio al principio y después con más ritmo, de  vez en cuando hacia una pausa para pensar y volvía al papel, unos 20 minutos mas tarde me miro y me dijo:


-Creo que ya está

-Muy bien coge los folios y ven


Se levanto cogió con los dos folios en la mano se acerco a mi y me los alargo, ella seguía con el vaquero y el tanga por encima de las rodillas, los cogí y sin leerlo se los entregue y le dije.


- Lee


Se volvió a poner roja y empezó a leer en voz baja..


-No te entiendo vuelve a empezar y más alto por favor.


Empezó a leer, el texto empezaba asi:


-No se muy bien como empezar, pero siempre acabo encontrando algún estímulo....


Cuando iba por la mitad del lectura del texto más o menos, no puede evitar la tentación de llevar el dedo corazón de mi mano de derecha a su pubis, buscando la hendidura entre medio de sus labios y pasándolo muy despacio por ella mientras seguida leyendo, comprobando lo mojada que estaba y provocándole más de un suspiro mientras seguía leyendo, cuando termino de leer, deje tambien el juego, le pedí los folios, los deje en el reposabrazos y le pedí que se diera la vuelta. Lo hizo, entonces con las dos manos la cogí de la cintura, acercándola entre mis piernas mientras le acariciaba las nalgas, rojisimas y brillantes, de vez en cuando tambien le daba algún beso en la piel que acababa de castigar y mis manos jugaban por todos los rincones de su intimidad, una por delante de su cintura buscaba su clítoris mientras dos dedos de la otra entraban y salían de su sexo chapoteando, ella gemía y suspiraba. Entonces quité momentáneamente la mano que tenia por delante para desabocharme el pantalón y sacar liberar mi polla prisionera dentro del vaquero, totalmente erecta, una vez liberada, la cogí de la cintura de nuevo apretando  hacia abajo guiándola para que al sentarse encima de mi, mi polla se hundiera en su sexo húmedo y caliente hasta el fondo, entonces puse mis manos en su pecho presionando hacía atrás contra  mi su espalda contra mi pecho y empezar los dos a movernos, entres jadeos y gemidos, hasta corrernos y asi nos quedamos un rato relajados saboreando el momento, ella sentada encima de mí, con mi polla dentro.


 Despacio se levantó, aún de espaldas la sujeté un momento, mientras le volvía a dar besos por las nalgas y le decía.


-Creo que vamos a tener que poner cremita en ese culo, si no mañana vas a tener que estar de pie todo el dia....




1 comentario:

  1. Qué historia tan agradable, perturbadora, picante y traviesa!
    Es posible que realmente necesitemos ayuda punzante para motivar la "tarea" y no encontrar excusas. 😉😋

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