jueves, 17 de octubre de 2019

Los deberes (Por Silvia)





Hoy os comparto un relato que no es mio, su autora Silvia, me lo ha compartido para publicar.



Y ya que estamos animo a que si alguien quiere publicar algún relato, solo tiene que enviarlo al mail, que está en la parte superior derecha del blog, cumpliendo las siguientes condiciones.



-Entre 1500 y 3500 carácteres

-Y que la situación o la escena del relato, narré una situación con posibilidades de realidad, nada de situaciones muy imaginarias, ni internados ni nada por el estilo.



Si alguien se anima ya sabe.



Después de la calma viene la tormenta, después de la tempestad vuelve la calma, es así desde que el mundo es mundo.... La verdad es que llevaba unos días muy buenos... Con lo que le gusta provocarme. Bueno al pasar solo juntos el fin de semana, le da más libertad, aunque esté encima de ella telefónicamente todo el tiempo, es una forma de mantener el juego encendido. Además sé de sobra el poder que tengo sobre ella (porque ella me lo concedió) con una frase vía whasapp soy capaz de que se tense, y su cabecita se dispare. Algo simple tipo;



-Tengo un tema que tratar contigo!



Cómo dije llevaba unos días portándose mejor de lo esperado, algún día incluso la intenté provocar, pero si yo la conozco de sobra y sé sus puntos débiles, ella es observadora y no sé queda atrás en un par de ocasiones me soltó;



-Olvídalo, no voy a entrarte a trapo a tus provocaciones.



La verdad en el momento me dejó perplejo pero sabía también que poco duraría porque le encanta la tensión le encanta provocar...



Le había encargado unos deberes sobre un sueño que había tenido, le preguntaba y me daba largas. Que hiciera tal cosa, que estaba cansada, que no se encontraba bien, en fin excusa de la mala...



Así que le puse un tope límite fecha y hora de entrega en mi correo. Esa mañana que expiraba el período voluntario de entrega, la tenía liada en el trabajo aún así entre varias veces a mirar el buzón de recibidos, nada. Sabía que esto era una provocación en toda regla, además ahora le había cogido el gusto al tema de escribir los relatos con lo cual tampoco era un gran esfuerzo. Era por no obedecer. Y claro si me busca me encuentra, y al final lo paga su culo.



Así que a media tarde revolví en el móvil buscando en el álbum de los castigos y seleccioné dos fotos una estaba de rodillas en el rincón con el culo marcado a conciencia, la otra sobre el reposabrazos del sofá en las nalgas se veía el reflejo de los azotes que le había dado y aún reposaba el cinturón doblado sobre ellas. Se las envié con el texto, te recuerdo lo que te pasa cuando no haces los deberes y cuando no me obedeces. Pagaría por ver su cara en ese momento.

Me llamo;



-Hola reina

-Jo  Rey verás todo tiene una explica....



Le corté tajántemente



- No me interesa, no me valen las excusas el viernes ya le explicaré yo las cosas a tu culo.

- No es justo...

- Ni lo buscastes tú!. Te dejo tengo lío. Un bico.





Me quedé un poco descentrada, no esperaba las fotos ni la reacción tan tajante. Si es verdad que en cierto modo yo lo había buscado. Podía haber hecho algo para pasar y ya estaba. Pero realmente no me gusta que me ordene hacerlo, me gusta escribir cuando me apetece, no por obligación. Y ese marcaje con hora incluida, bueno era una provocación total a saltárselo. Lo fui dejando y al final me lié con unos clientes y ya había pasado el plazo de entrega... Ahora empezaba a sudar viendo lo que se me venía encima. Cuando sabes que vas a ser castigada miles de sensaciones vienen a tu cabeza. Siempre es algo que tú quieres, de no ser así no habrías cedido el control, y no estarías en la situación en la que estás. Por una parte la mayoría de las veces es algo que provocas. Por lo tanto lo deseas, aunque también lo temes...



La semana paso y el viernes después de acabar mi turno me fui a casa, estaba cansada del trabajo y preocupada por el castigo. Hasta la noche que el no llegaba, así que me preparé la bañera con sales para un baño relajante, y aprovechar mis horas libres de normas, como caminar descalza ir tirando la ropa por el suelo... Comer en el salón. Pequeños placeres que me doy por la semana.

Estaba en la bañera y acariciándome



- Te parecerá bonito!!!



Abrí los ojos de golpe...



Era el había llegado bastantes horas antes, y su voz era de cabreo



- Ya has llegado?



- si he podido salir antes y como tenía que encargarme de ti.... Y mira lo que me encuentro, como está esta casa por llamarle algo, te parecerá bonito, y la señorita ahí tocándose, sabe que se va a llevar un castigo monumental y como si nada.



Me quedé muda y me ardían las mejillas.



-Es que... Me estaba dando un baño y luego iba a recoger todo. Hasta la noche no llegarías y me daba tiempo



- Uff pues tú cálculo te salió mal, eso te pasa por tu dejadez pero vas a aprender por las buenas o por las malas.



- No ha sido para tanto, le contesté



Las consecuencias no se hicieron esperar.



Me cogió de la oreja con fuerza y me levanto en la bañera.



- Ufff me haces daño

- Aún no empecé (y me tiró más fuerte)

- Vale he sido abandonada con mis tareas

- Abandonada es poco decir

- Lo siento

- No cariño hasta ahora no lo sientes pero créeme que lo vas a sentir. Ya sabes quiero que cuentes los azotes, serán series de 15, si te equivocas, no te oigo o no te entiendo empezaré de cero.



Acto seguido y de pie en la bañera y con las nalgas mojadas (impresionante lo que duelen los azotes sobre la piel mojada) empezó a darme una soberana paliza con la  la mano. Estaba enfadado y fueron fuertes secos desde el principio sin apenas descanso así conté hasta 45 y ya no podía más.



- Rey me duele mucho, lo siento

- Te informo que no hemos hecho más que empezar, te repites y no me lo creo que lo sientas mucho.



Al tiempo que decía esto me metió un dedo de golpe en la vagina y lo saco empapado.



-Ves? Mira que eres guarra es imposible zurrarte sin que te guste.



Ahí ya la dejé tocada y hundida creo que su cara estaba tan roja como sus nalgas. Pues voy a seguir.



-Mójate las nalgas!



Me suplicaba como una niña pequeña, la piel mojada es mucho más sensible y la de ella ya lo es de por sí



- Por favor Rey

-No me gusta repetir las cosas



Y obedeció al momento



Volví a descargar mi mano contra su culo con ganas y con fuerza con la idea de darle otros 45 pero lo dejé en 30 ya que me picaba la mano considerablemente y el castigo era para ella no para mí...

Te espero en el salón, sécate y vente desnuda, tráeme el cepillo de los castigos.  Me senté cómodo en el sofá a fumar un cigarro.



Me sequé y de paso frote suave un poco el culo para intentar aliviármelo, y por el pasillo me paré ante el espejo del aparador a mirar cómo me lo había puesto.



Cuando llegue al salón le entregué el cepillo.



-Tienes prisa por qué te zurre? Sostenlo hasta que acabe el cigarro.



Era incapaz de articular palabra. Era devastador lo que hacía conmigo. Estaba inundada. El culo en llamas.



- Mírame cuando te habló.



Me mandó ponerme a 4 patas sobre el sofá. Esto lo hacía cuando el castigo era especialmente duro, así sería más difícil para mí, mantener la postura, no esconder el culo y la tentación de cubrirme. Cuando me pone sobre sus rodillas es más fácil, el culo está expuesto y no depende de ti y las manos me las coloca con su izquierda sobre mi espalda.



-Culo bien expuesto!



Me dijo que me daría otros 45 en 3 tandas de 15.



-Que te parece?



Después de preguntarme dos veces logré articular



- Bien ( lo acepté dócilmente para no empeorar la situación)



Desde los 17 o 18 mi cara ya era un mar de lágrimas y contaba malamente casi aullando.... Traté a toda costa de no esconder el culo sabía lo que eso le enfadaba, y había probado en mis propias carnés las consecuencias de haberlo hecho. En el número 24 no aguantaba más y crucé mi mano intentando proteger mis nalgas.



- Quita la mano, no me gustaría golpearla. Temblorosa la quité con miedo temía represalias. Sin embargo dejó pasar el incidente pues el veía perfectamente que me tenía al límite. Aunque siguió azotándome los espacio más.



Los últimos fueron los peores me los dio sobre los muslos.



Por fin se acabó me quedé en la postura como en shock llorando. Me abrazó largo y tendido me ayudó a ponerme de pie me frotaba la espalda al tiempo que decía



-Que voy hacer contigo? No hay forma de enseñarte.

- Abrázame

- Ya lo estoy haciendo.



Yo seguía llorando. y el Con la mano izquierda me secaba las lágrimas con la derecha me tocó el coño.



- Anda no llores que estás chorreando y así te me deshidratas. Por cierto olvídate de ningún premio. Y coges la libreta te sientas en tu silla ( una de la terraza de listones era para hacer las copias de los castigos) y te pones a hacerme un relato de todo lo sucedido

- Me pones crema?

- Jajaja a partir de ahora todo te lo tendrás que ganar si el relato merece la pena si, si no no.



Aquí estoy ahora con el culo desnudo, con una duda en mi cabeza; cuanto tiempo pensaría tenerme sin premio? Pero que no me atrevía a preguntar, adolorida, ardiendo, en llamas culo y coño. sentada sobre una silla de madera tratando de hacer un relato que el consideré merecedor de caricias y alóe vera....



- No has acabado aún?

-Casi casi esta, no se me impaciente señor...



Estaba a punto de pedirle si podía acabar el relato de pie, pero no me gustaba pedir no soy de rendirme , así que quedaba poco y me aguantaría, estaba incómoda intentando variar la postura...

llevaba un tiempo observándome desde el sofá;



- Verte así sentada con el culo rojo desnudo, haciendo las tareas, me despierta cierto sentimiento parecido a la ternura... anda puedes acabarlo de pie, que tengo ganas de leerte ya.



Me levante y en unos cuantos minutos más acabe.



La verdad es que le había cogido un gusto inmenso al tema de los relatos. Aparte a el le encantaban leerlos y normalmente le hacían un considerable efecto así que intente hacerlo especialmente bien, había posibilidades de que así se excitase y había posibilidades de que así me levantara el castigo.



- Ya acabé pero mejor le pego un repasito rápido antes de dártelo

- Mejor vente y ya lo repasamos juntos.



Caminé hacia el sofá, con el cuaderno en la mano, al llegar a su lado se lo entregué.



Pensé que me mandaría quedar de pie en medio del salón leyendo, era lo típico. Pero no, me dijo acércate, me señaló sus rodillas,



- (creo que el pánico se plasmo en mi cara)  Queeeeeee?

-Jajajajaja que te sientes en mi regazo y lo miramos...



Lo hice con cierta desconfianza. Me agarro como a una niña, y comenzó a leer. En ese preciso instante me embargo una sensación de seguridad, que anulo las restantes, hacía tiempo que no me sentía así. Tumbé mi cabeza sobre su cuello y le escuchaba atentamente. Oírlo de su boca era mejor aún.



A el, le estaba gustando y mucho, no lo dijo pero se lo noté, iba en pantalón de deportes así que pronto aprecié su excitación.



La mía también crecía considerablemente, pensé que seguro acababa levantándome lo, y hoy ganaría yo la batalla. Se acabo el relato y yo lucía una sonrisa en mi cara como si hubiera estado un día en la playa de relax, y no el castigo que había tenido, saboreaba la victoria del placer



- Ufff esa sonrisa que llevas de ángel... si no supiera que en la cabeza llevas mil demonios... vete al dormitorio y ponte el pijama que aun te cogerá el frío, pongo orden aquí y voy a ponerte crema.



Marché frustrada y mucho, me esperaba cualquier reacción menos esa. Me vestí el y pijama  y me tumbe en cama, la excitación era tanta que incluso me molestaba, me levanté a mirarme el culo en el espejo, cuando entro el.



-Veo que a la señorita le gusta contemplar como le dejo el culo.



Este tipo de comentarios "muy suyos" siguen ruborizándome al máximo, sentí mi cara arder al momento.



-Mira te lo enseñaré en el móvil

- No es necesario, (titubee)

- Yo creo que si 



Sonrió cogió el móvil, abrió la galería



- ves están aquí en esta carpeta; castigos



La abrió y empezó a comentar y comparar;



-Ufff mira está sobre el felpudo... y está fue el día que estrenaste el cepillo grande...



Así una a una sin escatimar detalles, era brutal, sentí toneladas de perturbación. A tal momento la humedad me estaba atravesando el pijama.



- Túmbate que necesitas una buena dosis de crema y cuidados.



  Ahí nos adentramos en ese momento fundamental para recuperarse del desgaste físico y emocional vívido durante la sesión.  Miles de caricias sobre mi piel y besos y de nuevo caricias, no tengo ni idea de lo que pudo durar aquello, creo que media vida, y creo que podía estar así la otra media.



- Tápate voy a mandar unos correos y ya vengo para cama.



Como podía dejarme así?. Estaba a punto de estallar. Intenté distraerme, pensar en cosas, cerré los ojos, nada no podía era imposible, me dolía el cuerpo de la tensión... contracciones desde mi centro, oleadas de locura, insoportable....

deslicé mi mano bajo las sábanas y bajo mi cuerpo y comencé a tocarme. Si oía los sus pasos pararía.



 - Señorita!!!! ( dió un fuerte tirón a las sábanas)

-Espera -suplique, la voz ronca y atenazada por el esfuerzo.



Al momento ya me estaba sacando de cama de un fuerte tirón...



- y no aprendes... mira como tienes el culo,( me lo sobaba y aullaba cuando presionaba  en las zonas más castigadas). si no puedo azotarlo más, si contigo hay que ser severos obligatoriamente



Se fue para el armario y sacó la regla de madera.



- Muy bien niña traviesa voy a castigar tu mano serán 10, fuertes, seré inflexible no quites la mano, o tendrás recargos, mírame y cuenta



Los golpes empezaron a caer, era insoportable, mucho, mucho peor que en las nalgas. Aullé. Cerré los ojos.



- Abre los ojos, no te está permitido cerrarlos

-Es sin querer, es un acto reflejo



Al final retiré la mano 2 veces y me llevé 14. Los últimos suplicaba pero sabía que el siempre cumplía lo que decía. Si es verdad que cuando me veía flaquear, me daba más suave y espaciado.



- con esto debería de llegar para que tú y tu mano aprendáis a comportaros. Vete al rincón.



 Me volvió a llamar



- esto te pasa por lista porque te lo iba a levantar

- lo siento me duele mucho, te aseguro que no me volveré a tocar si lo tengo prohibido

- Bueno voy asegurarme porque la verdad eres muy viciosa e insaciable ( esto último me lo susurró al oído)



Se acercó y me sacó el pijama con delicadeza.



Normalmente me ordenaba bajarme las bragas o el pantalón, o esperarlo con el culo al aire, otras veces me los bajaba el, a veces hasta el muslo otras hasta los tobillos. A mí me encanta que sea él el que me desnude es mucho más íntimo y refuerza su poder sobre mí. Sin dudarlo lo mejor es cuando me manda bajar las bragas y lo ignoro luego  viene y de un tirón  me las arranca y las tira.



-ahora voy a castigarte las tetas, siéntate sobre el borde de la cama.

- queeeee? Las tetas!?

- lo que has oído te voy a tirar de los pezones hasta que estén bien erguidos. Luego te las voy a cachetear esas tetas pueden perfectamente aguantar unos buenos cachetes. Te daré 15 golpes en cada una quiero que te queden bien coloradas y un poco hinchadas. Y quiero que me mires porque quiero ver tu cara mientras te castigo las tetas.



Fué lo más intenso.



Sus azotes siempre eran un trampolín a un orgasmo bestial.



Vi como se daban la mano el dolor y el placer. Y menos mal que se acabó sino, poco más me controlaría y estallaría. El me lo noto perfectamente de hecho hizo una parada innecesaria en la que me reprochaba mi comportamiento, cuando vio que mi ritmo de respiración era algo estable continuó.



Acabó. Le miré estaba sumamente empalmado! Me sentí un poco victoriosa. Algo despistó mis pensamientos:



- a la cama señorita es tarde!

- piensas irte así a la cama en tienda de campaña? Le dije mirándole el paquete.

- si un castigo es un castigo. Así que olvídate por una semana de premio ninguno. Pero ahora que lo dices yo no tengo culpa. Así que durante esa semana después de cenar quiero que te prepares tu misma tu culito y me lo ofrezcas para que disfrute de el....
















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