miércoles, 11 de abril de 2018

Con motivo más (La libreta XIV)





-Acuérdate que mañana por la tarde tengo dentista y bajo a la ciudad.
-Es verdad me lo dijiste
-Pues eso, aunque supongo que a la hora de siempre ya estaré en casa. Pues nada me llama la cama, mañana más.
-Muy bien, ya me contarás que tal. Descansa.
-Tu también hasta mañana.

Así terminó nuestra conversación de cada noche aquel día. El día siguiente rutina, trabajo y más trabajo, tanto que apenas tuve tiempo de ponerle un par de whatsapps en todo el día. Al terminar por fin la larguísima y agotadora jornada me fui para casa, me di una ducha, me preparé algo de cenar rápido, no había tenido casi ni tiempo de comer al mediodía y estaba muerto de hambre y mientras cenaba cogí el teléfono, eran ya las 9 pasadas y pensé ya debe estar en casa. Le puse un mensaje.

-Hola bicho, que tal el día? como ha ido el dentista? te llamo?

Me puse a cenar esperando respuesta que no tardó mucho en llegar.

-Aun no estoy en casa voy de camino, cuando esté te aviso

Le contesté con un ok rápido. Pensé que igual había aprovechado que había ido a la ciudad para ir a ver a alguien, tomar algo o comprar algo, aunque me extrañó algo, no son cosas que suela apetecer hacer al salir del dentista, pero seguí cenando sin darle importancia. Sobre las 10 ya sonó el móvil, era ella.

-Hola!!!!!!!!, que tal?
-Perdona, pero se me ha hecho tarde y necesitaba una ducha.

Esa respuesta si que me extrañó, era como una especie de excusa no pedida y como dicen en latín eso equivale a acusación manifiesta.

-Has cenado?
-No tengo la boca aun medio anestesiada y paso
-Come algo aunque sea un yogurt
-Bueno ya veremos
-El dentista bien?
-Si bien repasar un empaste y ya está.
-Pues genial, te noto seria pasa algo?
-Estoy enfadada
-Pues empieza a hablar.
-Es que no tengo muchas ganas
-Bicho suelta....
-Si suelto te vas a enfadar conmigo

Eso si que era toda una pista, algo  había ocurrido y algo que estaba claro, que tenía algo que ver conmigo.

-Ya estás tardando en contarme
-Pues....que me ha parado la policía si es que soy tonta, al salir del dentista tenía que haberme subido directamente, pero ya que estaba quería pasarme a comprar algo de pintura, que estoy casi sin lapiz de ojos y pintalabios.
-Pero te ha parado por algún motivo?
-No que va control rutinario a la salida....
-Y donde está el problema? has hecho algo raro
-No
-Entonces?
-La puta ITV...
-¿Como?
-Pues que la llevo caducada
-Si cumplía el mes pasado creo que lo hablamos hace un par de semanas y me dijiste que la pasarías.
-Pues no la he pasado joder, si no tengo tiempo y ni me he acordado.
-A ver tiempo tienes, es más bien lo segundo
-Pues ya me dirás cuando la paso espabilado.
-Joder tienes toda la santa tarde y los sábados por la mañana hay estaciones que abren, no me vale de excusa te has olvidado punto.
-Pues eso será, que quieres que te diga.
-Y que ha pasado?
-Pues que me han multado. Hala ya todo el mes coja...
-Así aprenderás que un coche no es solo poner gasolina.
-Mira no empieces, que ya la he tenido con el municipal de los cojones.
-No si encima habrás discutido
-Pues claro, me he quedado la mar de a gusto.
-Uy si tia chunga, seguro que el tio no duerme esta noche
-Tía era tía, si es tío me libro seguro, le pongo morritos y le lloro un poco y ya está
-Estás muy acostumbrada a salirte con la tuya me parece.
-No se con quien me entreno jajajajaj
-Te hace gracia? cuanto te ha caido.
-No me lo recuerdes.....200 pavos
-Pues nada, ya sabes lo que tienes que hacer.
-Paso y me voy a la cama
-Sin cenar?
-Si. Mañana vienes no?
-Si claro.
-Pues ya mañana cenaré, se me está despertando la muela y me molesta un poco. Descansa.
-Descansa.

Me la imaginaba con un mosqueo importante, así que no hice más sangre, al día siguiente ya tendría una charla con ella, además sabía que ella también era consciente de ello.

Al día siguiente Viernes, como de costumbre me lo había montado para salir pronto de trabajar y nada más salir carretera y manta. A las 7 abría la puerta de su casa con mis llaves. Salió a recibirme secándose el pelo con la toalla, acababa de ducharse, besito de bienvenida, joder que bien hueles, tu mismo como si estuvieras en tu casa, que yo termino de secarme el pelo etc, etc....Dejé mis cosas en la habitación, fue a la nevera a por un cervecita y la esperé tranquilamente en el comedor. No se porque mientras esperaba tenía la sensación que estaba alargando en exceso lo de secarse el pelo, como temiendo algo, lo que terminó de confirmar mi teoria fue la sonrisita que dibujaba su cara al entrar en el comedor y como sin darme tiempo a decir nada empezó a hablar ella.

-Ya se que me vas a decir, pero de verdad que ni me había acordado más.

La miré serio haciendo el gesto de no con la cabeza aunque por dentro me estaba muriendo de la risa y dije.

-Mira lo del despiste lo puedo llegar a entender a todos nos puede pasar, pero que encima quieras tener la razón eso ya se me escapa.

Lo debí decir muy serio porque coló.

-Joder no te enfades encima que bastante tengo ya con los 200 euros que voy a tener que pagar
-El problema es ese....
-¿Cual?
-¿No lo ves?
-No te entiendo
-Pues ese, que en vez de aceptar que metiste la pata y aceptar las consecucencias, me vienes en plan víctima y si vas a tener que pagar 200 pavos, pero por tu culpa, no te olvides.
-Joder encima restregámelo más.
-Voy a fumar a la terraza que necesito que me de el aire.

Me levanté serio y me fui a la terraza, quería ver como reaccionaba. Le había dado apenas dos caladas al cigarro cuando salió o más bien asomo la cabeza y me dijo.

-Venga va entra, que hace frío
-Tienes frío?
-Si aquí con la puerta abierta si.
-Pues no te preocupes que te lo voy a quitar de golpe.

Apagué el cigarro me fui hacía, la puerta, la cogí de la mano, cerré y sin mediar palabra, le di un par de azotes bien fuertes, que no pudo esquivar. Yo creo que mi reacción la pilló por sorpresa, puesto que la solté y se quedó quieta, y aguantó mi discurso sobre la responsabilidad y demás sin moverse, solo bajando la mirada y poniéndose algo roja, rojo que fue en aumento al escuchar mi sentencia final.

-Y que sepas que te has ganado un castigo de verdad, sin tonterías, ni jueguecitos.

Entonces la volví a coger del brazo. supongo que esperaba que fuésemos al sofá, pero al llegar a la mesa sin soltarla cogí una silla y la puse en el centro del comedor. Estaba claro el objeto que tenía la silla, sentarme yo y hacerla ponerse en mis rodillas, el hecho de hacerlo en la silla y no el sofá además de más incómodo para ella le daba un toque más infantil más de niña traviesa recibiendo una azotaina por su travesura.Ya sentado la solté, la miré y le dije.

-No se a que esperas para ponerte.

Rechistó un poco, pero se puso en la posición, las manos apoyadas en el suelo, a mi izquierda, a mi derecha su piernas con las puntas de los pies tambien en el suelo y por encima de mis rodillas su vientre apoyado en mis piernas y su culo buen expuesto. Culo que empecé a acariciar mientras le decía.

-La multa han sido 200, pues 200 te vas a llevar de momento, voy a ser bueno y los 100 primeros con el pantalón puesto, pero cuando diga 100 te levantas, tu misma te bajas el pantalón y lo que lleves debajo y te vuelves a colocar para que te de los 100 siguientes.

Me remangue las mangas del jersey y empecé, primero despacio y suave para progresivamente ir subiendo la intensidad y la rapidez, la fina tela del pantalón del pijama no protegía mucho y además sabía que recíen salida de la ducha, debajo del pantalón no había nada, yo además concentrado en contar, en un momento determinado dije:

-Cien.

Le dí un tiempo prudencial, no hizo falta darle ningún toque de atención, se levantó y en un movimiento rápido se bajó el pantalón y se volvió a colocar, como queriendo que la escena fuera lo más rápida posible y pasar el menor pudor. Ahora tenía en mis piernas su precioso culo desnudo y algo enrojecido a mi entera disposición para recibir los cien azotes restantes. Se los apliqué enseguida sin perder mucho el tiempo, y esta vez sin progresividad al mismo ritmo y fuerza desde el primero al último, al terminar tenía ya el culo como un tomate y debía picarle de lo lindo, pero antes de pasar a otras cosas, le separé con la mano los muslos y fui directamente a comprobar el estado del coño, pasé dos de mis dedos entre sus labios y como sospechaba salieron muy mojados de allí.

-No si encima te gusta...pues te dije que hoy sería un castigo sin tonterías y así va a ser, venga levanta.

Se levantó. Nada más ponerse de pie, le di la vuelta a la silla y la puse con el respaldo mirando hacía la terraza.

-Apoya las manos en el asiento

Me miró intentando camelarme con la mirada, pero solo consiguió un azote que le pilló una nalga.

-Ponte y no te lo voy a repetir.

El azote dio resultado y resignada se inclinó apoyando las manos en el asiento de la silla.

-No te muevas ahora vengo.

Me fui a la cocina, sabía que allí estaba una cuchara de madera con el mango largo y bastante densa, con ella en la mano me fui de vuelta al comedor, allí estaba ella apoyada en la silla con los pantalones a la altura de los tobillos y el culo rojo bien ofrecido. Sin decir nada pasé la cuchara varias veces por sus nalgas, como acariciandolas apoyando mi otra mano en la parte baja de su espalda, hasta que empecé a azotarla, golpes secos, rápidos y seguidos alternando nalga y nalga, así un buena tanda, que solo detuve cuando empecé a escuchar alguna queja, me cambié la cuchara de mano para acariciar con toda la mano primero una nalga después la otra frotando de arriba a abajo un rato de respiro y vuelta a coger con la derecha la cuchara y de nuevo otra tanda como la anterior, una larga serie de azotes secos y rápidos no muy fuertes, pero que a base de insisitir en la misma zona dibujaban dos circulos en la parte baja de sus nalgas que empezaba a coger un tono azulado hacia el centro del círculo. Tras esa segunda tanda decidí parar, dejé la cuchara, encima de la mesa y estuve un rato simplemente acariciándole la cara interna de los muslos, desde encima de la rodilla, hasta el final del muslo, ella respiraba profundamente en cada caricia, hasta que en una de ellas fui otra vez a su coño y volví a pasar dos dedos entre sus labios.

-No tienes remedio...levántate.

Se levantó, la cogí de la mano y la llevé hasta la cristalera que da salida a la terraza, allí le hice poner las manos sobe la cabeza y la nariz tocando el cristal. Yo me quedé detrás, me desabroché el cinturón, me lo saqué del pantalón, lo doblé y en esa posición de pie frente a la cristalera, le cayeron una quincena más azotes con el cinturón, al terminar con toda la calma del mundo me volví a colocar el cinturón y empecé a pasarle muy suavemente las yemas de mis dedos por todo su culo marcado, así estuve un buen rato hasta que le dije:

-Ponte de rodillas pegada a la tele.

Ni se quejó, por si acaso, se fue hacia la tele y se puso de rodillas. Yo cogí dos libros de la estanteria y le dije.

-Brazos extendidos, con las palmas hacia arriba.

Ahí si se quejó un poco imaginando lo que pasaría. Nada más extender los brazos puse un libro en cada mano y le dije.

-Vas a estar diez minutos así, pongo el cronómetro en marcha si se cae un libro o bajas los brazos volverás a mis rodillas.

Puse el crono del movíl en marcha y me senté en el sofá a observar la escena, me imaginaba el escozor en su culo, el pudor de la escena y la incomodidad de sostener los libros, pero también me imagina su coño empapado, alos 5 minutos ya daba síntomas de cansancio e imagino que se le debieron hacer muy largos esos diez minutos, porque fue sonar la alarma del móvil y dejar caer los libros. Me levanté, la cogí de la mano y la acompañé hasta el sofá, allí la hice tumbarse boca abajo, me fui al baño mojé un toalla, la escurrí bien y con la toalla húmeda me fui al salón para ponérsela encima del culo castigado.

-Ahora me voy a hacer algo de cenar , cenaremos y después ya veremos.

Preparé algo de cenar, puse la mesa y la llamé para cenar, se levantó, lo primero que hizo fue quitarse del todo el pantalón del pijama, sabe perfectamente que una vez descubierto el culo este no puede volver a taparse hasta que se lo diga. Se sentó con alguna dificultad, empezamos a cenar en silencio, pero enseguida empezamos a hablar, quedamos que al día siguiente iriamos juntos a pasar la itv al coche.

Cuando terminamos de cenar, le dije que volviera al sofa que ya recogía yo, despues de recoger de vuelta al comedor, traje conmigo un bote de crema hidratante y hice que se pusiera de nuevo en mis rodillas, esta vez para cambiar los azotes por la crema y un largo masaje de culo....mi idea era que aquella noche se quedase castigada sin placer, ¿ sería capaz de cumplir mi amenaza?...

Continuará

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