domingo, 25 de agosto de 2019

No solo pican los mosquitos.




Ella seguía sus vacaciones en la playa y yo trabajando, pero aprovechando el fin de semana me fui a verla de nuevo y pasar el fin de semana allí, ya que aquel mismo domingo se iba unos días al extranjero.

Durante la semana, me había dicho que la habían acribillado los mosquitos, al parecer en la zona había una invasión de mosquitos tigres, yo pensaba que parte de sus quejas eran exageración a fin de cuentas no hay quien se libre en verano de los mosquitos. Pero cuando llegué y la vi flipé, tenía una de las piernas acribillada, además con una picaduras en forma de roncha de unos 10 centímetros de diámetro.

-Joder!!!! nena esto no es normal
-Ya te lo decía yo pero no me haces ni caso.
-¿Compraste repelente?
-Si
-¿Y no funciona?
-Buenoo no sé, no me gusta como huele
-Vamos que no te has puesto?
-No, pero no me moralices
-No, no tu sabrás, pero vamos eso tiene que molestar
-No lo sabes bien
-Y no has ido a la farmacia a por algo?
-Si me han dado un crema con un poco de corticoides.
-Pero no me hace nada y me pica rabiar.
-Pues no te rasques que es peor
-Pufffff es insoportable
-Ainssss déjame a mi.

Fui a por hielo a la nevera, me senté, el sofá le dije que pusiera las piernas sobre mi regazo y empecé a pasarle el hielo por las picaduras....

-Calma ¿verdad?
-No lo sabes bien
-Poca paciencia tienes.

Seguí un rato con el hielo por todas las picaduras y tras un rato le puse la crema que le  habían dado en la farmacia, eso ya no le gustó tanto, estuvimos un rato charlando y tomando algo y decidimos irnos a la cama, yo estaba agotado de la semana y ella también. Toda la noche estuvo inquieta moviéndose y rascándose.
El sábado desayunando le dije.

-Noche toledana ¿no?
-No lo sabes bien es insoportable y va a peor.
-A ver nena paciencia no queda otra y no te rasques que es peor.

En ese momento estaba rascándose. Cuando terminamos de desayunar le propuse ir a la playa, pero no quiso la excusa era las picaduras y el aspecto, bueno lo entendí y nos quedamos en la piscina de los apartamentos. Allí entre baños y juegos pareció olvidársele un poco el tema de la picaduras. Nos fuimos a comer a una terracita y allí empezó de nuevo a rascarse y quejarse, hasta que en un determinado momento, le cogí la mano y se la aparté. La terraza estaba llena pero sin cortarme le dije.

-Vas a dejar de portarte como una niña?

Se puso roja, seguramente las mesas de alrededor me habían escuchado y con voz suave me dijo.

-Es que pica...no me entiendes
-Si te entiendo, pero vale ya, sabes que rascarte no es bueno, te vas a acabar por hacer herida así que vale ya.

Paró cierto, pero también es verdad que el resto del comida estuvo borde y enfadada. Después de comer decidimos volver a la piscina, que parecía que era el único lugar que le hacía olvidar las molestias de las  picaduras. Estuvimos hasta la hora de cierre y ya nos fuimos para el apartamento ella se duchó primero parecía más calmada, pero cuando salí yo de la ducha la pillé en el sofá rascándose otra vez, la miré sin decir nada y paró.

-Voy a por hielo.

Y repetimos la escena de la noche anterior, sus piernas en mi regazo y yo dándole hielo por todas las  picaduras y después la crema. Entonces le dije si el apetecía salir a cenar y dar un paseo me dijo que no, que estaba muy cansada que apenas había dormido la noche anterior y que cenásemos cualquier cosa en casa. No estaba resultando el fin de semana idílico que tenía en mente cuando fui, pero pobre no tenía la culpa. De hecho poco después de cenar me dijo que estaba muy cansada y que aprovechando que en aque momento tenía pocas molestias se iba a ver si podía descansar, me dio un beso y se fue a la cama. Yo me quedé un ratito más no tenía mucho sueño, cuando me fui a la cama estaba dormida y pensé que era buena señal. Pero fue meterme en la cama y empezar a moverse y a rascarse.

-Nena vale ya....
-Tendría que pasarte a ti a ver si aguantabas.

Yo entendía que le picara, pero me estaba empezando a cansar su actitud infantil.

-Intenta relajarte y no pensar, que pareces una niña
-Ya estamos, me pica a rabiar y mira si te molesta, en la otra habitación hay una cama tu mismo.
-Nena...no hace falta que contestes así, llevo todo el santo fin de semana, dándote hielo, crema....pero tu también tiene que poner un poco de tu parte.
-Encima me lo hechas en cara? si te hubiera pasado a ti yo hubiera hecho lo mismo
-Vale ya!!!!!!!! se acabó, te estás portando como un cría de 6 años y si no lo entiendes  por las buenas, lo entenderás por las malas, así que haz el favor de relajarte y no rascarte más. No voy a repetirlo.

No dijo nada, se dio medio vuelta callada y se estuvo quieta, pero justo cuando estaba empezando a quedarme dormido, empezó a rascarse otra vez.

-Se puede saber que haces? que te he dicho?
-Pufffff ya me he cansado que no me entiendas.

Se levantó enfadada.

-Donde vas?
-A la otra habitación, así el señor puede dormir tranquilo.
-Ven aquí no seas tonta

Cerró la puerta de un sonoro portazo y se fue. La primera reacción que me vino a la cabeza es levantarme ir a buscarla y dejarle el culo como un tomate, pero decidí esperar pensando que volvería en busca de mimos, cuando ya había pasado una hora deduje que no y entonces si me levanté a ver que hacia igual se había quedado dormida, pero cuando entré a la otra habitación noté movimiento y encendí la luz.

-¿Que haces?
-Nada, no puedo dormir.

La destapé de golpe y vi que una de las picaduras sangraba un poco.

-Si es que lo sabía, no has parado hasta hacerte herida, pareces un niña de verdad.
-Va déjame en paz y vete a la cama.

Aquella contestación ya colmó mi paciencia definitivamente que mucha había tenido.

-Levanta de la cama y pasa delante de mi ya!!!!!!!
-Que no joder!!! déjame sola que más te da.
-Te levantó yo?
-Joder que me pica un montón no es tán difícil de entender!!!!!!!!

Ya se que si mi paciencia había rebosado, la cogí la de la muñeca y tiré para hacerla levantar, salimos de la habitación y la llevé al comedor, encendí la luz , la solté y le dije.

-Quítate el pijama.
-Santi....por favor
-Ahora hemos bajado los humos de repente? pues tarde quítate el pijama y quédate solo con las braguitas

Me senté en el sofá, mirando como finalmente cedía y se lo quitaba quedándose solo con la ropa interior frente a mi, yo sabía que el estar así en ese momento la perturbaba y la hacía sentir pequeña entonces le dije.

-Te voy a hacer una pregunta como mujer ¿crees normal tener que llegar a este extremo? porque llevo 24 horas aguantando, entendiéndote, armándome de paciencia....pero todo tiene un límite y al final no me has dejado más opción. ¿Sabes? el cerebro es un órgano que a veces es muy punto y si sabes engañarlo pica. ¿Te siguen picando las picaduras?.
-Si mucho
-Pues cuando te pique más el culo dejarán de picarte. Tira para la habitación.

Bajó la mirada se ruborizó y cabizbaja empezó a andar para la habitación, la imagen me inspiraba cierta ternura y realmente tenía la pierna como un cromo, pero así no podíamos seguir.  Al entrar yo me senté en la cama y ella se quedó de pie expectante.

-No vas a decir nada?
-Que lo siento, he sido una borde, pero entiende que es muy incómodo
-¿Y crees no lo he entendido?

Se hizo ese instante de silencio tenso. Entonces ella dijo.

-Es que desespera estar así, llevo una semana de vacaciones y esto, no es justo.
-Más injusto sería no tener vacaciones. Túmbate en la cama boca arriba en el borde.
-Vaaaa Santi....

Ella sabía perfectamente que posición era esa no le gustaba nada le daba mucha vergüenza.

-No te lo voy a repetir.
-Ya me pongo en tus rodillas...
-Voy a contar a tres...uno....dos

Resopló y sentó en el borde de la cama, cuando estuvo la empujé un poco muy suave si se dejo caer.

-Ahora te voy a quitar las braguitas, porque a las niñas traviesas y desobedientes se les zurra con el culo al aire.

Metí los dedos en la cinturilla de las braguitas, su reacción fue cogérmelas, la miré serio y las quitó, se las quité del todo despacio, las dejé en la mesilla y le dije piernas arriba. Aunque al final se las levanté yo cogiéndola de los tobillos.

Me llamó mucho la atención su sexo hinchado y brillante, sonreí y empecé a azotarla con la mano, en esa posición, yo le ayudaba a sostener las piernas levantadas, mientras le coloreaba el culo a azotes, con ganas, en esa posición todo esa accesible, sexo, ano....tras un rato de azotaina continuada paré y mientras seguía sujetándole las piernas levantadas, le pasé la manos por las nalgas y le dije.

-Ya casi tienen el color de las ronchas de las picaduras

Pero al acariciarla noté una humedad sospechosa.

-Vaya nos portamos como una niña, pero luego cuando te tengo castigar te pones cachonda como una mujer...

Ella cerró los ojos ruborizada.

-Voy a tener que hacer que te pique bien, así te olvidarás de rascarte.

Sin soltarle las piernas en alto abrí el cajón de la mesilla y cogí el cepillo de madera cuadrado.

-Ya te aseguro que hoy no te rascas más.

Ya con el cepillo empuñado empecé a darle azotes con el, mejilla y mejilla, en esa posición la piel queda estirada y pica bastante. Tras una veintena de azotes paré y me fijé en su sexo, pese a que tenía el culo ya del color de las picaduras, su sexo aun estaba más mojado y entonces pasé el mango del cepillo entre sus labios y le dije.

-Mira....crees que esto es normal?

Ella seguía con los ojos cerrados.

-Mírame

Abrió los ojos y me miró, sostenía el cepillo con el mango mojado, al verlo se ruborizó.

-Así que la nena le zurran el culo por portarse mal y se moja tanto que podría meterle el mango del cepillo si problema.

Ella se puso aun más roja, volví a pasarle el mango entre sus labios y se lo metí, ella gimió, empecé a meterlo y sacarlo despacio, volvió a cerrar los ojos y suspirar y yo a aumentar el ritmo del improvisado juguete, entonces entre suspiros y jadeado dijo.

-Puffff si sigues me voy a correr....
-Y tu crees que te mereces un premio hoy?

No dijo nada al revés empezó a mover las caderas, entonces paré, dejé un momento el cepillo y le di un par de palmadas en la vulva, se relajó de golpe. Cogí el cepillo y le dije.

-Hoy no hay premio.

Le di otra tanda de azotes con el cepillo otra veintena más y lo dejé, entonces le dejé caer despacio las piernas y le dije.

-¿Verdad que ahora ya no te pican las picaduras?

No dijo nada

-Ya verás como duermes bien y por si acaso me voy a asegurar del todo. Abrí de nuevo la mesilla y cogí un pequeño plug de acero, pequeño pero pesado. La volví a coger de los tobillos y le levanté las piernas, le pasé el pequeño plug en forma de pica y terminado en una imitación de piedra preciosa, por el sexo para lubricarlo, incluso se le metí y entonces lo llevé a su ano, despacito lo metí, hasta el fondo, donde solo se veía la piedra del tope, entonces le solté las piernas y le dije.

-Ahora tumbadita boca a bajo y a dormir, yo me quedo con las ganas pero tu también, así aprenderás y ni se te ocurra frotarte el culo.

Fui al baño de vuelta estaba tumbada boca abajo en la cama desnuda, le di un beso en cada nalga y le dije.

-Ahora a dormir, ya mañana te quitaré eso y te pondré crema...

Continuará...


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