sábado, 7 de diciembre de 2019

La casa de piedra I parte.






Llevábamos unas semanas malas, en el aspecto, que no habíamos podido vernos a eso había que sumarle que había llegado el frío de golpe, más que finales de Noviembre parecía principios de Enero, los días cortos y sin apenas luz, y los problemas del día  a día nos tenían algo distantes. Eso no quiere decir que hubiéramos abandonado ciertas rutinas, por ejemplo la libreta de "faltas" seguía con sus anotaciones, pero eran demasiados días sin vernos y eso lo enfriaba todo más que la meteorología.

Hasta que por fin un rayo de luz en el oscuro y frío túnel de la ausencia, caprichos del destino, ella tenía unos días libres que tenía que coger si o si antes de que terminase el año, lo hablamos una noche y fue relativamente rápido ponernos de acuerdo, 4 días de fin de semana largo por delante daban para trazar algún plan, para salir de la rutina y recuperar el tiempo perdido. Algo habría que hacer, el quid de la cuestión era ¿que?.

Una tarde al llegar de trabajar me puse en con el portátil a ver opciones ¿donde ir?, a los dos nos apetecía cambiar de aires esos días, salir de la rutina, respirar algo nuevo. Buscando di con algo que llamó mi atención enseguida, había una oferta de una preciosa casa de piedra, en la zona de Los Ancares, tal vez algo lejos, pero que más daba era ideal, en un entorno privilegiado, casi aislados del mundo 3 dias para nosotros solos, en medio de la naturaleza, chimenea y manta, vamos el paraíso. Copié el enlace de la página y se lo envié, con un pequeño texto adjunto.

-¿Te hace?

Me contestó al cabo de un rato.

-Pufff me encanta, pero queda algo lejos ¿no?
-Bueno ya lo he pensado, pero  podemos hacer la primera noche en León, para no meternos por carreteras chungas de noche...
-¿Estás loco lo sabes no?
-Si, un poco, ¿Entonces reservo?
-Si....
-Jajajajaja genial!!!!!!!!

Me cambió el estado de ánimo me apetecía salir y aunque el viaje era largo, tampoco había prisa. A todo esto yo acababa de salir de un puñetero catarro de varios días que me tenía bastante tocado.

Llegó el día, hice la maleta, cogí el coche y la fui a buscar, la avisé con tiempo y de alguna manera era una aviso advertencia.

-Llego antes de mediodía que sea llegar y montarte en el coche
-Que si papá....que ya lo he entendido pesado.

Llegué puntual como un clavo, debían ser las 11 no mucho más, subí a buscarla y mi sorpresa fue encontrarla con  la maleta a medio hacer.

-Joder...menos mal que te he avisado.
-Ya lo se y no empieces, que bastante agobiada estoy. ¿Hoy hacemos noche en León no?
-Si ya te lo dije ya tengo hotel y todo
-¿Y haremos algo?
-¿A que te refieres?
-A si saldremos a cenar o algo
-Pues hombre, cenar deberíamos no crees?
-Vale, pues me cojo algo de arreglar que además te gustará.

Cogió algo rápido del armario, lo puso en la maleta, estuvo un instante en silencio como haciendo recuento mental y me dijo.

-Venga ya estoy impaciente.

Cerró la maleta, cerramos la casa y nos fuimos. Nos quedaban varias horas de coche por delante, como nos fuimos turnando se hizo menos pesado, ya hacia rato que había oscurecido cuando entramos en la ciudad que daba nombre al antiguo Reino de León. Directos al hotel, nos registramos y subimos a la habitación, un ratito de relax, después del palizón de coche, pero había que bajar a cenar algo, yo me vestí enseguida y ella me pidió entonces que la esperase abajo en el bar, puse cara de sorpresa pero su sonrisa maléfica me hizo pensar que alguna tenía preparada y cedí. Me bajé al bar del hotel a esperar, me pedí una cañita, cuando le terminé aún no había bajado, así que salí fuera a fumar, nada más salir noté un golpe de frío helador, hacía mucho frío en la calle, cuando apuraba el cigarrillo la vi entrar en el bar. Le hice una señal desde fuera, llevaba un vestido de tubo ajustado por encima de las rodillas, tacón de aguja muy muy largo que le marcaba aun más el culo, medias negras y una americana entallada como único abrigo. Salió, la miré y le dije.

-¿No vas a pasar frío?
-Joder tío, me visto para ti y lo que tienes que decir es eso? que le den al frío joder...

Me sentí un poco mal, tenía razón, se había puesto así de sexy para mi, así que la cogí de la cintura y le di un beso.

-Estás tremenda
-Si, si arréglalo ahora, anda vamos a cenar. ¿Ya sabes donde?
-Me ha dicho que aquí cerca hay un sitio que se come genial

Nos metimos por las calles estrechas del casco histórico, la verdad es que hacía mucho frío, lo que hacía que se pegara a mi mientras caminábamos, por suerte el lugar no estaba muy lejos, pequeño y acojedor, pero sobre todo caliente. Cenamos en plan menú degustación, bien regado de vino, pero tampoco era cuestión de alargarse mucho, al otro día había que madrugar, cuando terminamos, directamente volvimos al hotel, de camino aun había bajado más la temperatura y se quejó varias veces de frío, cuando entramos por la puerta estaba temblando, lo cual provocó que saliera mi ironía.

-Es lo que tiene presumir señorita.
-Idiota, encima que lo hago por ti...
-A mi no tienes que seducirme a estas alturas y menos a costa de pillar un trancazo.
-Vale, vale tomo nota pues

Subimos a la habitación, nada más entrar calefacción a tope para entrar en calor. Yo entré  un momento al baño y al salir me la encontré en la cama, sin los zapatos en la pose de la maja vestida de Goya. La miré y sonreí...Me senté y noté unas manos heladas que se metían por dentro de mi jersey y camiseta a tocar mi piel y hacerme estremecer, se las quité de inmediato y me levanté

-Joder!!!!!!! estás helada
-Joooo y tu tan calentito, no te doy pena, dame  un poco de calor anda...
-Si tal vez no te iría mal entrar en calor no....

Me sonrió, pero enseguida le borré la sonrisa, cuando de un gesto seco la cogí del brazo y la levanté de la cama para sentarme yo....

-¿Entonces necesitas calor?
-Si pero no de esa....
-De cual entonces...
-Ya sabes..
-No, no sé, de todas formas yo te voy a hacer entrar en calor no te preocupes.

Otro gesto rápido y directa a mis rodillas con el vestido ajustado que marcaba su culo, se lo acaricié por encima del vestido y ella dijo...

-¿Y esto si no he hecho nada?
-¿Seguro?
-Si.....es venganza
-¿Miramos la libreta?

Silencio sin respuesta. Le di unas palmaditas cariñosas en el culo.

-En diez minutos ya has entrado en calor.

Y empecé a azotarla sobre el vestido con la mano con progresividad, empezando despacio y muy poco a poco aumentando ritmo y fuerza, hasta que llegó un momento que el resultado era bastante escandaloso, no dejábamos de estar en un hotel, así que paré un instante, para poner la tele, con el volumen algo alto, como intentando disimular el sonido de la azotaina, solo que como suele pasar en estos casos, cuantos más intentas disimular, más te parece que suena. Después continué un rato ya manteniendo un ritmo estable de palmadas, unos minutos de zurra constante, entonces paré. La hice levantarse y que se diera la vuelta frente a mis piernas, le bajé la cremallera del vestido, lo hice caer por los hombros, al llegar a la cintura me costó un poco más, pero terminó en sus pies, luego la tomé de la mano, menos fría ya y la invité de nuevo a mis rodillas, solo con el sujetador y las medias, en mis rodillas le separé un poco las piernas y le acariciaba la cara interna de los muslos mientras le decía.

-Cuando vea el rojo por debajo de las medias pararé.

Ya no dije más empecé de nuevo a azotarla con la mano, directamente sobre las medias, usando también el truco de la intensidad creciente y las variaciones de ritmo, osea ralentizar o acelerar según, parar, acariciar y arrancar de repente, así un buen rato hasta que la piel visible de debajo de las medias empezaba a mostrarme un rojo intenso, ahí volví a parar.

-Levanta.

Lo hizo, de pie frente a mi le cogí una mano, ya la temperatura era normal.

-Ves como mi forma de "calentar" es efectiva.

Metí los dedos por la cintura de las medias y se las bajé a medio muslo, después lo mismo con la ropa interior, seguido de una sugerencia clara y seria.

-Quítate el sujetador

Lo hizo y sin levantarme empecé a acariciarle los pechos, al contacto con mis manos sus pezones se erizaron, no de frío precisamente, hasta que me levanté yo también. Saqué las dos almohadas de la cama las puse en el centro y mientras me desabrochaba el cinturón le dije.

-Túmbate sobre las almohadas, voy a terminarte de entrarte en calor.

Un momento de duda, que se terminó cuando ya con el cinturón doblado, la cogí del brazo, la puse mirando hacia delante y le dí un par de cinturonazos en el culo desnudo.

-¿Tengo que repetirlo?

No hizo falta, diez segundos después la tenía tumbada boca abajo sobre las almohadas con el culo bien levantado y expuesto. Hacía calor en aquella habitación con la calefacción a tope, así que me quité el jersey, dejando el cinturón doblado sobre su culo desnudo, me remangué la camisa despacio, cogí el cinturón y le dije.

-Hoy vas a dormir bien "calentita" puedes estar segura.

Y empecé a disparar con el cuero del cinturón sobre su piel desnuda, pero ya caliente de antes, no forcé mucho, un par de tandas de una quincena de azotes, una desde cada lado de la cama, más que suficiente para aquel día, al terminar como siempre, me tumbé a su lado, pero con la cabeza a la altura de su culo, me encanta recrearme en las marcas recién hechas, antes que desaparezcan o queden reducidas a la mínima expresión, pasar la yema de los dedos rozando solo, por todo el contorno de los azotes, me parece algo muy excitante y a la vez notar como ella se relaja y se ofrece excitada, como disimuladamente separa las piernas un poco, invitándome a que mis dedos vayan más allá, en esos momentos retardar esa invitación aun es más excitante, seguir sobándole el culo, rojo, caliente, sensible, como depende donde pase los dedos se le escapa un suspiro de alivio o un tímida queja del escozor, hasta que ya no puedo más y esos dedos empiezan a investigar, entre sus piernas, como si fueran un lápiz que intenta calcar la forma de su sexo, rojo también pero de excitación y húmedo, siempre me ha llamado la atención esa contradicción entre su culo azotado y su sexo empapado a causa de los azotes, hasta que mis dedos entran dentro de ella y empiezan a jugar, su relax a mis caricias en el culo castigado, se vuelve a convertir en excitación, su respiración se acelera de nuevo, al ritmo de mis dedos entrando y saliendo de su sexo. Entonces de repente paro, escucho un suspiro no se como interpretarlo, llevo mis dos dedos húmedos recién salidos de su sexo a su boca, los saborea como si no hubiera mañana, incluso me agarra la mano, cuando me la suelta vuelvo a acariciar su culo y me dice.

-¿No vas a seguir?
-Sinceramente no, llevo todo el santo día en la carretera y estoy cansado, tu ya has entrado en calor, así que ahora te vas a ir un ratito frente a la tele "castigada", mientras tal vez me lo pienso.

Le doy un sonoro azote en el culo desnudo con la mano, se levanta ni me mira, se va frente a la tele de espaldas a mi.

-Manos encima de la cabeza.

Lo hace seria, mientras me desvisto y me meto en la cama, la observo un rato ahí, quieta, observada, avergonzada y diría que frustrada, pasados unos minutos le digo que ya puede venir a la cama, se termina de desnudar y se mete, me da la espalda la abrazo por detrás y me duermo.

Amanezco con la sensación de algo caliente y húmedo en mi entrepierna, abro los ojos, suspiro...es su boca que acaba de succionar mi polla.....

-Eso es trampa señorita -le digo medio dormido-

Ella no dice nada, solo me mira con cara de vicio mientras sigue, enseguida me provoca una erección, en cuanto la tiene me coge la polla con la mano y se sienta encima haciendo que toda entre en su coño caliente y húmedo y entonces empieza a mover las caderas frotándose contra mi pubis...

-Aun se me va a quitar el enfado

Sonrío y no digo nada, la dejo hacer, me cabalga entre gemidos, hasta correrse, siento las últimas contracciones de su orgasmo que aprietan mi polla, se acerca a mi aun con mi polla dentro, me da  un beso y entonces de repente se levanta y me dice.

-Me voy a la ducha que habrá que bajar a desayunar...

La veo correr desnuda al baño, me da la risa pienso para mi...."será renconrosa" y me río solo.

Un rato después duchados, nos bajamos a desayunar, ya con las maletas, nos montamos en el coche y cogemos camino a nuestro destino final, por el camino a ella se le escapa algún estornudo, hora y media después llegamos al destino, recogemos las llaves en el único bar del pueblecito, nos instalamos en la casa. Lo primero que hago es encender fuego, en la chimenea, nos ponemos cómodos y nos apalancamos frente al fuego en un cómodo sofá, ella se acurruca en el sofá, pone los pies en mis piernas, los acaricio, cuando me doy cuenta está dormida, me extraña, la despierto y le digo.

-Nena deberíamos ir a comer o al menos a buscar algo de comer

Enseguida veo que sus ojos tienen un brillo raro.

-Puffff me duele  mucho la cabeza y el cuerpo.

Me incorporo, le pongo la mano en la frente, está hirviendo.

-Joder tienes fiebre..estás hirviendo.
-Ya y no me encuentro nada bien
-Pues vaya tela...no tenemos nada
-No te preocupes, ya se pasará.
-Ya te dije ayer noche que ibas muy desabrigada
-Pufff de verdad no estoy para broncas ahora.

Resoplo, me visto.

-¿Donde vas?
-Pues donde voy a ir a buscar algo de comer y a ver si encuentro algo para la fiebre.
-Vale
-No tardo.

Bajo hasta el bar y me dan la noticia que la única farmacia disponible está a más de 20km...decido ir igualmente por si acaso. Así que cojo el coche y me acerco mas de 20 km de curvas por una carretera secundaria, finalmente llego al pueblo, encuentro la farmacia, compro un termómetro y paracetamol, vuelvo, a mitad de camino empiezan a caer copos de nieve del tamaño de una nuez, hay que espabilarse, por suerte cuando llegó empieza a cuajar, así que llego sano y salvo, con algo de comida , bebida y lo de la farmacia. Al llegar ella me mira.

-Si que has tardado no?
-Si tienes en cuenta que la farmacia más cercana está a casi 30km de aquí y que nieva aun he ido rápido ¿Y tu como estás?
-Fatal.

Me siento y vuelvo a ponerle la mano sobre la frente....

-Menuda has pillado.

Hurgo en la bolsa de la farmacia y saco el termómetro, es de esos modernos digitales, lo dejo sobre la mesilla, la cojo y la pongo en mis rodillas.

-¿Que haces?!!!!!!!!!
-Ya lo sabes voy a tomarte la temperatura
-Pero joder no estoy para juegos
-Ni yo.

De un tirón le bajo el pantalón del pijama, cojo el termómetro, le separo las nalgas y sin pensármelo se lo pongo en el culo, a pesar de sus quejas. Lo aguanto hasta que suena la alarma, lo saco y miro la pantallita.

-38,8....que son 38 y  medio....

Dejo el termómetro sobre la mesita y busco la caja de parecetamol de la bolsa, la abro, saco un blister. Febrectal adultos 600mg pone, vamos que no son las típicas pastillas vía oral, saco uno de los supositorios, ahí es consciente de mis planes, pero no tiene fuerzas para resistirse y aunque quejándose se lo pongo, una vez puesto le acaricio el culo un ratito, mientras le digo que en un rato le volveré a tomar al temperatura y cuando este bien, tendremos una conversación muy seria, entonces le subo el pantalón, la dejo apalancarse, me levanto echo un tronco al fuego, me siento, me vuelve a poner los pies en las piernas y me mira con cara de enfado...

Continuará....




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3 comentarios:

  1. Esta encantador ahora lo malo es que yo estoy enferma y como estoy viviendo con un amigo que es doctor y no me gustan para nada las inyecciones siempre me da una azotaina antes de ponermelas y me duele la cola

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  2. Y ahora en un rato me tocan dos inyecciones mas

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  3. Ays vaaa... Es que se la jugó mucho con el frío que hacía!

    Mariposas.. aún estando malita le das por el culo... ¡Qué malo que eres! jejeje. Espero que se recuperase. A ver... Voy a leer la segunda parte!

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