viernes, 15 de junio de 2018

Quien tiene el control marca los límites.





Como ya anuncié esta etapa del blog va a ser mucho más relajada y voy a escribir pocos "rollazos" me divierte más escribir relatos y creo que en ellos quien quiera puede también leer mucho entrelíneas, pero eso no signfica que de vez en cuando no pueda arrancarme por alegrías y hoy va a ser uno de esos dias.

La culpa la tiene un conversación, sobre eso tan manido de límites, umbrales y demás.

Recuerdo un artículo que escribí en una ocasión en el cual me manifestaba totalmente contrario a lo que se conoce como "palabra de seguridad", decía en el que si a alguien le sirve para sentirse más seguro en un momento dado, adelante, pero que a mi personalmente no me sirve de nada, de hecho de haberla si en algún momento se tiene que decir es que algo se ha hecho mal sin ningún género de dudas.

Personalmente lo que si veo fundamental es responsabilizarse del rol en el juego, de forma conjunta desde luego, pero sobre todo de forma personal, si tu no eres consciente de lo que implica tu rol es imposible que llegues a crear una responsabilidad conjunta. Y un/a spankee no puede limitarse a ser culo ni ser limitada a eso y un/a spanker no puede limitarse a ser mero "ejecutor" ni ser limitado a eso.

Hace unos días alguien me comentaba una anécdota que sirve y mucho, para explicar lo que quiero decir, me decía que en un momento dado habían querido experimentar con los límites y los umbrales y me decía que lo había hecho con seguridad, porque en todo momento había ido preguntado a quien ponía el culo si quería ir más allá. Para mi es un gravísimo error y voy a contar porqué.

Al hacerlo de ese modo, sin saberlo se está produciendo un intercambio de papeles en mitad del juego, si tu preguntas ¿quieres más, puedes más? tienes menos control que pisando el freno a fondo en un pendiente del 10% con 20 cm de nieve helada, no estás controlando la situación y peor aún estás generando una carga de responsabilidad en quien precisamente se pone en tus manos para ceder el control. En mitad de un juego morboso, preguntar eso puede llevar a responder lo que no se desea, solo  hay que empatizar un poco, por ejemplo puede ser que esa persona no quiera "cortarte el rollo" y acceda a seguir, puede ser que esté muy excitada o abrumada y tampoco sepa decir no o puede ser que realmente si quiera seguir, pero estás traspasando un responsabilidad que te corrresponde a quien no lo corresponde y bajo mi punto de vista es un error.

El control durante el juego le corresponde a el o la spanker y eso lleva ímplicito controlar también límites y umbrales. Un o una spanker a mi entender no debería preguntar nunca si para o sigue, lo hace, osea o para o sigue, suena muy unilateral lo se, aunque en realidad no lo es tanto, ya veréis porque.

El control tiene un añadido que para la mayoría es una parte  que no quieren perderse: las sensaciones de suspense y temor, sensaciones que arrancamos de raíz al preguntar. Si sabe del cierto que vamos a seguir, no hay suspense, ni temor, lo cual no quiere decir que se tenga que actuar de forma egoísta o a ciegas hay muchas formas de comprobar esos límites o ese umbral y no devolver el control. Un ejemplo: las pausas. Las pausas son fundamentales, permiten además de dar un respiro en un momento dado, además de mantener el suspense y el temor del que hablábamos antes, permiten informarse de manera evidente (síntomas físicos visibles, respiración..) sirven también para exhibir conformidad o mostrar desafio. Si sucede lo segundo es un pista clara de que aun hay margen si sucede lo primero es momento de ir pensando que se está llegando a ese punto donde la mente se da por vencida,  y ahí ya lo físico y lo emocional van de la mano hay que estar aún si cabe más vigilante, ¿Os imaginais que pasaría si preguntamos en ese momento de rendición y dejarse llevar si se quiere seguir?, creo que nadie tiene duda que la respuesta sería afirmativa, la duda es ¿seria lo correcto?, no siempre y las incertidumbres las dejamos para el calentamiento dentro del juego hay que moverse sobre todo a partir de determinado momento en base a certezas.

Volvemos al principio, el "insight" del rol  y eso lo podríamos traducir como:

-Spanker: el que controla
-Spankee: el que se deja controlar.

Y quien se deja controlar tiene voz y voto faltaría más antes y después, pero no durante, durante es el que controla quien decide y decide teniendo en cuenta todas las variables posibles, que van desde el estado emocional previo al juego, hasta si mañana tiene piscina, todo eso es importante sumado por supuesto a la comunicación no verbal durante el juego. El que se deja controlar merece toda la atención, los "seis" sentidos y si alguien tiene algun más también y el que controla nunca, nunca debe tener miedo a quedarse corto y si todo el respeto del mundo a pasarse de la raya. Lo más difícil pero a la vez lo una de las cosas más gratificantes de esto desde el lado que yo conozco, no es llegar al umbral, eso es fácil, sino mantenerlo el máximo tiempo posible, o mejor a ser posible construirlo sobre la marcha, eso es control.

Una vez leí en una web americana, un consejo que me pareció interesante. Venía a decir que una vez finalizado todo el juego con todas sus fases, desde los previos hasta el "after care" o sexo, cuando ya las cosas han vuelto a su cauce dar una pequeña tanda de azotes de recordatorio de "rol", como  una manera de decir "tu me has dado el control, no lo olvides", no soy muy fan de las cosas previsibles, pero tiene su lógica en este caso.

Y para terminar y cambiado radicalmente de tema, me gustaría hacer un pregunta en general y que quien quiera responda en los comentarios.

¿Desde que conozco el spanking mi vida a cambiado por?

-Ahora sonrió cuando escucho la palabra castigo
-Veo de distintas manera objetos tan cotidianos como un cinturón o un cepillo
-Me he dado cuenta que me fijo en las manos de la gente.
-Las tres cosas
-Cualquier otra distinta de las tres.

4 comentarios:

  1. Me gusta escuchar la palabra castigo, ipso facto me suben los calores; ver un cinturón, lo mismo; y cuando conozco a alguien o veo a algún hombre interesante, lo primero en que me fijo son en sus manos.

    Como curiosidad, yo no tengo cinturones.

    Un saludo.

    Sandra.

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  2. Desde antes de darle nombre a esto, ya sonreía, me ponía colorada y nerviosilla ante la palabra castigo.

    Desde que empecé la relación spanking y utilizamos ese cepillo tan especial, no puedo evitar que mi mente fantasee con castigos o recuerde situaciones cada vez que veo uno similar o cuando me encuentro este al recoger la habitación. Con el cinturón siempre he fantaseado bastante, asi que siempre había pensado en él de esa manera.

    Desde el instituto no he podido evitar fijarme en las manos de los profesores, el tamaño sobre todo. Y ahora en la universidad cuando en una tutoría el profesor me da la mano, no puedo evitar fijarme en el tamaño, la aspereza o suavidad, si el apretón es firme o débil...
    Y si la tutoría acaba siendo interesante, imaginar como se sentiría esa mano en mi piel...

    Dama

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  3. Mi vida cambió porque me horrorizan mucho más los castigos físicos a niños, me encanta mirarle las manos a todos, y porque cuando alguien me atrae sin saber bien porque suelo darme cuenta que es porque imponen control y eso me puede

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