sábado, 23 de mayo de 2020

Confinados VII





Llegué a casa aquel día muy tarde, de hecho estaba siendo la tónica de aquella semana horrible, menos mal que ya en el horizonte empezaba a asomar el confinamiento y que era algo circunstancial, que esperaba que no se alargara mucho mas días. Total cuando puse el pie en casa eran más de las 9 y desde las 8 que había salido de casa ya estaba bien. Cansado y con la cabeza nublada después de un día tan estresante, solo me apetecía cenar algo y descansar.

 Lo primero que hice fue ir hasta el salón, al llegar me la encontré sentada en el suelo, con tres cajas alrededor llenas de papeles...

 -Hola!!!
 -Hola, vaya horas
 -Pues si, espero que sea el último día
 -¿Y tu que haces?
 -Ordenar papeles
 -Vaya y eso?
 -Desde las 5 en casa, demasiadas horas algo tengo que hacer
 -Ya lo siento.
 -No pasa nada el trabajo es lo primero, en la cocina tienes algo de cena
 -¿Ya has cenado?
 -Si hace un rato ya, tenia hambre y como tampoco sabia a que hora ibas a venir.
 -Vale, voy a ponerme cómodo y cenar.
 -Muy bien.

 Me fui a cambiarme, algo extrañado del poco entusiasmo del recibimiento, pero me podía mas el hambre así que me fui a la cocina, me puse el sandwich que había preparado en un plato y una lata de refresco y con ello me fui de nuevo al salón. Ella seguía en su mundo de papeles, levantó  la mirada al verme y me dijo.

 -¿Aquí te lo vas a comer?
 -Si claro...
 -Pues ya podías habértelo comido en la cocina, que he limpiado hace un rato el sofá...
 -Tranquila que no voy a ensuciar nada y lo he hecho mas que nada porque me apetece estar contigo... -Ya, ya...

 Después de esa respuesta con regusto a reproche, siguió a lo suyo, pasando papeles de una caja a otra. Yo me puse a cenar, ya con la mosca detrás de la oreja de su actitud. Cuando terminé de cenar, llevé el plato a la cocina y de vuelta me senté de nuevo y me encendí un cigarrillo entonces con toda la buena intención del mundo del dije.

 -¿Por qué no dejas eso y te vienes un rato aquí conmigo?
-Te esperas que ya casi estoy.
 -No es necesario que contestes de esa forma tan desagradable.
 -Joder, no hay quien te entienda, no se cuantas veces, me has dicho que soy una desordenada y perezosa y el día que me pongo te molesta.
 -No te equivoques, no me molesta lo que estas haciendo si no tu actitud, desde que he llegado, vamos igual soy yo que soy un paranoico, pero tengo la sensación que me reprochas algo, pero claro como siempre hay que adivinarlo y estoy  muy cansado para jueguecitos hoy.
 -Paso, yo también estoy cansada

 En ese momento se levantó, se estiró y cogió una de las cajas, que llevó hasta  una de las habitaciones, después vino a buscar la otra, mirándome desafiante, la dejo un momento encima de la mesa y me dijo.

 -Cojo tus llaves un momento.
 -¿Dónde vas? 
 -A tirar los papeles.
 -Deja la caja y ya la tiraré yo mañana.
 -No, no las cosas se hacen bien o no se hacen, no me cuesta nada.
 -Venga si haz lo que te de la gana, total lo vas a hacer igual...
 -Veo que vas aprendiendo

 Su actitud estaba  terminando con mi paciencia y se lo hice saber con mirada amenazante...

 -Jjajajaja no es necesario que me perdones la vida

 Entonces toda digna, cogió la caja bajo un brazo y enfiló toda decidida el pasillo hasta la puerta de entrada, la abrió y la cerró dando un pequeño portazo, a lo que ello en pensamiento dije: "esta va camino de irse a la cama calentita hoy...".

 Entonces mi vista se fijo en algo sobre la mesa; las llaves, mis llaves no estaban allí, lo que significaba que las había cogido al final. Un par de minutos después sonaba la alarma del portero, fui con calma hasta el telofonillo y lo descolgué:

 -¿Si? ¿quien es?.
 -Soy yo joder quien va a ser, abre.
 -¿Y las llaves?
 -No las he cogido.
 -¿Cómo que no? si te he visto ponerlas en la caja...

 Se hizo un pequeño silencio

 -¿En serio???
 -Pues claro. Me has dicho te cojo las llaves y las ha metido en la caja.
 -Mierda joder, si es que me vuelves loca, pues acabo de tirar la caja al container.
 -Pues ya sabes que te toca.

 Al decir eso escuche toda una serie improperios y nada mas. Y esperé 5 minutos mas tarde volvía a sonar el telefonillo.

 -¿Si?..
 -No las veo joder, seguro que las he cogido.
 -Pues claro aquí no están...
 -Pffff es que no se ve nada,  y no llego, además justo ha pasado un coche y me han visto ahí con la cabeza metida en el container, que vergüenza joder...baja por fa, que entre los dos seguro que aparecen

 En ese momento le dí al botón de abrir la puerta.

 -SUBE!!!!!.

 Dejé la puerta del piso abierta, la pude escuchar subir las escaleras, yo la esperaba al final de pasillo apoyado en la pared con los brazos cruzados serio. Al entrar le dije.

 -¿Y ahora que?

 Entonces sonrió por primera vez en todo aquella noche, sonrisa claramente manipuladora ante la previsión de lo que se le podía venir encima.

 -Yo no me río, por las llaves de casa no pasa nada, pero las del coche valen una pasta
 -Puffff, acompáñame y entre los dos...
 -¿Y que hacemos volcamos el container?
 -Joder lo siento, pero empezamos a discutir y me olvidé
 -Siempre tienes alguna excusa, en fin ya la has liado y ahora ¿me vas a contar que cojones te pasa esta noche?.
 -No me pasa nada...me he despistado ya te he dicho que lo siento.
 -Vale ya veo que no me lo quieres decir, pues nada te voy a tener que recetar la pastilla conta el mal humor,  a ver si asi se te pasa.

 Entonces me incorporé y le hice el gesto que pasara al salón, ella no dijo nada agachó la mirada y dio unos pasos tímidos hasta mi que la estaba esperando al pasar por mi altura sin decir nada, el solté un par de azotes con ganas en el culo... la cogí del brazo y le dije al oído con mucha calma.

 -No me digas porque pero a la media hora de llegar, tenía muy claro que hoy te ibas a ir a la cama calentita y no me equivocaba, solo que al final te vas a ir más de lo que imaginaba. Tira!!!!!!!.

 Le di un pequeño impulso hacia delante soltándola, sabia  que esta vez no se resistiría. Yo entre detrás y me senté con mucha tranquilidad en el sofá y le dije:

 -Sabes que va a pasar ahora ¿verdad? ....que te voy a poner el culo rojo como un tomate y cuando termine, iremos a buscar las llaves y por el bien de tu culo, mejor que aparezcan, porque si no aparecen, va a salir muy perjudcado¿esta claro?.

 En ese momento extendí  mi mano izquierda, ofreciéndosela, tímidamente alargó la suya cuando la tuve al alcance la tomé con fuerza y un rápido tirón la atrajo hacia a mi, separé mis piernas e hice que su tumbara boca abajo con encima de mi pierna izquierda, acto seguido puse mi pierna derecha por encima de las suyas. Llevaba puesto un minishort que se ponía para estar por casa y que dejaba ver el nacimiento de sus nalgas y empece a pasarle la yema del dedo precisamente por ahí a la vez que decía.

 -Lástima mi planes para hoy eran otros, pero mandan los acontecimientos y creo que te las ha ganado bien ganada.

 Sin decir nada mas empecé a aplicarle los primeros azotes, como quería que fuera una azotaina larga, empecé sin excesiva fuerza, pero con constancia, alternando en tandas de diez seguidos en cada nalga, manteniendo siempre un mismo ritmo y procurando que no quedara ni un centímetro de su culo sin calentar. El sonido mas apagado de los azotes con la protección de los shorts inundaban todo el piso, aunque de forma mucho menos escandalosa de lo que estaba por venir. Tras un buen rato de zurra, pare le puse la mano izquierda justo debajo de su nuca, para evitar cualquier tentación de levantarse hasta que no se lo ordenara. Mientras con pasaba los dedos de mi mano derecha, por aquella pequeña porción de nalgas que dejaban al aire los minishorts, que ya estaba algo enrojecida. Entonces de repente cambie las caricias por una tanda rápida,corta e intensa de azotes, tras los cuales le dije.

 -Levántate.

 Yo permanecí sentado, hasta que se levantó y entonces me levanté yo y le dije.

 -Voy a por el cepillo, cuando vuelva te quiero con los shorts y las braguitas bajadas y las manos encima de la cabeza.

 Sin decir nada mas, fui camino del baño a buscar alguno de los cepillos, la final me decidí por el mas pequeño con forma ovalada, pero también el mas denso. De vuelta ella estaba tal y como le había dicho, con el short por encima de las rodillas y la ropa interior tambien, sin decir nada dejé el cepillo justo delante de donde estaría su cabeza al tumbarse de nuevo en mis rodillas, me senté y le hice el gesto de tumbarse de nuevo, esta vez manteniendo mis dos piernas juntas. Al colocarse, acaricie primero varias veces desde la parte alta de sus muslos, pasando por todas las nalgas hasta el final de su espalda, pare de hacerlo para alargar la mano y coger el mando a distancia, puse la tele subí un poco el volumen, para amortiguar el sonido muy escandaloso de mi mano azotando su culo y empece a hacerlo. Esta segunda tanda a culo al aire, y tras el largo calentamiento, con bastante mas intensidad desde el principio que la anterior, tras un larga tanda si pausas de unos 5 o 6 minutos detuve la zurra, y empecé a acariciarle la parte superior alta de los muslos y con la mano izquierda la parte baja de la espalda, pero sin llegar en ningún momento a tocar las nalgas, quería que sintiera en ellas todos el escozor de la palmadas.

 Hasta que estiré el brazo con la mano abierta delante de su cara, ella suspiró y rechistó algo entre dientes, pero un par de palmadas fuertes acompañadas, de un:

 -¿Hay que decírtelo todo?

 Y puso sobre mi mano el pequeño pero pesado cepillo de madera, que empuñé de inmediato y empece a pasar rozándole ahora si las nalgas con la madera lisa, y sin decir nada empecé a azotarla con el cepillo, fueron dos tandas de una docena de azotes cada tanda, y entre tanda y tanda una pausa en la que dejaba el cepillo sobre su espalda y me dedicaba  a acariciarle el culo cada vez mas rojo y caliente. Tras darle la ultima de las dos tandas y después de estar acariciándola un rato, decidí volver a empuñar el pequeño pero maton cepillo, y darle un última tanda a modo de traca final. Solo que esta vez sujetando con mi mano izquierda su nalga derecha la separe, para darle 6 azotes en la cara mas interna y también mas dolorosa de su  nalga y despues hice exactamente lo mismo con la nalga contraria, que hicieron que por primera vez se quejara. Al terminar dejé el cepillo a mi lado y muy suavemente empecé a pasarle las uñas rozando toda la piel caliente y palpitante tras la azotaina que le acababa de dar.

 -No hay prisa, tomate el tiempo que necesites, pero cuando estés lista te levantas y te quiero ver en el rincón.

 Yo seguí acariciándola todo el rato, hasta que por iniciativa propia se levantó sin decir nada y se fue hasta el rincón.Yo me esperé un rato en silencio, hasta que pensé que había que ir a por las llaves claro. Me levanté fuí a ponerme algo de ropa y ya vestido me acerqué despacio por detrás, puse mis dos manos en su culo y le dije.

 -Mmmm parece que el fuego purificador esta haciendo su efecto, y se te ha pasado el mal humor.

 Al mismo tiempo que mi brazo izquierdo subía rodeándola para coger sus pechos y mi mano derecha, comprobaba entre sus piernas, frotando varias veces, hasta hundir un dedo en su sexo hinchado y mojado a la vez que ella cerraba los ojos y gemía pidiendo mas.

 -Es una lástima que tengamos que bajar a por las putas llaves.

 De repente dejé de tocarla, y le subí despacio el mini-short, hizo un leve gesto de desaprovación, pero aquella noche no había fiesta, muy a mi pesar también. Bajamos ya casi era media noche y conseguimos encontrar las llaves, cuando volvimos nos fuimos a la cama, ella se tumbó boca abajo sin decir nada, vestida aun, me tumbé a su lado, le bajé los shorts y empecé a acariciarle de nuevo el culo, aun rojo y caliente, muy despacio y delicado, de las nalgas pasé a los muslos y de ahí al sexo, seguía húmedo y caliente, le quité del todo los shorts, le separé las piernas y así en esa posición tumbada boca abajo, me desnudé y me la follé con el culo rojo....

Continuará.

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