jueves, 5 de septiembre de 2019
Desde fuera.
De unos meses hacía aquí me ha ocurrido algo curioso, no planeado, pero que sin embargo, me está suponiendo un muy interesante ejercicio de observación.
Hasta ahora mis relaciones sociales, se dividían en dos grupos de personas: las que no sabían de mis gustos íntimos y las que si lo sabían, y además estás últimas menos una persona han sido gente que compartían esos gustos.
Hace ya algo más de medio año conocí una serie de personas por causas totalmente ajenas a todo esto, pero que en cambio por el medio donde nos conocimos y por el hecho de que cada vez paso más del secretismos supieron de mis gustos, sin formar parte ellos por llamarlo de alguna manera de la "tribú", vamos personas que no comparten estos gustos y con la que me suelo ver a menudos por mera amistad.
Esto que no deja de ser una casualidad me ha permitido tener cierta perspectiva de como pueden se pueden ver los juegos desde fuera y aunque no es un tema que suela salir a menudo en las conversaciones, si que ha salido en alguna ocasión y bueno como supongo que ya vais conociendo algo mi alma de reportero de guerra, cuando ha pasado y el tema ha salido lo cierto es que les genera bastante curiosidad, en vez de soltar la explicación por mi parte, he dejado bastante que hablaran ellos y eso me ha servido para hacerme una idea de la visión que se tiene de todo esto desde fuera, os voy a contar un poco, porque es bastante gracioso.
En primer lugar, hay como un prototipo en el imaginario colectivo del ajeno a los juegos que tiende a ser común y que cree que los juegos son como algo muy recargado en todos los aspectos, desde la ritualización excesiva, hasta en el vestuario, para que os hagaís una idea, su imagen es la de gente en cuero nego, con máscaras, látigos y cruces de san Andrés. Hay también una cierta idea de promiscuidad, no se porque por ejemplo está muy arraigada la idea del sexo en grupo por ejemplo al D/s.
Como podréis deducir no discriminan, osea para ellos todo lo incluya dolor y un componente de sumisión/dominación es lo mismo, por lo tanto no ven que aun teniendo cosas en común, cada pareja tiene su propio juego y que muchas veces no se parece en nada a esa idea preconcebida de cuero y látigos. Otra cosa que me ha parecido muy interesante de descubrir es las dificultades en entender alguna palabra muy en concreto o más bien que dichas palabras se les hacen muy grandes, sobre todo me han llamado la atención dos: dominación y orden u órdenes. Tienen como la idea muy prejuiciosa que la dominación es algo constante y permanente, que no es algo limitado a un momento concreto, en un escenario concreto al que se llega tras un juego previo de seducción y luego una frase que me han dicho alguna vez "a mi que me den órdenes me corta el rollo".
Es curioso porque si quitas esas dos palabras del lenguaje y las llevas al sexo vainilla, descubres enseguida, que en el sexo vainilla hay dominación, hay momentos de dominación, yo soy hombre y quizás nuestra parte sea más visible por el tema de la fuerza física, pero quien no ha practicado sexo vainilla, usando cierta dominación para por ejemplo poner a su pareja en determinada posición, usando la fuerza incluso, en las mujeres es un dominación más sutil, a través de la seducción, pero también muy presente. Y en cuanto a las órdenes, una vez en el lio y cachondo, se me hace muy raro decir.
-Nena, me harías el favor de hacerme un felación si te apetece
Y me suena mucho más en ese momento de pasión un
-Cómeme la polla o fóllame
Que son imperativos por lo tanto órdenes, lo que da como resultado, que más que las palabras y las formas es como se interpretan.
Evidentemente ellos lo ven todo como vicio sexual sin más, un vicio algo estrambótico, si son capaces de vez que la sensación tiene su peso y que puede haber quien necesite de sensaciones más fuertes, pero son incapaces como es lógico de ver toda la parte emocional, que va más allá de lo meramente sexual. Un ejemplo es que para ellos por ejemplo los azotes los conciben como un acto sexual rarito, pero sexual, no ven que muchas veces quien los da, siente placer, pero el placer de complacer que digo yo, el placer de darle a tu pareja de juegos algo que desea y que para llegar ahí hay todo un recorrido de a veces horas o incluso días, hasta conseguir crear ese deseo.
A veces pienso o he tenido la tentación de contarles todo, como es la realidad y como esto por ejemplo no tiene nada que ver con monos de cuero, látigos y máscaras, que la mayoría no necesitamos nada más que de complicidad y confianza, que realmente eso es lo importante, la confianza absoluta en tu pareja de juegos y que para llegar ahí se necesita mucho más que simple atracción sexual, que requiere de un profundo trabajo, de escuchar mucho, de constancia y de mucha dedicación.
Pero bueno, ya es mucho que no te juzguen y tampoco me interesa la militancia, así que yo os contaré si algún día me da por explicar, si es que me da.
Y ya aprovecho para preguntar ¿Alguien ha vivido algo parecido, osea el hecho de tener relaciones sociales fluidas con gente que conoce sus gustos pero no los comparte? y si es así ¿Como los ven desde fuera?
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Hace tiempo que comenté mi gusto con personas muy cercanas a mí y que no están en el mundillo, algunas se conocen entre ellas y otras no. No me juzgan (obvio, sino no serían amigas) algunas son más curiosas y me preguntan cosas y otras no lo son tanto. No es algo que lo suela contar, me tiene que dar la otra parte mucha confianza, hablo a título individual de tú a tú. Y estando en grupo no del mundillo si alguna vez ha salido el tema, si me encuentro a gusto y me apetece les cuento cosas que sé, en sentido de aclarar conceptos porque en realidad suelen estar muy perdidos y mezclan todo.
ResponderEliminarLa verdad es que para mi resulta complicado.
ResponderEliminarAhora me estoy manifestando mas en público y voy expresando de manera muy sutil, muy velada, mi afición al placer que nos procura a la spankee y a mi, los azotes eróticos.
Todo ese juego de rol, siempre de mutuo acuerdo, posponiendo el placer, el climax final, para alargar el juego y llevarnos hasta la sublime inspiración.
Santi!!! Tengo miedo de. Tener un mal comportamiento mi novio compro un cane de bambu y me dijo que lo probaremos en mi proximo castigo porque tengo varias faltas acumuladas y a pesar de que aun no lo he probado me da la impresion de que debe dar bastante fuerte
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