martes, 3 de septiembre de 2019

Relato justificado




Voy a hacer un experimento a ver si gusta, he escrito un relato, que es la continuación de otro pero con una variación. No me voy a limitar a describir la escena de un juego, sino que  voy a ir "justificando" el porque de casa paso, que intenciones lleva, que se pretende crear y que reacciones creo (esto es lo más complicado puede generar en la otra persona).

Fui a buscarla al aeropuerto a la vuelta del vuelo que resultó movido de ida y de vuelta con retraso incluido también a la vuelta, cuando iba de camino ya sospechaba que el humor que llevaría no sería erótico-festivo precisamente, de hecho llegaba con casi 24 horas de retraso según lo previsto y eso unido al también retraso a la ida, pues hacía la situación imprevisible.

Llego al aeropuerto puntual, aparco y voy a la puerta de la terminal, miro el reloj debería estar ahí pero no está, le pongo un whatsapp

-Ya estoy en la puerta.
-Vale, espera que salgo enseguida voy a presentar un queja (a lo que seguía una retahíla de quejas y reproches que ni leí)
-Entonces entro

No miré si había respondido me fui directamente al mostrador de AENA, me fue fácil reconocerla era la única persona que estaba en ese momento frente al mostrador de atención al cliente, me acerqué, ella no me vio, hablaba con el empleado, en su tono habitual dulce, con una sonrisa pero disparando a matar, cuando la cogí por la cintura.

-Joder tío que susto
-¿Que tal?
-Bien ya puedes imaginar aquí intercambiando opiniones con este chico tan amable sobre la "profesionalidad" del servicio.

Saludé al chico y le dije.

¿Nos vamos?
-Si, que igualmente no creo que provoque grandes cambios en la política de empresa, muy amable, gracias por todo.

Sonrisa media vuelta agarró la maleta y camino de la salida.

-¿Cansada?
-No lo sabes bien...
-¿Tranquila?
-No, pero me puede el cansancio

Al salir le ahorré la caminata hasta el coche, le dije que me esperase en la puerta lo fui a buscar y la recogí. Cargué la maleta y al entrar ella ya estaba apalancada en el coche, me puse a conducir, dos horas de camino hasta casa, los primeros kilómetros me estuvo contando algo del viaje y tal, pero en un determinado momento dejó de hablar, me giré un momento y estaba dormida, seguí conduciendo. Al llegar a casa se despertó.

-Ya estamos?
-Si...
-Joder ni me he enterado.
-Ya, ya.....
-Estoy muerta
-Pues anda tira ya subo la maleta
-Gracias.

Subimos a casa, yo dejé la maleta en la habitación esa fue a buscar algo de beber, cuando fui para el salón, estaba fuera en la terraza, apoyada en la baranda, hacía algo de viento, que le movía el pelo, me acerqué por detrás y la rodee con los brazos por la cintura, entonces me dijo

-Digan lo que digan como en casa en ningún sitio
-Y más cuando estás cansado.
Me encendí un cigarrito, le di una calada y me lo quitó.
-Gracias...
-Ni agotada pierdes esos reflejos?
-Deberías conocerme ya.

Me encendí otro, y allí al fresco estuvimos un rato corto, enseguida ella entró y se acurrucó en el sofá, yo fui un momento a la cocina nada un par de minutos y de vuelta estaba dormida, la desperté muy suavemente y la acompañé a la cama estaba claro que necesitaba dormir. Cuando me entró a mi en el sueño me metí en la cama verla así tan quieta y calmada me resultaba tan raro que me quedé un rato mirándola, si hasta parecía un angelito.

Al día siguiente yo me levanté mucho antes, ella durmió casi doce horas, cuando despertó no sabía ni donde estaba y nos echamos una risas con eso, estuvimos todo el día de relax sin hacer nada, ni tan siquiera deshizo la maleta, solo nos dimos la licencia de salir a tomar algo por la tarde, y eso que ella seguía algo desorientada por el jet-lag. Al día siguiente yo trabajaba y ella tenía el día libre, se levantó pronto porque me puso un mensaje en el que me decía que se iba a poner a hacer cosas y quedamos en vernos luego, al salir de trabajar me envió otro que había salido un momento que no tardaba mucho, yo me fui para casa tranquilamente.

Al llegar fui a la habitación para coger las cosas para darme una ducha y encima de la cama estaba la maleta deshecha pero ahí tirada, vamos sin recoger y aquello me encendió ( en esas cosas siempre queda la duda si es un provocación directa o no, pero es lo de menos, digamos que siempre el juego tiene un desencadenante y a partir de ahí puede exprimir más o menos y también tiene que existir una conciencia de aceptación de un principio de autoridad, osea aunque hubiera sido un descuido, es un riesgo ).

Me di la ducha y me puse cómodo, al rato llegó ella, ya estaba totalmente por decirlo de algún modo recuperada, volvía a ser un poco el bicho inquiero de siempre, me dijo que había estado tomando algo con unas amigas y que se iba a dar una ducha y ponerse cómoda también. Yo no comenté nada del tema maleta, pero mientras iba maquinando como entrar y soy muy partidario de la sorpresa como aliado.

Salió de la ducha y vino al salón donde estaba yo, llevaba solo puesta una camiseta y las braguitas, muy de estar por casa, se sentó a mi lado, olía a gel y entonces usé la sorpresa.

-¿Sigue la maleta en la cama?
-Jajajajaja no, eso si sigue llena, lo acabo de meter todo, ya lo recogeré
-¿Cuando?
(El tono en este caso seria seco, monosilábico, contundente, pero tranquilo, sin levantar la voz, aunque firme, es una forma de ir asumiendo y transmitiendo que empiezas a ejercer el rol de autoridad).
-Mañana...que mas da, no hay prisa
-Mañana trabajas.
-Joder que te ha dado con la maleta, ya lo haré.
-¿Como los armarios?
-¿Que les pasa a los armarios?
-¿Los has visto?
-Si
-¿Y no has notado nada?
-Bueno vale que están un poco más ordenados
-Vaya menos mal, porque es lo que he hecho estos días, y tres cuartas partes o más de la ropa es tuya
-Ya sabes como soy y que no tengo tiempo
(Excusa además típica, lo cual quiere decir que se empieza a sentir acorralada)
-Precisamente por eso, porque se como eres y no tienes tiempo, no pienso estar viendo la maleta ahí dos semanas, así que levanta tu precioso culo del sofá y deshazla ya, que como mucho te va a llevar 5 minutos.

(En ese momento ya marcas un límite concreto, además que requiere de un resultado inmediato, a partir de ese momento hay dos opciones. Que te haga caso lo cual significaría que entra ya o que no te haga caso lo cual puede significar que le falta un poco para entrar o que prueba si el límite es real, voy a elegir una opción)

Se levantó a regañadientes quejándose, diciendo que no entendía que me había dado con la maleta, pero se fue, la vi pasar con la maleta, digamos que su forma de recoger la maleta, fue echar toda la ropa en el cesto de ropa sucia, dejar el neceser en el baño y los zapatos en el armario, dos minutos.

-Maleta recogida. ¿Feliz y tranquilo?

(Eso yo ya lo interpretaría como una señal de estoy retando, a ver si eres capaz)

Mi respuesta fue el silencio, me levanté, fui a otra de las habitaciones y vine con ella con un taburete de madera de  un metro de alto más o menos osea tipo bar, lo puse en el centro del salón y le dije.

-Siéntate en el taburete

(La utilización de algún mueble de casa o del lugar donde se comparta intimidad tiene un punto especial, en este caso para este relato he elegido un taburete alto, pero puede valer cualquier otro mueble, una silla, un pub, una mesa baja, incluso un cojín en el suelo, tiene que ser algo conocido y que su uso quede limitado al juego, de alguna tiene diversas funciones, la principal creo que es la anticipación, la segunda perdida de control y vulnerabilidad y también una función de apartar momentáneamente, al apartar haces que la cabeza anticipe, además en una situación de observación, se sentirse mirada, imaginad a un mujer, sentada en un taburete en el centro de un comedor, que encima es alto y los pies no le llegan al suelo, no puede moverse y a la vez está apartada pero es el centro de atención).

-¿Por qué?
-Porque lo digo yo y no me obligues a tener que llevarte.

(Volvemos a las dos opciones o cede y va por su propio pie o se resiste en el segundo caso estaría pidiendo que la usaras la fuerza como método de convicción, un par de azotes, llevarla sujeta del brazo, de la oreja....hay ya las opciones dependen, yo voy a escoger para este caso la primera)

Una mirada y cede, se levanta y va a regañadientes, se sienta sobre el taburete con los brazos cruzados y suspira como enfadada al sentarse. No digo nada, espero.

(El tiempo de espera es fundamental a esas alturas, está claro que el juego ya ha empezado, la espera y la incertidumbre pueden ser excitantes, pero tampoco conviene pasarse o el fuego se puede enfriar).
Estoy dos minutos en silencio mirándola, ella esquiva mi mirada, en un momento determinado me levanto, voy a la habitación y vuelvo con un cuaderno y un bolígrafo, la miró sigue allí se que me mira de reojo, abro el cuaderno y hago unas anotaciones, cuando termino dejo el cuaderno abierto sobre la mesita, la miro y le digo.

-Deja el taburete en la esquina y ven

Se baja, coge el taburete y lo deja en una esquina se acerca a mi, yo estoy sentado en el sofá tengo las piernas abiertas a cuando está tocando casi mis rodillas le digo que se detenga.
(Aquí ya estamos del todo inmersos en el juego, el hecho de estar de pie frente a mi sentado le da a la escena un aire de "explicación" la "autoridad" está tranquilamente sentada esperando una "explicación" del comportamiento de quien está de pie)
Entonces le doy el cuaderno abierto por la página que había hecho las anotaciones y le digo.

-Empieza a leer

Justo cuando lo coge meto mis manos por debajo de la camiseta busco la cintura de las braguitas y de un tirón seco se las bajo por encima de las rodillas, iba a empezar a leer pero mi gesto la corta, la miro y le digo:

-A que esperas es para hoy.

(Leer en voz alta ya puede ser de por si un momento de vergüenza y más cuando puedes intuir que lo que vas a leer te incrimina, hacerlo encima con la ropa interior visible y no en su sitio le añade pudor y vulnerabilidad, no hay nada a la vista, la camiseta lo tapa, pero la sensación de no llevar nada ahí está y la anticipación de que lo que venga después será sin nada desde el principio también)
Se ruboriza y empieza a leer con voz suave.

-Ya te dije el día que te fuiste que de vuelta hablaríamos sobre tu comportamiento en el aeropuerto, que además se está volviendo costumbre, no contenta con eso nada más llegar te pillo erre que erre con un chaval que seguro no sabía ni de donde le caía, eso si con una gran sonrisa. Pero eso no es todo, estos días fuera, me tuve que poner con el caos de TU parte del armario y encima para rematarlo el no se si llamarlo ya provocación de la maleta. Pues chica has tensado tanto la cuerda que se ha roto y si hasta ahora había tenido mano izquierda, eso va a cambiar y como veo que solo entiendes un lenguaje hasta que me demuestres lo contrario ese es va a se la lengua oficial entre tu y yo, la de la disciplina, y eso implica normas y consecuencias....

Cuando terminó, le pregunté.

-¿Algo que decir?
(Las preguntas retóricas tienen su que, por más que diga su destino está claro, pero es como un toque al orgullo...., la mayoría de veces esas preguntas no tienen respuesta).
-Bien, pues ahora vas a pasar un buen rato con el culo más alto que la cabeza, a ver si así empezamos a tener claro como funcionan las cosas.
(Este tipo de frases son como muy de recrearse, "el culo más alto que la cabeza"  es algo que es común a casi todas las posiciones de spanking e implica también que lo que se va a recrear va a ser un castigo de verdad, no un juego erótico con azotes, sino un castigo, la consecuencia a algo).

Estiré un un poco mi pierna izquierda doblada a la vez que escondía la derecha, me di una palmada, sobre la pierna, en un gesto inequívoco de te quiero tumbada sobre esa pierna.
(La posición elegida para empezar en mi caso personal y salvo excepciones muy concretas va a ser siempre otk, es un posición comoda para ambos, tiene un toque de infantilización que a mucha gente le puede resultar atractivo, pero sobre todo permite un gran control sobre la spankee, mucha exposicón pero a la vez es cercana y con contacto directo, hacerlo sobre una pierna solo, permite usar la otra  para sujetar las piernas de la spankee)

De todas formas por si había alguna duda una pequeña ayudita en forma de de tironcito de la mano y se rindió, nada más ponerse le levanté la camiseta, pasé mi pierna derecha por encima de las suyas juntas, le di un par de cachetitos cariñosos y le dije.

-Hoy va en serio prepárate

Empecé suave pero con cierto ritmo con la idea de calentar porque quería una azotaina larga de castigo.

(La fuerza y el ritmo osea la velocidad son importantes, yo soy partidario de sostener un ritmo constante e ir jugando con la fuerza de los azotes, si te planteas una azotaina larga, lo mejor es calentar progresivamente, asi vas a sensibilizar la zona, pero durante el "calentamiento" prefiero mantener siempre el mismo ritmo y aumentar suavemente la intensidad, el color de la piel es la pista más efectiva, cuando todo el culo tiene un color rosa uniforme podemos pasar a la siguiente fase, la zona ya está caliente)

Y eso hice tras unos 5 minutos de azotaina seguida, paré tenía la piel toda sonrosada, quité mi piernas de encima de las suyas no era necesario, separé las suyas y cogiéndola de la cintura la coloque de tal forma que mi pierna quedaba entre las suyas.
(Eso es otro truco, ya que en esa posición hay contacto directo de sus genitales con mi pierna, y solo la pequeña vibración de los azotes, el pequeño movimiento provocará cierta fricción y cierto estímulo sexual, puede ayudar a conseguir una azotaina más larga).

Colocada en esa posición empecé con la parte ya de castigo y no de calentamiento de la azotaina, ahora los azotes eran sostenidos en cuanto a ritmo e intensidad.
(Jugar con las variaciones de ritmo y fuerza con una azotaina a mano, puede ser interesante si solo piensas usar la mano, que puede ser temible bien usada, pero como no era la intención, opté por mantener siempre el mismo ritmo e intensidad con el objetivo de sostener el dolor de la azotaina en un punto determinado y constante, además así también esa pequeña fricción era también regular)

Durante la azotaina a mano hice varias pausas, pero sin tocar, ni acariciar, nada.  (Esto también tiene un objetivo, el primero dar cierto respiro, curiosamente todo el que tenga experiencia sabrá que los azotes cuando paras tienen  un pico de molestia que remite con el tiempo, hacer pausas da respiro pero también permite sentir la sensación integra, no acariciar implica no despistar esa sensación y si de paso aprovechas para regañar mejor)

Fueron unas tres tandas con sus respectivas pausas, hasta que su piel estuvo toda de un rojo intenso.
(Como decía el color es una buena pista, solo en caso de pieles muy especiales puede ser engañoso, con una azotaina a mano, se tiende a conseguir un rojo tomate  uniforme, entonces al tacto la piel tiene que estar suave pero caliente)

En la ultima pausa, si la acaricié un poco y comprobé que me contaba su sexo
(Comprobar el estado de excitación evidente es también indicativo, si hay lubricación abundante y el sexo está rojo, los labios hinchados y el clítoris duro y muy sensible, es buena señal, además es también hurgar en la vergüenza te estoy zurrando el culo como a una niña traviesa y estas  mojada y cachonda, eso se puede usar para regañar por ejemplo aumentando el pudor).

Entonces la hice levantarse, y que fuera de nuevo a sentarse al taburete en el rincón.
(Aquí el rincón es más una transición que otra cosa, hay también anticipación, el castigo aun no ha terminado, el culo esta caliente y escuece, tener que sentarte sobre un mueble duro es incómodo, además observada y a la expectativa, tampoco es conveniente dejar pasar mucho tiempo si vas a seguir, si se enfría la vuelta será muy dolorosa enseguida, así que conviene que no termine de enfriar, unos pocos minutos)

Tras tres minutos la llamé, se acercó de nuevo a mi sin decir nada.

-Te he avisado que ibas a pasar un buen rato con el culo más alto que la cabeza, así que túmbate por encima del brazo del sofá.

Lo hizo, al hacerlo le hice poner las manos por debajo del cojín del asiento del sofá.
(Es una forma de evitar tentaciones de llevarse las manos donde no debe)

Y entonces me desabroché el cinturón.
(El cinturón es uno de los instrumentos más efectivos, para mi junto con el cepillo el mejor, además tiene mucha capacidad de atracción y de persuasión, para empezar se suele llevar encima, quitarlo es todo un ritual, de sonidos y los sonidos cuando no hay contacto visual son muy evocadores, ella no puede verme en la posición pero si escucha como me quito el cinturón, con lo doblo....)

Lo dejo encima de su culo desnudo y rojo, un instante quiero que lo sienta en su piel, para que cuando deje se sentirlo sepa que cuando lo vuelva a sentir va a ser de otra forma. Le digo un número y que cuente, es un número divisible en tres, la idea es hacer tres tandas, con dos pausas entre medio, contar hace que su cabeza se concentre en contar, pero también que con su voz me de pistas de como está, si está llegando al límite, si necesita  un respiro y también puede ser un añadido más a la vergüenza, por ejemplo haciendo que a cada numero diga una frase, en este caso pongamos que la frase hubiera sido.

-Prometo ser más ordenada en adelante.

Eso también hace que entre azote y azote pase un tiempo, unos segundos que permiten sentir la "caricia" del cinturón en toda su plenitud y a la vez cierto respiro. Cuando se usa instrumento las pausas son fundamentales, instrumento sin pausas, enseguida llegaremos al límite. Al ser en una posición si contacto directo, para mi es fundamental en esas pausas tener contacto, acariciar y acariciar la zona castigada, de alguna manera es como decir te estoy castigando, duele, pero estoy aqui, y no está de más seguir comprobando la excitación física evidente.

Si se anuncia un número de azotes, hay que saber o tener claro que ese número no va a suponer romper un límite que es asumible, porque si se anuncia se cumple, aunque tenga que llevar el tiempo que tenga que llevar, pese a lo que pueda parecer el cinturón no suele dejar grandes marcas si no se abusa, aunque en el momento es bastante impactante, porque la zona de los bordes se suele amoratar enseguida, al día siguiente lo más seguro que apenas queden algunos puntitos rojo oscuro o amoratados.

Terminado el castigo anunciado, lo mejor es dejar un tiempo a solas con la sensación sin pertubarla en exceso y más en un juego como el expuesto que pretende ser un castigo real. Como mucho si percibimos agotamiento o algún síntoma de culpa puede ser aconsejable, sentarse dar la mano, acariciar el pelo....pero no de momento el culo, la sensación tiene de los azotes tiene que estar viva y que baje  por si sola, es un momento para la soledad de ella con la sensación pero que tampoco sienta abandono, por ejemplo irse en ese momento de la habitación bajo ningún concepto.

Aproximadamente a los 5/10 minutos el dolor ira de baja ya y ahí es el momento de volver al contacto en un juego como el que más o menos he narrado, de castigo ese momento sería el de poner la guinda que lo diera por finalizado y a partir de ahí volver a la normalidad poco a poco. Yo por ejemplo en ese momento le liberaría las manos de debajo del cojín y le ordenaría llevarlas a las nalgas y separarlas, conseguiría una exposición y entrega absolutas en base el pudor de exponer toda la intimidad, le haría aguantar en esa posición tan indecorosa mientras yo iría a buscar un plug y crema. Evidentemente cuando regresara debería encontrarla en la misma posición e igual de expuesta como la había dejado si no habría unos azotes extra. Entonces procedería a introducirle el plug, una vez dentro le permitiría quitar las manos de ahí y ya pasaríamos al after care, primero comprobando de nuevo el nivel de excitación y después mitigando el efecto de los azotes, con cremas, aceites, hielo....y aunque en ese momento joda, porque yo mismo estoy seguro que estaría muerto de ganas dejaría el sexo para un rato después

Espero que os guste el experimento.

3 comentarios:

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