martes, 27 de agosto de 2019

¿Jugaban nuestros abuelos?




Quienes nos ha tocado vivir estos tiempos, consideramos erróneamente que nos hemos inventado la rueda y si bien es cierto que la sexualidad ha dejado de ser tabú en lo público y que tenemos a nuestra disposición todo tipo de estímulos y medios para hacerla real, eso no significa ni que no existiese una sexualidad anterior a nosotros. Nos ha llegado la falsa creencia de un mundo en blanco y negro oscurantista y supeditado a la moral religiosa, pero una cosa es la calle, lo público y la otra la intimidad que se escondía tras las puertas de una habitación.

El problema es que al ser algo que si estaba regulado y censurado a través de los canales oficiales, apenas existen publicaciones, literatura o testimonio escrito que nos permita demostrar o dar luz a como era la sexualidad digamos que avant Mayo del 68.

Las primeras referencias que tenemos con fundamento y rigor científico son todas bastante cercanas en el tiempo. Anteriormente a eso solo nos podemos fiar de la literatura, que por cierto aunque clandestina si fue bastante prolífica en el campo erótico y ya para lo más expertos encontrar sublimaciones en obras de ficción, que colaban sexualidad a la censura puritana a través de metáforas, un claro ejemplo es Drácula de Bram Stoker, novela que subliminalmente nos presenta metáforas de dominación y sumisión, de lesbianismo o de sexo grupal disfrazándolo muy habilmente de novela de terror.

Pero en lo que se refiere a publicaciones con rigor científico y con datos a los que agarrarse hay que irse a las postguerra. Tal vez las más conocidas son las investigaciones de Kinsey, Master y Johnson, todos ellos americanos, de los cuales se han hecho series y películas, es más en la serie Masters of Sex dedicada a las investigaciones de Masters y Johnson hay un capítulo dedicado al spanking.

Pero ¿y de la España en blanco y negro, del nacional catolicismo franquista que sabemos? todo parece indicar que nada, que es imposible saber nada de aquella época bajo la censura del régimen, pues sorpresa resulta que algo si sabemos y se lo debemos a un médico rural llamado Doctor Ramón Serrano Vicens (1908-1978) que entre los años 1935/61 realizó más de 1500 entrevistas a mujeres de diversas zonas de España, conviertiéndose así en la mayor investigación sobre la sexualidad femenina hecha en Europa Occidental en aquella época. Serrano era seguidor de las investigaciones de Kinsey y siguió una metodología parecida. Los resultados de sus investigaciones fueron publicados en dos libros: "La sexualidad femenina" (1971) y "Informe sexual de la mujer española) 1978.

Por desgracia ambos libros cayeron en el olvido el primero publicado en 1971 con Franco aun en el poder desmontaba los tópicos sobre la idea de la pureza casta de la mujer española y fue vetado agriamente por la sección femenina de la Falange y el segundo aparecido el año de su muerte en 1978 en plena transición daba al traste con la idea de una represión sexual feroz y chocaba frontalmente con la idea de un país de beatas que había que liberar.

Con 7 años de diferencia y cambio de régimen incluido pero la misma filosofía, eliminar aquello que al poder le resulta incomodo. Porque las investigaciones de Serrano Vicens nos dan datos muy contrarios a las tesis oficiales de uno y otro bando. Ni la mujer española era tan pura y virginal como el franquismo quería hacer creer, ni la mujer española del franquismo estaba tan sexualmente reprimida y había que liberarla como la transición quería hacer creer.

Toda investigación científica basada en entrevista debe tener en cuenta un sesgo de mentira, osea que el entrevistado no siempre cuente la verdad, pero en una sociedad donde la moral imperante y bien vista era la castidad, es de sentido común que en caso de existir sesgo de mentira, fuera este siempre a favor de la moral imperante, con lo cual se puede dar por ciertos los datos que obtuvo Serrano Vicens. Voy a destacar alguno que igual sorprende.

Entre 1935/61 el 33% de las mujeres españolas habían tenido sexo prematrimonial, pero si tenemos en cuenta la clase social mientras que en las clases altas solo lo habían tenido el 7%, en las clases populares el 41% osea casi la mitad de las mujeres de las clases populares tenían sexo antes de casarse. De las cuales un 80% dicen haber tenido orgasmos durante las relaciones sexuales.

Serrano Vicens comenta que la época de máxima actividad sexual se concentra en la etapa entre 20/25 años pero que un altísimo porcentaje de las mujeres reconocen tener al menos sexo una vez a la semana hasta los 45 años (realmente no creo que sea tan significativa la diferencia con la actualidad). Otro dato interesante es que el término multiorgasmo es referido en muchas entrevistas, en algún caso con mujeres que cuentan haber tenido hasta 30 orgasmos durante una relación sexual. También llama la atención que el 31'2 % de las mujeres entrevistadas confesaron haber tenido alguna relación extramatrimonial durante el matrimonio, dato que supera en bastante a la cifra que obtuvieron tanto Kinsey como Master y Johnson en sus investigaciones en los USA. Y para terminar lo más sorprendente sin ser norma Serrano Vicens si narra confesiones, de prácticas como intercambio de parejas, homosexualidad, sexo grupal y por supuesto sexo sadomasoquista.

Por lo tanto todo parece indicar que no hemos inventado nada, que si bien ahora tenemos más estímulos, más herramientas, le podemos poner un nombre a todo y tal vez en lo bueno y en lo malo más facilidad para mostrarnos y elegir pareja de juegos, esto de jugar es más viejo que pintar bisontes en la pared de un cueva

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