lunes, 5 de agosto de 2019

El sexo en segundo plano.





Hace unos días os compartía una reflexión basada en los comentarios en una página francesa a la pregunta ¿Tu que sientes después de azotar o ser azotado?.

Como os decía en la entrada me había llamado mucho la atención, que de todos esos testimonios, muy pocos hablaran de excitación, de ganas de sexo, vamos que muy pocos ligaban erotismo a spanking y casi todos ellos hablaban de sensaciones que nada tienen que ver con el sexo.

Eso me hizo pensar mucho y como siempre en estos casos lo primero antes de analizar a los demás es analizarse a uno mismo, hacer introspección y ver en que punto yo mismo situaba al sexo en el spanking. A partir de hacerme esa pregunta e intentar responderla surgieron las contradicciones.

Por una parte, todas mis ensoñaciones eróticas desde la adolescencia hasta hoy han tenido al spanking como parte indispensable de la misma, hasta el punto que incluso en relaciones llamemos "vainilla" para llegar al orgasmo muchas veces imaginaba juegos de spanking en pleno rollo. Pero por otra parte me doy cuenta que en mis relaciones, el sexo siempre ha jugado un papel secundario y esto hay que explicarlo para que se entienda bien. Porque no quiere decir que el sexo no me importe, que me importa y mucho, quiere decir que he valorado más el vínculo que el sexo.

Y aquí si puedo establecer un paralelismo entre pasado vainilla y presente spanko. Hubo una época en mi vida que tenía sexo por tener, ya sabéis sales, conoces a alguien te acuestas con ella y hasta aquí, a veces repites otras ni eso. También en mi presente spanko he tenido spanking alguna vez con gente que apenas conocía, por cercanía y oportunidad. Ambos casos el pasado y el presente tienen un punto en común, en el momento me  he divertido, vamos lo he pasado bien, pero al día siguiente he tenido una agobiante sensación de vacio, de algo a medias o inacabado, curiosamente también esa sensación me recuerda mucho a la de una relación "vainilla", quizás no tan marcada, pero la sensación acuciante de algo incompleto también la he tenido cuando ha habido solo sexo digamos "normativo", lo que pasa es que esta tiene dos la de antes de haber tenido spanking, en la que era una sensación de falta pero inconcreta y la de después de haber tenido spanking que ya se desde el principio que lo voy a echar en falta y es curioso porque en una relación con alguien spanko, muchas veces se tiene sexo sin spanking, pero sabes que está ahí que puedes tener y ya no te queda esa sensación.

También me he hecho la pregunta a la inversa, ¿podrías tener una relación solo de juegos, sin sexo convencional? y aunque no lo puedo asegurar al 100% porque nunca ha sucedido, estoy casi convencido que si, de hecho he jugado muchas veces sin sexo, aunque sabía que podía tenerlo, pero por circunstancias no lo ha habido y en cambio ahí no he tenido la sensación de falta de nada

Así que después de intentar responderme a estas preguntas, llego a una conclusión, lo que realmente valoro es el vínculo, esa es la diferencia. Para tener sexo "vainilla" solo necesitas atracción física, para tener spanking yo al menos necesito vincularme de alguna manera a la persona que lo va a compartir conmigo, eso no quiere decir que nos tengamos que casar, comprarnos  un adosado, con niños y perro, ni mucho menos, puede ser perfectamente una amistad, con citas esporádicas, pero tiene que ser vinculativa, tiene que darse una conexión que haga que todo lo demás quede en segundo plano y eso incluye al sexo.

Curiosamente creo que eso de dejar el sexo en segundo plano, que no sea un prioridad, consigue  un efecto potenciador, al vincularte generas confianza, la confianza genera comunicación y confianza y comunicación dan como resultado un sexo mucho más liberado de tabús, mucho más abierto a la experimentación y mucho más libre, deja de ser la meta para ser camino y eso lo  hace mucho más intenso a todos los niveles.

El pasado fin de semana lo comprobé a través de alguien, que me hizo plantearme muchas cosas y asentar otras, estoy convencido que de poder vincularme a ese alguien e incluir en esa vinculación juegos, sería fantástico, pero a veces lo que a priori es una ventaja, puede ser también un impedimento, no siempre es posible vincularse por muchos motivos y a veces vincularse implica renuncias y lo que tengo claro a estas alturas es que nunca cambiaría un juego o un polvo por una amistad, por  un vínculo aun a sabiendas que podría ser maravilloso, a veces hay que elegir entre la remota posibilidad de tenerlo todo que incluye el riesgo de perderlo todo y renunciar a tener solo parte.

Lo dicho es el vínculo, la confianza lo importante, si buscásemos solo pasarlo bien, que necesidad de meternos en líos habiendo Tinder, lo que pasa es que el sexo con vínculo y los juegos más no se puede comparar con nada, así que puestos a elegir prefiero el vínculo, teniendo eso quien sabe, las circunstancias cambian, las personas también y esto ya lo digo por experiencia propio, no hay trenes que solo pasen una vez, sabes que siempre tardará más o menos pero siempre pasa otro.

2 comentarios:

  1. Es cierto que los vínculos que se crean en este mundo cuando se llega a crear el clima adecuado de confianza son increíbles. Por eso no entiendo que tengas que elegir entre amistad y spanking porque personalmente creo que ambas cosas van unidas y más cuando se hablan de amistades creadas aquí dentro en las que se supone que ambas partes buscan lo mismo.

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