viernes, 8 de marzo de 2019

Memoria difusa.





Aunque esta sección se titula sensaciones de spanker, el título es engañoso, en realidad seria más justo llamarlo: "sensaciones de un spanker" o "sensaciones de Santi (que es el nombre de quien aquí escribe, imagino que nadie habrá pensado que me llamo mariposas). Bromas aparte quiero dejar esto claro, para que entendáis que todo lo expuesto en esta sección es fruto de mi experiencia personal, por lo tanto única e intransferible. No pretende ser una guía ni nada por el estilo, aunque también estoy convencido de que mucho de lo expuesto en este tiempo en la sección, es o ha sido compartido por más personas y que puede ayudar a conocer esa parte oscura de este mundo, donde sabemos y se escribe mucho de las sensaciones del otro lado (spankee o bottom) incluso por aquellos que no lo son y apenas nada desde este lado. Tal vez cubierto de un halo misterioso e inaccesible que a algunos les interesa mantener, pero a mi no.

La sensación que os voy a contar hoy, ignoro si es compartida por más gente, si es exclusiva de mi, si es compartida, si digamos es más propia de mi rol, que del otro rol, no puedo asegurarlo, pero como alguna pista tengo, me voy a arriesgar.

Imaginaros un fin de semana, un fin de semana con esa persona con la que compartís juegos e intimidad. Da igual si es el primero o si ya hay una trayectoria larga. Pongamos por caso que son tres días y tres noches. Por experiencia se que salvo, que haya cuentas pendientes. La primera noche es siempre vainilla y que es en el espacio entre el segundo día y la segunda noche cuando se produce el juego intenso y último día y noche se dedican mas a la mezcla vainilla/chocolate. Eso seria más o menos un guión que al menos yo he repetido en muchísimas ocasiones.

El efecto curioso, que es de lo que quiero hablar en esta entrada, es que pasados dos o tres días del encuentro o juego y recuerdas, ese guión se desdibuja y los recuerdos se vuelven difusos, incluso en tan corto periodo de tiempo, se produce cierta confusión entre dias, cosas que realmente pasaron el primer dias se entremezclan con cosas que pasaron el segundo día por ejemplo. Es un efecto muy curioso y a medida que pasa el tiempo, la confusion se hace mayor, llegando a recordar lo que paso en tres dias como un único juego.

Os he puesto un ejemplo muy concreto, pero al menos en mi caso, también se repite la sensación de "perdida" de memoria, cuando ya no se trata solo de fines de semanas sino de una relación continuada. Lo más curioso de todo es que diría que me acuerdo de todos y cada uno de mis juegos, de detalles muy concretos, como que estuvimos haciendo unas horas antes, que desencadenó el juego, que ropa llevaba ella, de conversaciones de gestos muy concretos. Sin embargo cuando entramos en lo que es el propiamente el juego, la parte más física ahí surgen las lagunas de memorias y cosas que estaba seguro de que habíamos hecho, luego comentándolo, ha surgido la duda:

-"Aquel usaste el cinturón me acuerdo perfectamente"

Cuando yo estaba seguro que había usado el cepillo, pero resulta que el cepillo había sido una vez anterior. Y al revés también sucede, osea que ella me diga acabamos en la cama y yo esté totalmente seguro por algún detalle que fue en el sofá. Además con el añadido que algunos de esos juegos están escritos en forma de relatos, por lo tanto se pueden apreciar más con la otra persona esos errores de memoria, que muchas veces entremezclan dos juegos distintos. Vamos que la parte "intro" del relato se corresponde fielmente a la realidad, que muchos pequeños y precisos detalles también, pero que digamos la parte más física presente errores, cosas que sucedieron en otro juego.

Pues todo esto tan curioso, parece tener una explicación. Está demostrado que la híper o hipo actividad emocional perturban la capacidad reflexiva, osea que una mente hiperexcitada o hiperelajada se desconecta de lo que sucede en su entorno. Y los juegos tienen un tempo muy definido, se va subiendo progresivamente la excitación mental, hasta llegar a un punto de saturación (el juego propiamente en si) y de repente cae a la relajación más absoluta, remontable o no según interese. Esa carecterística de nuestra mente puede explicar, el porque de esa memoria de pez en algunas cosas y tan terriblemente selectiva en otras. Como se pueden recordar detalles muy concretos de cosas ocurridas hace años y sin embargo hay como una niebla espesa que  no te deja recordar ciertos momentos. La intensidad del momento y la relajación posterior tiene la culpa. Y claro está el aprendizaje, osea el recordar por inercia hace mucho también, todos sabemos que generalmente después de un juego intensito hay un after care, de una determinada forma y a veces ocurrió realmente de una muy distinta.

Así que os dejo la pregunta. ¿Os pasa, tenéis memoria de pez para algunas cosas y para otras súper precisa?....Ya me diréis si es cosa mía y tengo que preocuparme o es habitual.

1 comentario:

  1. A mi por ejemplo me pasa un montón que le digo a mis compañeras en clase mil detalles de lo que damos en clase pero a la hora de decir si alguien el día anterior iba de una forma u otra soy una desastre. Y eso también me pasa con mil cosas de detalles o experiencias vivas, que para unas cosas tengo muy buena memoria, a veces medio fotográfica pero para otras cosas parece que tengo Alzheimer.

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