martes, 16 de abril de 2019
Iconos y símbolos conclusión.
Voy a dar por terminada esta serie corta de entradas sobre la simbología e inconografía en los juegos, con una especie de resumen y conclusiones.
Como dijimos en el primer artículo, la simbología y los iconos son parte intrínseca de todo ritual y la función principal de un ritual es que las cosas pasen. Un ritual genera una serie de automatismos, es más fácil dejarse llevar a través de un ritual y meterse en el ritual es dejar fuera todo lo demás, que ya recuperaremos al salir. Si nos fijamos en los rituales religiosos que quizás son lo más conocidos para nosotros, todos tienen en el un concepto de dejar fuera de lo sagrado, lo impuro. Por ejemplo, la pila de agua bendita a la entrada de las iglesias católicas o el descalzarse del rito musulman, son un simbolismo de dejar lo sucio fuera o limpiarse para hacer el ritual, además todo ritual siempre tiene el punto de rito de iniciación, traspasar el umbral de la puerta de un templo, aun para los no creyentes supone una inmersión en lo sagrado.
Y entiendo que salvando las distancias para nosotros esos componentes simbólicos de todo ritual se dan también en el ritual de los juegos. De hecho en mayor o menor medida todo juego es ritual, con lo que tengo que concluir que en parte buscamos eso. Traspasar un umbral que nos sumerja temporalmente en un mundo paralelo, donde las cosas pasan sin necesidad de pensar, lo que nos permite superar esas contradicciones culturales que todos llevamos encima de estar haciendo algo "no correcto" y que muchas veces va en contra de nuestras convicciones, al ritualizarlo esa lucha entre la ley y el deseo se difumina y se impone el deseo. También hay una carga muy importante de ritual de purificación, quizás a primera vista esa carga solo aparece visible en la parte spankee del juego, la purificación a través del castigo, del dolor, pero también de forma más sutil se da en la parte spanker, a través del autocontrol, el spanker se mortifica en el juego no pudiendo dejarse llevar, ya que parte de su tarea es mantener el control en todo momento, devolver sana y salva a la spankee después del juego.
Esa mezcla entre lo místico y lo sexual en teoría agua y aceite no es tan rara, a través del cuerpo llegar al alma, es algo presente en todo el simbolismo religioso de todas las religiones, ya que todas imponen en algún momento, algún tipo de restricción, abstinencia, ascetismo, pobreza, humildad....como forma de llegar al éxtasis místico. Es aquello de que los extremos se tocan, aunque nosotros hagamos un poco el camino inverso, usar lo simboloógico, lo místico como la previa del éxtasis físico.
Como hemos visto en los artículos anteriores, todo este ritual místico/sexual de los juegos, se apoya en una serie de iconos y símbolos que nos ayudan a entrar en el templo a meternos en el papel, pero también a darle continuidad o resaltar o potenciar sensaciones. Como vimos muchos van encaminados a ensalzar la autoridad, reconocerla y aceptarla, de ahí que muchos esten encaminados a infantilizar una parte del juego, todos tenemos presente nuestra época de crianza como una época supeditada a la toma de decisiones por parte de los adultos. También ese simbolismo refuerza mucho la binomio pudor/vergüenza, sensación que muchas veces somos incapaces de discriminar y que se diferencia en lo sexual, el pudor guarda relación con lo sexual, la vergüenza con el juicio de terceros y finalmente toda esa iconografia y simbología marcan también un camino de entrada y salida del juego, así como sus transiciones.
Podría escribir de más variedad de iconos y símbolos pero como dije son tantos, variados y dependiente de gustos que seria extenderme en exceso. Pueden ir desde la ropa, a muebles, representación de un rol, pero al final todo va encaminado a lograr lo mismo que es lo que explico en los párrafos anteriores. Pero no me gustaría terminar esta serie sin mencionar aunque sea de pasada un curioso icono. Curiosamente la parte del cuerpo protagonista del juego, es una parte que llevamos tapada y que para jugar hay que descubrir y mostrar, es peculiaridad hace que la parte de nuestro cuerpo que no deja de ser nuestra carta de presentación queda oculta durante el juego, que es la cara, el rostro, durante el juego hay una pérdida del contacto visual rostro con rostro, algo que solo se puede vencer mediante el uso de espejos y que puede ser muy interesante de introducir en el ritual de los juegos.
Pues hasta aquí esta serie de relatos, que me gustaría culminarla con vuestras opiniones. ¿Que objetos, escenas, roles, ropa, juguetes, intrumentos, comportamientos os meten más en el juego o os provocan más sensaciones?
Gracias.
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