sábado, 19 de octubre de 2019

Las fiestas.





Era la semana de las fiestas patronales de la ciudad cercana donde vive. Ya de las últimas fiestas del prolífico calendario festivo ibérico. El miércoles por la noche hablamos como de costumbre conversación telefónica de antes de dormir, es todo  un ritual que ayuda a gestionar la distancia y fue durante la conversación que me dijo.

-El viernes libro!!!!!
-¿Y eso?
-Como el día de fiesta cae en sábado, lo pasamos al viernes.
-Pues genial, yo intentaré escaquearme antes si puedo.
-Muy bien, pero mañana saldré
-A la ciudad
-Siiiiii, es buen día no habrá tanta gente como el fin de semana y se ha apuntado una chica que no bebe nada, así que vamos en plan destroyer jajajjaj
-Bueno, aun sí cuidado
-Que si papa....
-Entonces mañana no hablamos?
-Bueno mándame mensaje y ya concretamos hora y eso, pero hablar no creo que yo he quedado ya para ir de cañas pronto.
-Vale, pues ya te diré
-Eso y así el fin de semana nos lo pegamos tranquilos en casa, que habrá un gentío que no se podrá hacer nada o tu quieres bajar?
-No, no ya sabes que a mi aglomeraciones como que no.
-Pues por eso
-Venga pues, a la cama, mañana hablamos. Un beso y descansa
-Un beso, hasta mañana.

Ya cuando había colgado recordé que la semana anterior había estado unos días convaleciente y me surgió ese llamemos instinto protector, que seguro que sacaría al día siguiente. Ella no es mucho de salir, pero no se porque me dio que aquella vez tenía como especiales ganas.

Al día siguiente, jueves, al llegar a casa, me di un ducha y subí a la terraza como de forma automática a cumplir la rutina, cuando miré el teléfono vi un mensaje suyo en forma de foto, de mesa de bar con  unas cuantas cañas encima. Le contesté.

-Que envidia
-Pues ya llevamos un rato jajajajaj
-De eso se trata no? de disfrutar.
-Pues siiiiiiiii!!!!!!!!!!
-Eso si con cabeza, que la semana pasada acuérdate como estabas (ahí metí la cuña paternalista)
-Jjaajajajja sabía que me lo ibas a decir, no soy una adolescente alocada
-Mmmm no se yo, depende...
-Porque estoy de buen humor sino ya sabes donde te hubieras ido ahora....
-Ahora no mañana si lo se si...
-Por cierto a que hora vienes?
-Mmmmm no lo se aun, pero lo más pronto que pueda.
-Vale me dices algo pues
-Si mañana ya te digo, venga no te entretengo más pasadlo bien y cuidadito
-Que si papa....un beso
-Un beso

En aquella conversación se escondía una pequeña trampa, ya que si sabía a que hora iria de hecho mucho más pronto de lo previsto, tenía que ir a la oficina, pasar un par de correos y si todo iba bien a mediodia o antes ya estaría allí. Me quedé  un rato viendo la tele, ella me fue enviando mensajes en forma de fotos, ahora un tapa, ahora una copa y muchas risas para adornarlas, yo me limité a responder siempre con la palabra.

-Cuidadito

La cual era respondida con más emoticonos de risas. Me fui a la cama y al despertar vi un último mensaje que ya me había enviado estando dormido, era un audio, que apenas podía entender entre risas, música y lenguas torpes, lo poco que entendí es que ya iba para casa y todo bien. Yo me puse en marcha para darle la sorpresa, que no era otra que llegar bastante antes de lo previsto y así fue antes de mediodia ya estaba allí. Subí tranquilamente, con la mochila a cuestas, abrí con mi llave y me extrañó encontrar todo cerrado herméticamente aun ¿dormida? pensé pero cuando caminaba sin hacer ruido por el pasillo se abrió la puerta del baño y la vi salir, estaba blanca como la cera, sin desmaquillar o mal desmaquillada y con una cara....al verla me dio la risa.

-No te rías cabrón, que me encuentro fatal...
-¿Has vomitado?
-Si...el pulpo que me sentó mal
-Jjajajjajaja eso igual colaba con tu padre

Se le medio escapó la risa y sin decir nada, se fue al salón y se tiró en el sofá. Yo dejé la mochila en la habitación, abrí la persiana y la ventana, después hice los mismo en el salón, al entrar la luz ella se tapó los ojos y dijo.

-Joder, hoy precisamente si hubieras venido un poco más tarde no hubiera pasado nada.
-Que la castaña importante ¿no?
-No fue para tanto, pero mezclamos, cerveza, luego fuimos a cenar a una sidrería que tenían una sidra buenísima, luego gin tonic....
-No había sido el pulpo?
-También seguro
-Que pasa que no estaba bueno?

En ese momento se levantó disparada para el baño, al parecer recordar pulpo, había provocado alguna reacción, cuando salio, aun más blanca, me dijo

-Ya no como pulpo más en la vida.
-Jajajajajajaj eso la culpa al pobre pulpo

Como ya vi que por su estado iba a ser un día de sofá y manta, me lo tomé con calma y sin ser cruel, aunque algún tirito de vez en cuando si le di, pero más que nada lo que hice fue cuidarla, hasta hice un poco de caldo caliente para comer y algo comió. Después de comer se quedó dormida en una larga siesta de la que pensé que despertaría ya con la resaca superada, así que la dejé dormir. Cuando despertó eran casi ya las 6 de la tarde y contra lo que pensaba,  despertó de aquellas casi tres horas de sueño, con el pie izquierdo.

-Joder tio son las 6 ya?
-Si...
-Y porque no me has despertado antes?
-Que pasa tienes prisa, tienes algun plan con ese cuerpo serrano que tienes ahora.
-Quieres parar de meterte conmigo de una puta vez!!!!!!!

Aquella contestación, me dejó un poco ko, incluso se dio cuenta por la cara que puso, que igual se había pasado.

-Joder perdona, es que mañana estará todo cerrado y quería ir a comprar.
-Bueno ya tenemos lo justo,  ya nos apañaremos y ya irás el lunes
-Si da igual
-Pues ya está,  porque no te das una ducha tranquila, que te sentará bien.
-Puffff vale ya, hostia pareces mi padre.
-Segunda
-Segunda ¿que?
-Segunda contestación borde en un minuto, no habrá tercera.
-Es que Santi, llevas todo el día con el punzón
-¿En serio? lo que llevo es todo el día aguantándote la resaca, si quejarme.
-Pues no haber venido, nadie te obliga.
-Vete la ducha.
-Ya iré más tarde.
-No, ahora.
-Que no tio que paso.

Me levanté y la levanté de un tirón.

-Que haces?
-Pues que ya me he cansado de esta actitud de niñata de 16 años, osea todo tiene un límite en esta vida y hasta aquí.
-No pienso ir a la ducha
-Estás segura de eso
-Segurísima
-Muy bien.

Un pequeño forcejeo frente al sofá supongo que no tenía el cuerpo para resistirse mucho, porque me fue relativamente fácil, sentarme y ponerla en mis rodillas, bueno más bien sobre una, la otra pierna la usé para sujetar las suyas, porque cuando se vio allí entendió que iba en serio y empezó a resistirse algo más, no la dejé revolverse, apreté mi pierna contra las suyas y en cuanto le pude sujetar las dos manos a la espalda, empecé a azotarla por encima del pantalón del pijama, como se resistía algo no me dejaba más opción de darle fuerte y al moverse acertar es más complicado, además aunque el pantalón del pijama era largo, era de tela fina de entretiempo y no debía parar mucho, cuando por fin se rindió yo bajé también la fueza de las palmadas, eso si ajustando bien donde quería darle. Tras un rato de zurra continuada paré y le dije.

-Te vas a ir a la ducha o no?
-Siiii vale...
-Muy bien, aunque por si acaso se te pasa algo por la cabeza indebido.

Meti mi mano derecha por la cintura del pantalón del pijama y tiré hacia abajo de el, lo justo para descubrir la piel desnuda de sus nalgas sonrosadas ya.

-Te he dicho que ya iba -protestó-
-Ya, pero un poco tarde así que ahora será a mi manera.

Sin decir nada más empecé a dar buena cuenta de los dos globos carnosos y suaves bien expuestos sobre mi rodilla, porque aunque le solté las manos, en todo momento tuve mi pierna controlando las suyas, aun buen ritmo fui enrojeciendo sus nalgas, cada vez más, su cuerpo ya se había relajado del todo, no quedaba rastro de tensión, es como si su cabeza hubiera asumido que ante la imposibilidad de escapar, la mejor solución era ceder, centrarse en la sensación y esperar que acabase, cosa que hice cuando conseguí el color que quería ver en su culo. Entonces paré, la liberé de la presa de mi pierna y la acaricié  un instante en silencio, me encanta sentir el calor que irradia la piel recién azotada. Hasta que le volví a subir el pantalón y le dije.

-Venga va a la ducha a ver si el vapor te baja los humos.

No dijo nada, se levantó fue a la habitación y se metió en el baño. Estuvo más tiempo del habitual, como unos 20 minutos, cuando salió, llevaba puesto otro pijama y hasta tenía algo de colorcito en la cara, entró al salón sin decir nada, se abrazó a mi me dio un beso, olía a gel y cremas, el beso se fue calentando, entonces la paré.

-¿Que pretendes?
-Jooo jugar un poquito
-Jugar como los adultos?
-Tu que crees?
-Que para jugar como los adultos hay que portarse como los adultos y no es el caso.

Sin decir nada más la llevé a la habitación multiusos, allí donde plancha y en la que hay un gran espejo.

-Joder Santi, ya vale no...

Hice caso omiso a sus quejas, la puse frente al espejo, pero de lado.

-Pon las manos sobre la cabeza.

-Pufffff ya está al final te he hecho caso
-Sabes lo malo que tiene esto? que sabes cuando empieza pero no como acaba, pon las manos sobre la cabeza.

Lo hizo quejándose algo pero lo hizo. Nada más hacerlo metí agarré con las manos los laterales del pantalón del pijama y se los bajé hasta los tobillos.

-¿Y esto ? -le dije dando  un tironcito de la cintura de un culotte de deporte que llevaba debajo-

No me contestó se rió.

-Si querías tomarme el pelo, parece mentira que no me conozcas.

Sin decir nada más el culotte acabó también en los tobillos, pese a alguna queja.

-No te muevas, que en un rato vengo.

Salí de la habitación y cerré la  puerta. No la dejé allí mucho tiempo, cinco minutos el suficiente para que por su cabeza pasaran mil opciones de lo que podía venir después. Pasados los cinco minutos abrí la puerta seguía allí de lado al espejo, con las manos en la cabeza y mirando de reojo el rojo aun presente en su culo, nada más entrar la puse frente al espejo y le permití bajar las manos, con las que disimuladamente intentaba tapar su sexo reflejado en el espejo. Yo desde detrás le hice un pregunta seca directa y seguramente inesperada.

-¿En la ducha te has tocado?

Fue terminar de decirlo y su cara se puso casi tan roja como su culo. Delatándose ella misma con esa reacción empezó a intentar explicarse.

-Puffff....es que verás....el agua caliente cayendo en el culo me quemaba, y sabes que cuando te pones intransigente y te impones, no se porque, pero me pone mucho.
-No te he pedido explicaciones, te he hecho una pregunta clara que solo tiene una posible respuesta. Si o no.
-Puffff si....
-Vamos que la señorita a mitad de castigo, se toca...
-No sabía que era a mitad de castigo
-Te había dicho  yo lo contrario?
-Pufffffffffff
-Si ya puedes resoplar todo lo que quieras. Tócate.
-¿Como?
-Ya me has oido, tócate.
-Joder Santi...
-Quieres que vaya a por la paleta grande?
-No
-Pues a que esperas.

Tímidamente bajó una de sus manos a la entrepierna y empezó a frotarse despacio, yo era espectador privilegiado a través del espejo, empezó muy tímida y avergonzada, pero se fue soltando cada vez más, entonces en un determinado momento cuando ya de haberla dejado seguir hubiera llegado al final...

-Para, vuelve a poner las manos sobre la cabeza

Puso cara de resignación pero lo hizo.

-No tardo nada, vas a aprender a no jugar cuando no toca.

Sali de la habitación y fui a la principal donde dormíamos, directo al armario al cajón de los juguetes, cogí la regla larga de madera, teníamos dos una corta de 30 cm y una larga de 60 cm de largo y 4 de ancha. Con ella en la mano me fui para la habitación pero decidí fumarme un cigarrito antes en la cocina, cuando ya lo apagaba y me iba vi en el frutero  unas manzanas habían verdes y rojas, me fijé en las rojas eran gordas, perfumadas y brillantes, cogí un par y me fui para la habitación, con la regla y las manzanas, en todo momento  había estado la puerta abierta para que no hubieran tentaciones. Cuando entré ella seguía allí de pie frente al espejo, con parte de abajo de la ropa en los tobillos y las manos sobre la cabeza, la miré a través del espejo y tracé un línea imaginaria en el suelo con la regla.

-Lo pies aquí

Resopló pero retrociedo con pasos torpes impedidos por la ropa enrollada en sus tobillos, dejé la regla apoyada en la pared y le dije.

-Inclinada hacia delante mirando el espejo.

Lo hizo, no demasiada inclinación, lo justo para que le quedase el culo bien expuesto. Cuando estuvo le dije.

-Extiende los brazos para adelante con las palmas hacía arriba.

Protestó algo pero también lo hizo, entonces puse una manzana en cada mano y le dije.

-Como te gusta jugar, cuando no puedes, ahora me toca a mi, van a ser 24 con la regla, cuéntalos y si se te cae alguna de las dos manzanas, habrá ración extra.

Cogí la regla me situé detrás a la distancia perfecta, calculé bien jugando con mi brazo y la regla, el recorrido de los azotes y entonces le dije.

-¿Preparada?

Dijo algo que no entendí y que di por afirmativo.

-Mira al espejo, quiero ver tu cara.

En el momento que la levantó el primer azote seco le impactó en el culo desnudo, el impacto provocó un pequeño gesto de dolor en su cara, esperé y bajando la mirada dijo.

-Uno..
-Muy mal señorita, has bajado la mirada así que este no cuenta empecemos de cero, y no dejes de mirar el espejo.

Un segundo y sonoro golpe de regla impactó en su culo, otra vez la expresión de dolor, bajó un momento la mirada, pero luego enseguida la levanto y dijo.

-Uno...-con cierta soberbia-

La escena se repitió más o menos similar la primera docena, solo cambió el gesto de dolor de su cara reflejada en el espejo que cada vez era mayor. Tras la primera docena apoyé de nuevo la regla en la pared y le di un respiro, alguna caricia, comprobé que le decía su sexo a mis dedos y mojados de su propia humedas los pasé por las marcas de la regla. Entonces la volví a coger, repetí toda el ritual de ponerme en la posición exacta de calcular bien el recorrido de la regla y empecé la segunda docena. Durante la cual tuve que avisarla un par de veces que levantase la cara y mirase el espejo, bajo amenaza de hacer cuenta descendente. La amenaza dio su fruto pero el número 21 impactó un poco más abajo y el gesto de dolor fue pronunciado además de un movimiento reflejo que hizo que unas de las manzanas que sujetaba con las manos cayera al suelo. Dejé la regla apoyada de nuevo recogí la manzana la puse en su sitio y le dije.

-Ya sabes....

Le apliqué los tres que faltaban, que resistió ya con un claro esfuerzo. Nada más terminar la quité las manzanas de las manos y le permití ponerse derecha. La cogí de la cintura y le di la vuelta, la puse para que pudiera ver bien los efectos del castigo en la piel del culo.

-¿Has visto lo que pasa por jugar sin permiso y después de desafiar?...

Se puso roja, pero no dejó de mirar en ningún momento hasta que le dí la vuelta de nuevo, aunque acercándola más al espejo, le puse una mano por cada lado del espejo apoyadas en la pared y cogiéndola de la cintura la hice doblar la espalda, en ángulo recto casi.

-Señorita, ahora me toca pasarlo bien a mi no crees?

Mi mano empezó a pasearse por el coño, bajó la mirada.

-Sigue mirando al espejo.

Levantó la mirada, y seguí jugando un poco con mis dedos en su coño inundado con la mano derecha mientras con la izquierda le sobaba el culo caliente, marcado y dolorido, en determinado momento saqué la mano que jugaba en su coño, con la que le sobaba el culo, le separé las nalgas y con  uno de los dedos empapados de su coño empecé a hacer circulitos alrededor del ano y en determinado momento haciendo la presión justa fui metiéndolo...

-No bajes la mirada!!!!!!

El dedo entro del todo en su culo y empecé a moverlo, hasta que se fue relajando entonces usé mi saliva y un segundo dedo, el objetivo no era tanto meterlos hasta el fondo, como dilatar, me tomé mi tiempo, recordándole de vez en cuando que mirase el espejo, cuando ya estaba suficiente pase al siguiente paso, que no era otro que mi polla, en su culo. La liberé, sin sacarle los dedos, la pasé varias veces por el coño, para lubricarla un poco y entonces si saqué los dedos, la llevé a su culo, la cogí de la cintura y despacio empecé a  hacer presión, paré varias veces, para decirle que siguiera  mirando al espejo, quería verle la cara cuando mi polla entrara en su culo y así fue, finalmente cedió y entró la cara era una mezcla de excitación y molestia, empecé a moverme, despacio entrar y salir, conforme fue cediendo fui aumentando el ritmo y ya no me importó si miraba o no, sus jadeos, sus gemidos, mi pubis chocando con su culo azotado y caliente en cada embestida, ya solo fue in crescendo entonces ella me dijo algo entre jadeos.

-Me puedo tocar.....por favor
-Si

Enseguida noté su mano, incluso pude notar sus dedos que rozaban mi polla por dos canales diferentes, nos corrimos casi a la vez.....

Recuperados se abrazó a mi, con la ropa en los tobillos y con mis manos sobándole el culo ardiendo aun....entonces me dijo algo al oido.

-Sabía que me pillarías...

Le di un azote, abrazados....y sonreí.

Luego nos fuimos a la habitación, alli hubieron cremas, masajes, confidencias y alguna que otra cosa mas, hasta que en determinado momento me levanté con la excusa de ir al baño, de vuelta llevaba conmigo una de las manzanas roja intensa y brillante, al verla se puso roja.

-¿que pensabas que no me iba a acordar?
-Eres un cabrón.
-Lo se y te gusta así que ahora como una niña buena te vas a levantar, te vas a poner en mis rodillas y voy a usar la manzana como guia, cuando la manzana se confunda con tu piel pararé.

No tuve que repetirlo, me senté en el borde de la cama resignada se levantó se colocó sobre mis rodillas, yo puse la manzana en sus espalda, ya había pasado un largo rato de los azotes y apenas quedaba en su piel nada más que alguna de las marcas que tardarían en irse el resto apenas un rosado algo oscuro, entonces mi hermano empezó a percutir ritmicamente contra su culo desnudo y ya no pararon hasta lograr un color uniforme y brillante  como la manzana, aquello merecía una foto para el recuerdo, la hice y allí en mis rodillas estuve acariciándola hasta cansarme porque ella de que le soben el culo no se cansaría nunca y menos después de haberlo azotado bien.

Continuará...

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