martes, 19 de noviembre de 2019

Exposición, restricción y vergüenza.





A poco observadores que seamos, nos daremos cuenta enseguida que las diferencias entre el digamos sexo "convencional" o "normativo" y nuestros juegos a parte del ya conocido flirteo con el dolor, suelen incluir siempre tres factores que además en menor o mayor medida se presentan juntos y unidos al dolor:

-Exposición
-Restricción
-Vergüenza

Lo cierto es que de alguna manera están vinculados entre si y os voy a poner un ejemplo que todo entenderéis rápidamente: el momento rincón, en especial después del castigo. La imagen que todos tenemos en la cabeza es la de una persona adulta, en una situación de exposición, osea mostrando una parte del cuerpo digamos que pudorosa, también con un clara restricción, no puede tocarse ni para calmar el dolor, ni para obtener placer y también un persona adulta en el rincón con la ropa interior en los tobillos es una situación de vergüenza ¿A que se debe ese atractivo a cosas que en teoría son todo lo contrario? pues voy a intentar explicarlo.

Todo confluye en una idea la de transgresión. La transgresión es la base del erotismo porque de algún modo transgredir significa derrotar a la ley, en especial a la ley moral. Lo que pasa es que para que haya transgresión paradójicamente tiene que haber ley, normas, moral y alguien que vigile su cumplimiento, alguien que aplique la ley en definitiva. Así que la base fundamental del nuestro juego es teatralizar esa idea de ley pervertida, ya que en los juegos la ley es pervertida desde el momento en el cual el vigilante de que se cumpla la ley es parte del juego, eso permite por ejemplo liberarse de la autocensura, ya que es la propia ley quien hace cumplir la ley que permite gozar, vamos el rol de autoridad del spanker es el que permite a la spankee no ser responsable de transgredir y su consiguiente conflicto.

Tomando como base las trasngresión es como podemos entender el poder erotizante de esos tres factores.

Dentro de la exposición ¿cual sería el gran tabú? pues evidentemente la exposición de los genitales, pero al tener genitales distintos hombre y mujer y ser los masculinos externos, el gran tabú de la exposición sería la exposición fálica. Como la mujer carece de falo, el simbolismo de los genitales femeninos sería el deseo, son el objeto de deseo, eso hace que puedan ser representado por otras zonas del cuerpo como pueden ser los pechos, la propia vulva modificada como es el caso por ejemplo de la rasuración y por supuesto también las nalgas. El resultado de ello es que pueda tener mucha más potencia erótica tanto para quien expone como para quien observa la exposición de esas otras partes del cuerpo, que de los propios genitales. Así que de alguna forma la exposición es entre otras cosas una forma más de transgresión.

La restricción digamos que se situa justo en medio de la prohibido y lo deseado, pero eso hace que aumente la excitación. De alguna manera todos los juegos si lo pensamos bien son una forma de restricción, el deseo domina lo prohibido, así que castigos, restricciones y vergüenza infligidos por el deseo de una "mala" conducta sexual se transforman en una forma de aumentar la excitación. En el fondo si lo pensamos bien, quien espera pacientemente en el rincón, ansía el contacto físico y el desahogo, lo cual aumenta su excitación.

Y para terminar la vergüenza que de alguna manera es lo que liga la relación con el otro y con la propia censura, lo que la hace excitante es que demuestra el control el otro sobre la auto censura. La vergüenza puede resultar muy excitante si la vemos desde el punto de vista de que quien la sufre se encuentra en una situación de indefensión sobre la cual no es responsable, así que solo tiene que dejarse llevar y gozar, además superar la vergüenza tiene un efecto desinhibidor muy potente.

Osea y a modo resumen a parte del dolor, estos tres factores son comunes y repetitivos a cada juego, si partimos de la idea de las transgresión como base del erotismo y que para que haya transgresión tienen que existir normas sociales y propias. Todas estos factores, la exposición, la restricción y la vergüenza cumplen con el objetivo doble de ser necesarias para que la transgresión tenga lugar así como a la vez alimentar la excitación al punto máximo, de ahí que pese a su apariencia de situaciones incómodas a mucha gente le resultan un goce y una excitación especial. Y está claro que están presentes en todo juego de spanking en mayor o menor medida, en todos hay

-Exposición
-Restricción
-Vergüenza.

Ya las dosis de cada una dependerá de preferencias, momentos y juegos, pero estar están, las tres y de forma conjunta.

Yo he puesto un ejemplo ¿Os animáis a compartir alguno más?


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