lunes, 1 de julio de 2019

¿Añadirle a la vida o robarle a la muerte?




Hoy os voy a hablar en esta entrada de un personaje curioso, para algunos junto con Freud el tío que más a profundizado en la mente humana, para otros un vendedor de humo. Yo la verdad es que mira que lo he intentado pero nunca lo he entendido: Jacques Lacan. Bueno solo entendí una cosa y enseguida os daréis cuenta porqué. Lacan desarrollo una teoría, en la que distinguía entre dos formas muy parecidas de una sensación: el placer.

Lacan afirmaba que no solo existe el placer sino que también existe algo muy parecido que llamó "jouissance" que traducido sería goce. Y la distinción Lacan la basaba en que el placer es algo que suma a la vida, que se añade y en cambio el goce es algo que se le roba, se le sustrae a la muerte.

Basándonos en esa idea ¿que sería el sexo placer o goce?. Si nos ceñimos al sexo normativo, creo que se trata de un placer, de algo que suma a la vida. La cosa cambia cuando al sexo le añadimos  las perversiones osea actos que en origen no son de carácter sexual, pero que en algunas personas producen excitación sexual, ahí ya me entran las dudas, si placer o goce, si algo que suma a la vida o algo que se sustrae a la muerte, lo curioso es que generalmente aparecen mezcladas, perversión y sexo tarde o temprano acaban por mezclarse.

La diferencia es que el placer y en este caso que estamos centrado en el placer sexual, es algo compartido, durante el acto sexual el placer puede ir cambiando de lado, fluctuando pero al final el objetivo es el orgasmo. En cambio la perversión es totalmente individual, aunque necesite de un tercero para llevarla acabo tiene por llamarlo de algún modo vida propia dentro de la mente de cada persona. Para que me entendáis yo tengo mi fantasía necesito de alguien para llevarla acabo y ese alguien tiene su propia fantasía que también necesita de alguien para llevarla acabo, nos complementamos y la llevamos acabo, pero con total seguridad tanto nuestros objetivos como expectativas serán distintos.

Desde la lógica del placer sufrir o sentir culpa no es placentero, no suma en cambio si lo vemos desde la lógica del goce si, sufrir y salir vivo de la experiencia, o tener sentimiento de culpa para sentir el goce de expiarlo puede resultar un goce superior a cualquier forma de placer. Con lo que podemos concluir que existe un placer positivo (que suma, que aporta) y un placer negativo (que resta, o que quita). Solo sintiendo dolor, puedes sentir el goce de su desaparición, solo teniendo sentimiento de culpa puedes experimentar el perdón, solo reteniendo puedes gozar de expulsar.

Como spanker voy a poner un ejemplo conocido de un patrón muy repetitivo en las spankees: la procrastinación. La procrastinación es el vicio de la duda. La mayoría de personas con tendencia a la procrastinación suelen ser personas diligentes y responsables especialmente en lo que respecta a todo aquello que implique un juicio externo, pero es curiosamente en confianza, en cercanía cuando más se expresa ese vicio de la duda. La procrastinación suele ir asociada a la búsqueda de la excelencia cuyo vicio es el perfeccionismo. Como veis es una asociación imposible, un relación condenada al fracaso, procrastinación y perfeccionismo tarde o temprano terminaran  por chocar y en de ese accidente saldrá inevitablemente el sentimiento de culpa.

Como véis es un bucle, perfeccionismo que lleva a un elevado nivel de auto exigencia, que a su vez conduce a la duda, la duda lleva a la procrastinación y entonces aparece la culpa ¿Donde está el goce? pues precisamente ahí en expiar la culpa, solo que para llegar hasta ella hay que seguir todo el camino.

Ahí está el goce, en ese placer negativo, en eso que se sustrae a la muerte, de alguna  manera es como flirtear con ella, para al final salir vencedor y reanudar el ciclo. Pero claro como decía al principio esto no es una ciencia exacta, es muy raro que la perversión aparezca pura, en su forma sana aparece siempre mezclada con el placer, así que la perversión es placer y goce a la vez, es sumar a la vida y restar a la muerte todo en uno.

De ahí que para completar el ciclo se necesite de otro procrastinar sin más solo provoca sensación de ineficacia, de excusas a los ojos de los demás y la culpa se enquista porque no tiene expiación y ahí no hay placer ni goce solo sufrimiento, el ciclo del goce necesita del control desde fuera para que el hechizo tenga lugar.

No se si os habréis enterado de algo, pero bueno siempre podéis preguntar si hay alguna duda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

"

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...>