jueves, 18 de abril de 2019
Consentir y consentimiento.
"Desde el momento que cedes la autoridad a otra persona, debe ser con todas las consecuencias y eso significa que tal vez haya momento, en los que no te apetezca, en los que creas que esa autoridad esta siendo arbitraria, injusta o excesiva, pero hablando claro: te jodes, haberlo pensando antes. No puedes pretender que alguien ejerza la autoridad, solo cuando tú quieras o te venga bien..." (Testimonio que aparece en la tesis doctoral de Melissa E. Travis sobre el spanking como juego erótico consensuado entre adultuos titulada: Assume de position)
Empiezo esta entrada con este testimonio/opinión porque voy a tratar un tema espinoso, el del consenso y sus variantes.
Existe una linea muy difusa entre lo que es consenso y lo que no, ya la existe en las relaciones digamos que "convencionales" cuando ya incluimos juegos de intercambio de control, de aceptación de autoridad y en los que está presente una dosis de violencia, aunque se que a mucha gente le sonará fea esta palabra, no por ello es menos real. Yo os voy a poner mi opinión al respecto, que no deja de ser una opinión personal mia y basada en mi experiencia.
¿Que considero consenso? sería la primera pregunta a responder, para mi consenso no es una especie de contrato o acuerdo explícito e inamovible, no es mi tipo de juego, no me sentiría cómodo. Para mi el consenso es un proceso más o menos largo de conocimiento mutuo, que implica abrirse mucho el uno al otro, explicar, detallar a poder ser las fantasías que se tienen, pero no solo eso también significa conocer a fondo al personalidad de la persona con la que tienes intención de jugar, más allá de sus fantasías. Eso requiere tiempo y a veces nos pueden las ganas y el deseo, pero aun así, ese proceso no tiene porque llevarse a cabo antes de sinó que puede seguirse durante.
Para mi el consenso es un punto de partida, algo que se te otorga pero a la vez es también un puerta a lo desconocido y a explorar. Para que se me entienda existe un consentimiento de base que autoriza al otro a ejercer la autoridad lo cual no implica que siempre quien lo otorga autoriza. Y en esto estoy bastante de acuerdo con el testimonio expresado, si siempre hubiera que tener un consentimiento explícito, en primer lugar no seria una cesión del control/autoridad, ya que siempre sería quien concede quien decide, por lo tanto no se daría la sensación de descontrol y por otra parte el juego seria siempre previsible, no habría espacio para la sorpresa que para mi es fundamental en el juego.
Quien hace de spanker tiene que tener cierta libertad y aunque quien hace de spankee pueda anticipar la mayoría de juegos, tiene que existir una parte de incertidumbre, de no controlar, es aquello de se que puede pasar, pero no se cuando ni como.
Yo creo que dentro de los juegos de sumisión/dominación en el spanking es uno de los que más se da eso que los ingleses llaman "consensual no consensual". Por eso creo tan importante que quien ponga las normas quien diga en que intervenir y en que no, sea la parte spankee. Ese es para mi el consenso valido, pero claro eso se debe hacer teniéndolo muy claro y como dice el testimonio que abre la entrada, eso implica que no siempre se esté de acuerdo, pero ceder el control es eso también: aceptar. Es parte de la gracia de todo esto.
A partir de ahí la experiencia me dice que en el fondo cada juego no deja de ser una negociación continua subliminal, al final el desarrollo de un juego depende de muchas cosas, pero sobre todo del estado emocional de ambos en el momento concreto, así que de forma inconsciente y a través de unos códigos de comunicación no verbal, vas renovando el consenso continuamente y eso es lo que termina por darte esa libertad de actuación que provoca en la otra persona la sensación de no tener el control. La confianza supone un mayor riesgo, pero también una mayor ganancia y voy a terminar esta entrada con dos citas. La primera de otro testimonio de la tesis mencionada antes, la segunda es una confesión personal que me hizo alguien, que jugaba a la vez con una chica y conmigo.
"Al renunciar al control personal recibo algo a cambio. El poder experimentar mi sexualidad más plenamente. Nunca me he sentido, herida, degradada o ignorada. Cuanto más duro, más libre me siento".
" La dos principales diferencias que encuentro de jugar contigo a jugar con ella, son las manos, nada que ver el tacto de unas manos de mujer con las de una de hombre y que con ella no me rebelo, contigo me resulta muy excitante revelarme porque se que en un momento dado, te puedes imponer físicamente y esa sensación de ser forzada aunque me resista y pelee, sin poder evitarlo me es muy excitante".
Para concluir lo que si me dice la experiencia es que en las relaciones que incluyen juegos, la propia idiosincrasia del juego "obliga" a comunicarse y a desnudarse (de eso hablaré en otro post). Y no solo verbalmente también a entender ese otro lenguaje no verbal, que a su vez obliga a prestar atención a concentrarse en todo lo que te dice hablando y sin hablar la otra persona.
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