sábado, 9 de marzo de 2019

Con los deberes se cumple.





Otro viernes más, ya hacía rato que  había llegado y la verdad era de aquellos días que lo que menos apatece es salir de casa, hacía un frío glacial, después de una mini primavera adelantada. Así que estabamos de charlotada en el sofá cómodos y tomando un cervecita. Lo de siempre, que si como había ido la semana, de si íbamos a arreglar el país, alguna bromita por el medio y algún tonteo también, lo cual era buena señal. Aunque yo ya tenía algo en mente desde hacía un par de semanas o algo más, solo había que esperar el momento adecuado para soltar la bomba.

Ahora voy a contar un secreto, cuando se trata de improvisar el efecto sorpresa es lo mejor, todo lo contrario de cuando se trata de algo previsto, que entonces jugar con la incertidumbre de cuando y como es muy divertido. Pero no era el caso aquel día, de hecho creo que ella ni se acordaba, así que había que usar el efecto sorpresa y una de las mejores maneras de hacerlo es estando los dos tranquilos aprovechar un momento que se levante, para ir a buscar o recoger algo, para ir al baño y cuando vuelva antes de que se siente, soltarlo...eso va a provocar dos cosas. La primera que no siente, lo cual ya crea un situación de control de situación, la segunda la sorpresa. Así que simplemente espere que fuera a la cocina a por un  par de cervezas más para soltarlo, sin más.

-Nena tu el tema de los deberes en el colegio, ¿como lo llevabas?

La reacción fue la esperada, dejo las cervezas en la mesilla, pero se quedó de pie.

-¿Y eso?
-Mira, curiosidad.
-Si te lo he contado mil veces, no los hacía jajajaj. No me he llevado broncas de las monjas por eso
-Si algo me habías contado, pero ¿nunca?
-Nunca, nunca  no, cuando ya estaba harta de copiar, alguna vez los hacías, pero por norma general no
-Y tu eres de las que cree, que hay cosas que no cambian nunca?
-No se que tramas, porque algo tramas.
-No que va, no tramo nada, simplemente es que creo que esa costumbre, de no hacer los "deberes" de adulta sigue igual que de niña.

Me miró con cara de sorpresa.

-No se que me quieres decir...
-Intenta hacer memoria, porque eso si tienes selectiva cuando te interesa pero tienes.
-Puffff para adivinanzas un viernes por la tarde....
-No tenías que contestarme algo por correo?

De repente la iluminación...

-Ahhhhh todo este rollo para eso? Ya te dije que iba de culo, de hecho tu me dijiste que no me preocupara que cuando pudiera y eso he hecho no preocuparme.
-Eso te lo dije hace tres semanas casi y vamos esta semana lo que se dice liada, liada precisamente....
-Jajajajajaj ya pero antes  liada y esta semana mi memoria, pues eso.
-A las monjas también les ponías estas excusas?
-Jajajajaja bueno hubo un momento que dejaron de colar.
-Que buenas
-Buenas por los cojones...
-Pues yo creo que si, o al menos inocentes, pero no creo que yo haga cara de monja ¿verdad?.
-Jajajajjajajaa
-Te hace gracia?
-Si cuando intentas ponerte tan serio por una tonteria si.
-Ahhh que te parece una tonteria
-Total
-Pues igual un rato en el rincón te hace cambiar de idea.
-Ni lo sueñes, no he hecho nada, me voy a tomar la cervecita.

Hizo el amago de sentarse, pero se lo impedi.

-No se si las monjas repetían las cosas mucho antes de que hicieras caso, yo no.

La cogí del brazo, le dí la vuelta con algo de resistencia eso si, pero empecé a soltar la mano en su culo, así que cuanto más resistía más azotes se llevaba, hasta que después de una docena, resoplando eso sí, y la fuerza se fue al rincón.

-Las manos en la cabeza y quitecita.

Lo hizo, quejándose eso si, así que no tuve más remedio que darle un par de azotes contundentes y decirle.

-Y calladita también.

Me fui a la cocina y anduve alli trasteando  un poco. Cuando volví seguía en el rincón pero en actitud pasota, un par de azotes, un  ponte recta y solucionado. Me senté y la tuve un rato más de lo que la hubiera tenido por la actitud, ya cuando la escuché resoplar tres veces, la dejé salir. Se quedó parada delante de mi, es curioso pero cuando ve y vio que la cosa va en serio, no suele rebelarse. Entonces le dije.

-No se a que esperas, ya sabes donde y como te quiero

Y en efecto lo sabía, la quería colocada en mis rodillas, así que lo hizo, cogí la goma del pantalón del pijama la separé de la piel y la volví a soltar.

-Estoy de buenas y un poco de calentamiento siempre va bien.

Dicho esto empecé a azotarla con el pijama puesto, como ya llevaba alguno encima y fuerte del forcejeo y el tonteo en el rincón empecé ya con ciertas ganas, que además se las tenía, así que tras un tanda cogí el mando y subí el volumen de la tele, que escuchaba corretear niños en algún piso y no era plan. Tras un rato encima del pijama llegó el momento de retirarlo, parece mentira la fuerza de ese momento, ya debería estar más que acostumbrada pero cuando empiezo a tirar hacía abajo del pantalón siempre se oye alguna queja y esconde la cara en el sofa, la sensación es mutúa porque a mi me sigue provocando cosquillas ese momento, el de descubrir el culo. Le dejé el pantalón a medio muslo le pasé la mano abierta solo rozando por ambos cachetes que ya empezaban a estar rojitos, y eso hizo que se le erizara la piel y el vello pero acto seguido empecé a azotarla con la mano, con la técnica de muñeca floja, es decir poniéndola muerta y zasca rápido con golpe de muñeca, si lo haces bien pica, sobre todo en algunas zonas, además por un momento se ven los cuatro dedos en blanco sobre fondo rojo, pero eso solo fue para empezar, luego ya seguí normal, palmadas sin descanso  una detrás de otra hasta que todo el culo le cogió aquel rojo mano tan bonito.

Cuando me cansé de la mano, la mandé de nuevo al rincón, aunque al principio ella se lo había tomado muy a broma yo quería dejarle la sensación de castigo, castigo y si hay algo que teme es la madera, así que lo primero que me vino a la cabeza fue el cepillo, pero pensé que me apetecía juguetear un rato con ella y que tal vez algo más contudente aun, aunque fueran menos azotes y que diera más impresión de castigo sería mejor. Y fui a buscar la paleta grande de madera, la de agujeros, la dejé encima de la mesa y le dije que se pusiera apoyada sobre la mesa grande, apoyada quiere decir que el pecho tiene que tocar la mesa. A esas alturas el pantalón del pijama ya lo tenía por los tobillos, obedeció y se colocó en la posición de castigo sobre la mesa, que también tiene lo suyo, ya que es la posición que reservo siempre para los castigos más duros. Cogí la paleta grande, ancha y pesada, bastan con diez azotes bien dado para dejar un culo marcado un par de días. Eso le dije:

-Serán diez, cuenta.

Pase la paleta por su piel roja y golpe de codo y el particular sonido de la madera impactando en su piel desnuda resonó por toda la casa. Los tres primeros los aguantó sin quejarse, pero a partir del cuarto a cada azote un lamento se escapaba de sus labios a la vez que movía los brazos o apretaba los puños, en el quinto hice una pausa, ya tenía dos grandes círculos rojo oscuro en el centro de la mitad inferior del culo. Solo con 5 y aun le quedaban 5 más que se los llevó aun retorciéndose en cada  uno, al terminar tranquilamente fui a guardar la  paleta y de ahí a la cocina de vuelta llevaba un cuenco un un trozo de jengibre pelado del grosor de mi pulgar y unos diez centimetros de largo, que puse en la mesa, le acaricié el culo.

-Escuece verdad? Es lo que tiene no hacer los deberes y ya que estamos que escueza por igual mejor.

Cogí el tallo de jengibre, le separé las nalgas y lo pasé por todo el contorno del ano.

-Has tenido suerte que es fresco de hoy

Entonces empecé a apretar y fue entrando despacio justo hasta el trocito que quedaba sin pelar que se quedó fuera. Cogi una silla y la puse justo detrás de sus piernas.

-Siéntate.

Lo hizo, con algún gesto de dolor.

-Bueno ya que has tenido tiempo de hacer los deberes y no los has hecho, los vas a hacer ahora, igual el escozor te inspira.

Abrí una de las puertas del armario y saqué un folio DIN A4 y un boli.

-Empieza a escribir la respuesta. Cuanto más tardes más tiempo estaras sentada con el jengibre.

Hay motivaciones muy efectivas en 10 minutos me dijo que ya estaba, entonces le di un sobre.

-Metelo dentro, pon mi dirección, el remitente y mañana iremos a correos a echarla. Con la fácil que hubiera sido por mail ¿verdad?

Lo hizo cogí el sobre sin leer el contenido claro y lo dejé en la estanteria. Me senté y le dije ven. Se levantó y empezó a caminar hacía mi con los pantalones en los tobillos y justo al llegar a mi altura se cayó el jengibre, que fue a caer en los pantalones. Lo cogí.

-Señorita  hay que apretar mas el culo, ya puedes ponerte en mis rodillas otra vez.

Lo hizo, sin quejarse aunque con cara de te estás pasando. Pero en cuanto estuvo en mis rodillas le separé otra vez las nalgas, le metí el jengibre en el culo y le dije.

-No va a ser muy larga, pero si se vuelve a salir mientras, te lo volveré a poner e iré a por el cepillo.

Ni que decir tiene que en el par de minutos o tres que estuve azotándola con la mano, tuvo el culo bien apretadito. Cuando terminé entonces si le quité el jengibre.

-Vete a la cama va, que voy a lavarme las manos y a por la crema.

Se fue a la habitación cuando entré me esperaba tumbada boca abajo sin pantalones ya. Le puse cremita refrescante un rato, ella se dejó  hacer.

-Escuece menos....
-Pufff si y no...
-Ya imagino, pero ahi que hacemos?
-No se te ocurre nada? tu eres el experto.
-Si se me ocurre una solución
-Y a que esperas?...

Sonreí....la solución para calmar ese escozor es fácil de imaginar verdad?...Lengua, dedos y polla por ese orden

Continuará.





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