viernes, 12 de abril de 2019

Los juegos anales desde el simbolismo.




Continúo esta pequeña serie de entradas sobre el simbolismo y los iconos en los juegos. En esta entrada me voy a entretener con algo muy particular, pero muy habitual en los juegos. Que tiene una gran carga simbólica y que puede ser muy distinta y particular.

Aquí no tratamos ni una acción concreta, ni tampoco un objeto, vamos a hablar directamente de una parte del cuerpo. Y si hay una parte del cuerpo protagonista de estos juegos nadie tendrá la más mínima duda que es: el culo. Pero la palabra culo no define a una parte cuerpo del cuerpo si no más bien a un conjunto que incluye eso que conocemos como nalgas y lo que esas nalgas esconden: el ano. Creo que cuando hablamos de culo aunque a todos nos venga la imagen de unas nalgas, en lo más profundo de nuestra mente también incluimos a esa parte oculta y a veces consideraba como oscura, pero que sin embargo se considera parte de la sexualidad.

Ya en la teoría del desarrollo psicosexual freudiana se describe una fase de la misma precisamente como fase anal o sádica y esa teoría nos dice que uno de los primeros contactos del ser humano con el placer, es a través precisamente de un displacer previo que anuncia un placer futuro. Y como una sensación desagradable puede ser excitante desde el momento que se descubre que detrás de ella se esconde el placer o que es un paso necesario para sentir placer. Y es así como nuestra mente asocia privaciones, normas o incluso dolor al placer.

Pero no voy a entrar en disertaciones psicoanalíticas voy a ir directo al grano y tal vez porque ese conjunto de partes del cuerpo que llamamos culo incluye al ano, que a su vez es una zona erógena y que a su vez sobre el recae una gran carga de pudor, los juegos de spanking que incluyen juegos anales son tan habituales y de alguna manera usando una terminología de moda conforman un  "maridaje" muy interesante, son como ese vino que acompaña a la perfección a un plato.

Estás entradas van de simbolismo y una parte de cuerpo puede tener  muchos y más cuando va asociada a una acción, así que primero voy a entrar en la parte común de ese simbolismo y luego intentaré desgranar un poco como varía según la acción que lo acompañe o como aumenta una u otra carga simbólica esa acción.

Lo que parece común y claro es que todo juego anal tiene una importante carga simbólica, es tal vez la parte más íntima y oculta del cuerpo, dar permiso a alguien para manipularla implica tener que superar o más bien pasar por ese pudor y como he escrito muchas veces el pudor es la vergüenza asociada al sexo lo cual pese a ser una sensación aversiva o desagradable puede ser también muy excitante. Al "ceder" esa parte tan íntima y pudorosa del cuerpo, estás cediendo el control absoluto a esa persona, para ceder el control hay que tener confianza absoluta también.

Los juegos anales también tienen cierta contradicción en si mismos, pueden resultar muy placenteros para depende quien, pero siempre tienen en mayor o menor medida una parte de incomodidad, incluso de miedo o tabú, con lo cual "maridan" muy bien con la idea de castigo. Además por excitantes que puedan ser salvo rarísimas excepciones no son finalistas, osea a través de la estimulación anal no se llega al orgasmo, con lo cual estamos ante unos juegos que pueden ser profundamente excitantes pero que tienen algo de carga simbólica de privación, excitan  pero no terminan.

A partir de esta base común ya nos encontramos ante simbolismos secundarios asociados a la acción que acompaña al juego anal en concreto y voy a poner diversos ejemplos, evidentemente no todos que potencían más depende que simbolismo.

La infantilización: Un ejemplo claro de ese simbolismo, es la toma de temperatura rectal. Es un juego anal adulto, pero que indefectiblemente provoca en quien los sufre una infantilización muy potente.

Pudor e incomodidad: Esto lo potencia mucho el uso de juguetes tipo plug o bolas, que muchas veces en los juegos van asociados a un castigo secundario a los azotes, que incluye exposición (por ejemplo rincón con el juguete puesto) o incomodidad y vergüenza (por ejemplo, salir o hacer vida "normal" llevando el juguete puesto durante x tiempo)

Posesión: La simbología de posesión que tiene la penetración anal es muy potente, ya que como dije antes no es finalista para quien la recibe, así que la sensación de entrega del cuerpo a la otra persona para su disfrute es muy marcada.

Privación: El sexo anal por sus características puede ser usado como privación, excita pero no culmina, por lo tanto usado como "castigo" privativo en plan, te uso para mi placer, pero tu no vas a culminar también es muy habitual.

Sensación de cesión de control del propio cuerpo: Esta es quizás la variante más extrema de este tipo de juegos pero que es muy excitante para mucha gente y es usar el juego para "forzar" el no poder controlar o ceder al otro la control de la propia función vital, como es el caso de los enemas.

Hay más variedad de juegos , pero a fin de cuentas no son más que meras variantes de todo los descrito y solo se diferencian en aumentar o marcar más alguno de estos simbolismos. Tal vez como último concepto a destacar estaría el de la experimentación con el cuerpo y sus sensaciones, el propio juego y lo que se necesita para que se de deshinibe fantásticamente y el tiempo y la confianza suelen llevar a experimentar y luego estos juegos tienen una carga muy potente inconsciente de regresión a una sexualidad primitiva más allá del sexo meramente genital adulto, pero eso es otra historia.

Resumiendo los juegos anales y el spanking van tan de la mano, porque ambos incluyen, potencian y complementan una serie de sensaciones comunes: infantilización, sensación de descontrol y entrega, pudor y esa extraña pareja dolor/placer.

¿Que juegos anales os atraen o practicáis en vuestras fantasías o juegos de spanking?.

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