Discutir, regañar, sermonear antes de un juego es, en mi opinión, primordial, es lo que creará la atmósfera punitiva, una especie de ritual de inicio, destinado no sólo a provocar excitación erótica, también tiene cómo objetivo crear un estado mental de rendición y es a través de esa juego que se logra tocar ciertos resortes que nos conducen a ella.
Lo natural y normal, es que entre dos adultos el momento de intercambio de control haga salir ciertas inercias y una de ellas es la resistencia, por lo que muchas veces habrá una especie de tira y afloja o discusión previa. En realidad es una teatralización. Evidentemente existe el deseo previo que se produzca es desenlace esperado, pero eso a veces también requiere de un tiempo de adaptación. Esa resistencia también puede ir enfocada a estimular una actitud más estricta y firme por parte del spanker, es una forma de seducirlo a través del reto para que ejerza, la autoridad concedida.
Tras este paso de la "discusión" vendría el regalo y con el, el inicio de la rendición y el inicio de la toma de control. Regañar es un arte, bajo mi punto de vista los regaños se deben escenificar, con calma pero a la vez firmeza, es posible que en ese momento la spankee se arrepienta de no haberse rendido antes, es el momento de hacérselo saber y de empezar a azotar la mente. Las frases y las palabras son muy importantes, en cada persona hay que descubrir que palabras tienen más impacto. Pero por lo general y por experiencia, suelen tener más impacto y ahondan más en la sensación de no tener el control, aquellas que tienen un componente regresivo:
" Tu actitud no es propia de tu edad"
" Te comportas como una adolescente enfadada con el mundo"
" Te avise que si se volvía a repetir hablaríamos muy en serio"
Y a partir de ahí ir introduciendo algunas palabras clave, que suelen ser muy efectivas: culo, castigo, azotes...
" Hoy vas a dormir boca abajo"
" Te voy a poner el culo como un tomate"
" Debería darte vergüenza que te tenga que castigar como a una niña maleducada"
Estas últimas ya sí que buscan también claramente erotizar, ya que suelen excitar dichas en el momento adecuado y crear muchas mariposas que se extienden más abajo del estómago.
También es importante en ese momento que el spanker tenga un lenguaje corporal y una actitud jerárquica. Por ejemplo, ella de pié y el sentado, de alguna manera "obligada" a prestar atención en actitud proactiva y rendida.
Es muy posible que en ese momento se produzca un intento de minimizar lo ya inevitable. Yo soy partidario de dejar hablar y explicarse, pero la decisión final es mía y si me das el control, no negocio. También es posible que en ese juego la respuesta sea adoptar una actitud infantil, en gestos, forma de hablar... Puede tener su encanto, aunque es una estrategia bastante efectiva para generar compasión, así que si se abusa de ello, es bueno recordar que en realidad es una adulta.
" Mírame a los ojos"
" Más alto que no te escucho"
Ese juego de constante fluctuación entre infantilizacion y vuelta a la realidad, descoloca mucho. Y es que los regaños tienen como objetivo también generar confusión, sorpresa y desconcierto que ayuden a romper esas barreras que hay que romper para llegar a la rendición.
El sermón sería la fase final de este juego mental. Un sermón es un discurso moral, en este caso sólo habla uno. El encargado de la disciplina, durante el sermón, quien lo recibe debe escuchar, sin replicar, ni interrumpir. El sermón debe hacer hincapié en el motivo del castigo y recrearse en la anticipación del mismo, si es antes. Si preferimos a posteriori, siempre debe ir acompañado al final del perdón y el empezar de cero.
Y para terminar algo que debemos tener muy en cuenta, aunque en realidad todo sea una simulación, cuando se juega con cosas reales del día a día, todas las sensaciones se pueden sentir muy reales y eso incluye también la culpa. Así que al terminar todo debemos asegurarnos, que no queda culpa, de hecho el juego debe servir precisamente para todo lo contrario; para si hay un mínimo sentimiento de culpa, esta se quede en el juego.
Y vosotros que opináis? Tendríais un juego sin regaños? Que sensación os provoca regañar o ser regañada? Hay alguna palabra, frase o actitud que os derrita? Os gusta provocar en el momento hasta agotar la paciencia? O por el contrario al mínimo gesto de autoridad os rendís?
Muy interesante la publicación. Y contestando a lo que dices, un juego sin regaño no me llama en absoluto, es como recibir un dolor sin justificación alguna, a palo seco. Y ser regañada cuando una es adulta Mr hace sentir pequeña, de vuelta a ser una niña. Y frase que me derrite es "ahora vas a ver lo que pasa descarada". Y es imprescindible agotar la paciencia de la otra persona, no dejar que vea me rindo enseguida
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