La "azote terapia"

Hoy os comparto la traducción literal de un artículo aparecido en la versión francesa de la revista Marie Claire, bajo el titulo de "La fessée thérapie" firmado por Sara Jore-Pivet.


"Punitivo, sensual o.....curativo. Durante miles de años los amantes de los azotes en las nalgas se exponen las virtudes de algo que ellos llaman "terapia de azotes.

Dejarse ir emocionalmente a través de una enérgica azotaina, es lo que los amantes de esta fantasía sexual llaman terapía de azotes, una práctica tan antigua como controvertida.

¿Los azotes terapéuticos, un mito ancestral?.

Ya en el siglo II AC podemos encontrar las primeras menciones a los azotes como algo con propiedades curativas. El médico y filósofo griego Aclespiades afirmaba curar a los maniacos a través de los azotes. El también médico del siglo V Caelius Aurelianus también afirmaba las propiedades curativas de los azotes para tratar delirios y melancolias eroticas. Y si creemos al escritor Alexandre Dupoy en su libro "Antologia de los azotes" afirma como un médico portugués llamado Vasco de Taranto en el siglo XV decía curar la impotencia y la ninfomanía a través de los azotes.

Lo que parece claro es que los azotes se pueden considerar como una práctica erótica con dos virtudes (no reconocidas). La primera es que puede actuar como vigorizante, el dolor es un excelente estímulo corporal, y luego esta la función liberadora, ya que a través del castigo nos permitimos expiar culpas. Hoy en día las cosas han cambiado mucho, estamos en la era de todos conectados y este tipo de juegos tienen un gran número de adeptos, que justifican su gusto en ese aspecto liberador que para ellos tienen los azotes, como canalizador del dolor emocional, que al convertirlo en físico tiene justificación, incluso algunos practicantes lo justifican como forma eficaz de afrontar algún tipo de trauma, aunque realmente no haya ningún dato científico que lo corrobore.

Hasta hace relativamente poco, la Asociación Americana de Psiquiatría consideraba a los amantes de los azotes como enfermos mentales, en los años 80 del siglo pasado, dejó de considerarse como un trastorno por lo tanto se considera una fantasía/práctica sexual sana. Si parece haber cierto acuerdo en que para algunas personas los azotes pueden ser un catalizador de emociones.

Hay una gran similitud en como nuestro cerebro procesa dolor y placer. En muchas personas los azotes pueden aumentar las excitación y las sensaciones físicas, la segregación de hormonas como las endorfinas y la oxitocina, explorar la linea que separa el placer del dolor, puede aumentar el vínculo y la intimidad.

Si bien en lo que parece haber unanimidad en los expertos en sexualidad, es que le objetivo no es el dolor sino la conciencia entre ambos jugadores que uno tiene el control absoluto sobre el otro. Para mucha gente puede ser realmente un ejercicio sano perder el control durante un tiempo, ser totalmente pasivo y estar a merced de otro, como forma de liberarnos del estrés y los roles en los que estamos atrapados en la sociedad actual. Darle el control total a otra persona, transfiere precupaciones y responsabilidades, libera de estrés, puede ser una forma de autoconocimiento sin intervenciones externas, de por un rato poder dejar la mente en blanco para solo ser sensación, y también como forma de eliminar comportamientos compulsivos y canalizar emociones reprimidas.

La sexóloga américa Sandra la Morgese se refiere a los azotes como algo con las mismas virtudes que un buen masaje y que al igual que un masaje, depende de como se haga y en el contexto que se haga, puede ser excitante, tonificante o relajante.

Voy a dar un poco mi opinión sobre este artículo, a fin de cuentas es  un artículo aparecido en un revista generalista y no específica y suelen ser bastante políticamente correctos.

En este caso en particular es de agradecer que al menos se trate el tema, se haga con respeto y sin caer en demasiados tópicos (alguno cae). Pero así si te quedas con el general del artículo no está mal y en muchas cosas estoy de acuerdo.

La idea del spanking como terapía a mi no me gusta, quien necesita algún tipo de terapía lo que debe hacer es ir a un especialista y hacer terapía. Ahora bien que el spanking es muchas veces algo que va un poco más allá de lo meramente erótico, para mi es una evidencia. Que para la inmensa mayoría de nosotros el dar o recibir más o menos dolor no es el objetivo también, que lo que realmente tiene mucho poder en los juegos es el control, la cesión del mismo y lo que eso implica también, pero que ese hechizo del control o su cesión sin los azotes no tendría lugar, pues también.

También me parece importante reseñar, que no siempre se busca el mismo objetivo final en los juegos, a veces se pretende simplemente ponerse cachondo (bueno casi siempre pasa, pero no como objetivo) y otras veces si se busca liberación, conexión, intimidad, incluso estructura, es algo que cada día tengo más claro, nadie se complica tanto la vida, solo para ponerse cachondo.

En definitiva, aunque no es nada del otro mundo el artículo a mi me ha gustado y para ser de un revista generalista, me parece que está muy bien y da bastante en el clavo, aunque no me guste el título.